La toma fue dirigida por el viceministro de Alimentación, Rafael Coronado, quien justificó la medida señalando que "había un marcado incumplimiento de la ley" por parte de la empresa, pues durante una inspección se detectó que 59 por ciento de su producción no está regulada.
En declaraciones a la televisora estatal, Coronado especificó que las autoridades locales procederían a realizar la ocupación de la fábrica, ubicada en el estado costero de Vargas, por un lapso de 90 días.
Al concluir dicho periodo, recalcó, el Gobierno decidirá si se toman otras medidas contra la planta.
En febrero, Chávez ordenó tomar temporalmente una fábrica procesadora de arroz de Cargill también porque incumplía el control de precios; y pocos días después la expropió.
Cargill Venezuela, filial de una de las mayores empresas de Estados Unidos, que tiene 13 factorías y emplea a 2 mil personas en el país sudamericano, dijo no tener comentarios sobre esta decisión.
Por su parte, Chávez declaró en Argentina, país con el que realizó acuerdos de integración agrícola y energética, que su Gobierno seguirá estatizando petroleras.
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