En conferencia de prensa, el senador Felipe González González anunció —a nombre de la bancada del PAN— que durante la reunión previa se tomó la decisión de estudiar dos opciones: pedirle al presidente Felipe Calderón que ejerza su derecho de veto sobre el Presupuesto de Egresos o que presente una controversia constitucional.
Minutos más tarde, el coordinador del grupo parlamentario, Gustavo Madero Muñoz, intentó matizar las declaraciones de Felipe González. Primero dijo que el veto “es facultad exclusiva del Presidente de la República” y más adelante afirmó: “No, nosotros no estamos buscando que se vete el Presupuesto”.
Habló de que su partido sí busca la forma de echar abajo la eliminación de los candados para el ejercicio de los recursos federales en los estados, pero aseguró no conocer “el camino legal” para lograrlo.
El senador Felipe González indicó que hay indignación entre los senadores de Acción Nacional porque, dijo, nunca imaginamos que los diputados verían el Presupuesto de Egresos “como un botín” y eliminaran los candados para que gobernadores ejerzan libremente los recursos federales, sin rendir cuentas.
Mencionó que esa disposición de exentar a los gobiernos estatales de la rendición de cuentas viola diversas leyes, como la Ley Federal de Transparencia y Acceso a la Información, Ley de Obras Públicas y Servicios Relacionados con las mismas, Ley de Adquisiciones, Arrendamientos y Servicios del Sector Público y la Ley Federal de Presupuesto y Responsabilidad Hacendaria.
E insistió: “Vamos a hacer un estudio legal de ver como legisladores, qué podemos hacer con la finalidad de buscar si hay una reversión a este proceso, que nos parece a todas luces improcedente”.
El senador por Aguascalientes criticó que los diputados hayan decidido decretar “borrón y cuenta nueva” en cuanto a los adeudos que tenían gobiernos estatales y municipales mediante los “pari pasu” (esquemas para la construcción de obra pública en donde la Federación y los otros dos niveles de gobierno aportan recursos por igual).
Queremos que la Secretaría de Hacienda nos diga qué estados debían y cuánto es lo que debían; no nada más que nos digan que ya no hay obligación de pagar los “pari pasu”.
El senador Gustavo Madero dijo más tarde que le preocupa “el que los cuantiosos recursos asignados a los estados en el Presupuesto de Egresos se utilicen con fines electorales”.
Criticó que mientras al gobierno federal se le exige más austeridad y rendición de cuentas, a los gobiernos de los estados se les transfieren más recursos y no se les pide transparencia en su uso.
Y añadió: “Si sabemos cuánto cuestan las toallas del baño de Los Pinos, debemos de aspirar a saber lo mismo en todos los estados de la república”.
El senador Santiago Creel también se sumó a las declaraciones: consideró que el Presupuesto de Egresos “se aprobó a destiempo” y dijo que el decreto aprobado es desequilibrado y parece más bien la rebatiña de un botín para los gobiernos estatales, a costa de los programas sociales”.
Es un presupuesto que no se entiende, ni la gente va a entender por qué el gasto de los gobernadores es un gasto sin rendición de cuentas; por qué es un gasto sin transparencia cuando las reglas deben ser parejas para todos, enfatizó.
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