Al confirmar que la epidemia de influenza humana repercutirá en una caída de 0.5 por ciento del producto interno bruto (PIB), Guillermo Ortiz Martínez, gobernador del Banco de México, urgió a que una vez pasadas las elecciones intermedias del país se concrete una reforma fiscal en el país que logre incrementar las fuentes permanentes de ingreso y reduzca la dependencia petrolera.
Durante la 19 Convención Nacional de Aseguradores, el titular del instituto central advirtió que de no hacerlo la economía mexicana se contraerá más frente a otras naciones de la región.
En su ponencia “Evolución y perspectivas económicas”, Ortiz explicó que la actual crisis ha dejado en claro las vulnerabilidades del país y señaló que México tiene el nivel de recaudación más bajo de los países miembros de la OCDE.
“Los acontecimientos recientes en la economía global, y sus efectos sobre la actividad productiva en México resaltan la necesidad de llevar a cabo acciones profundas que tengan un impacto favorable en el crecimiento potencial de la economía”, dijo Ortiz Martínez.
Recordó que el país ya recibió una advertencia por parte de una de las agencias calificadoras (Standard & Poor’s), al poner perspectiva en negativa, con la posibilidad de bajar la calificación, justamente por la percepción de la vulnerabilidad fiscal.
Impulso a manufacturas
El funcionario detalló que ante el menor crecimiento global que se vislumbra para los próximos años son necesarias las reformas que impulsen el aumento en la producción manufacturera y la consolidación del sector de bienes no comerciables.
Comentó que en Chile cuentan con una reserva fiscal creada durante los tiempos de bonanza lo que le permitió enfrentar de mejor manera la caída de la de la economía a escala global.
Ortiz confirmó que las estimaciones del banco central sobre el efecto del brote de influenza en México advierten que afectará el crecimiento del producto interno bruto en 0.5 por ciento.
“La mayor parte de los efectos se resentirán en el segundo trimestre; en el tercero, se estima que los efectos se habrán disipado, por lo que el producto interno bruto retornará a niveles más congruentes con la eventual recuperación de la economía”, explicó Ortiz.
La Secretaría de Hacienda estimó que el impacto de la epidemia estaría entre 0.3 y 0.5 por ciento del producto interno bruto y una contracción económica de 4.1 por ciento al cierre de 2009.
Por su parte, el Banxico fue menos optimista al anticipar que a finales del año, la economía podría caer hasta 4.8 por ciento.
El gobernador del banco central indicó que se debe monitorear la actividad comercial, pues, aunado al de servicios turísticos, fue uno de los más dañados durante la emergencia sanitaria.
Durante la 19 Convención Nacional de Aseguradores, el titular del instituto central advirtió que de no hacerlo la economía mexicana se contraerá más frente a otras naciones de la región.
En su ponencia “Evolución y perspectivas económicas”, Ortiz explicó que la actual crisis ha dejado en claro las vulnerabilidades del país y señaló que México tiene el nivel de recaudación más bajo de los países miembros de la OCDE.
“Los acontecimientos recientes en la economía global, y sus efectos sobre la actividad productiva en México resaltan la necesidad de llevar a cabo acciones profundas que tengan un impacto favorable en el crecimiento potencial de la economía”, dijo Ortiz Martínez.
Recordó que el país ya recibió una advertencia por parte de una de las agencias calificadoras (Standard & Poor’s), al poner perspectiva en negativa, con la posibilidad de bajar la calificación, justamente por la percepción de la vulnerabilidad fiscal.
Impulso a manufacturas
El funcionario detalló que ante el menor crecimiento global que se vislumbra para los próximos años son necesarias las reformas que impulsen el aumento en la producción manufacturera y la consolidación del sector de bienes no comerciables.
Comentó que en Chile cuentan con una reserva fiscal creada durante los tiempos de bonanza lo que le permitió enfrentar de mejor manera la caída de la de la economía a escala global.
Ortiz confirmó que las estimaciones del banco central sobre el efecto del brote de influenza en México advierten que afectará el crecimiento del producto interno bruto en 0.5 por ciento.
“La mayor parte de los efectos se resentirán en el segundo trimestre; en el tercero, se estima que los efectos se habrán disipado, por lo que el producto interno bruto retornará a niveles más congruentes con la eventual recuperación de la economía”, explicó Ortiz.
La Secretaría de Hacienda estimó que el impacto de la epidemia estaría entre 0.3 y 0.5 por ciento del producto interno bruto y una contracción económica de 4.1 por ciento al cierre de 2009.
Por su parte, el Banxico fue menos optimista al anticipar que a finales del año, la economía podría caer hasta 4.8 por ciento.
El gobernador del banco central indicó que se debe monitorear la actividad comercial, pues, aunado al de servicios turísticos, fue uno de los más dañados durante la emergencia sanitaria.
Alberto Verdusco y María Isabel Melchor, Milenio, 19 de mayo.
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