Mérida, Yuc., 25 de febrero. El presidente Felipe Calderón afirmó aquí que la prensa difunde gratis mantas de criminales con recados “de fulano para zutano”, mientras a cualquier empresario o al gobierno “nos cuesta” varios millones de pesos pagar una primera plana.
Luego de escuchar quejas de la iniciativa privada acerca de la falta de medidas para prevenir la violencia, señaló que él, “de plano”, en Navidad le decomisó un videojuego a uno de sus hijos, porque “el protagonista es un bandolero, es un criminal que va manejando un coche y gana más puntos mientras más policías mate, mientras más señoras atropelle, mientras más coches robe”.
Reunido con empresarios en el Centro de Convenciones Siglo XXI, Calderón habló durante más de una hora entre el mensaje que dio y las preguntas que respondió al auditorio.
En la última actividad de su gira por esta entidad admitió que existe un problema de seguridad en México, pero también de percepción, provocado porque se ha convertido en “deporte” amplificar los retos del país.
Sin mencionarlas directamente, cuestionó la difusión de narcomantas en los periódicos. “Claro que si uno ve la prensa nacional, desde luego que la manta que dejan, además, en un pueblo, un recado de fulano para zutano, o lo que no tenemos, lo que nos cuesta a cualquiera de ustedes o al gobierno pagar una primera plana de varios millones de pesos, eso sí aparece en primera plana y a todo color”.
Insistió en que el mensaje que los criminales quieren dejar en la sociedad es para aterrorizarla, pero hay quienes se encargan de expandirlo, y manifestó que el problema de inseguridad es real, pero también se amplifica, lo cual daña mucho al país.
Calderón hizo un llamado a los empresarios a poner en perspectiva el problema de la delincuencia y aseveró que su gobierno –particularmente la Secretaría de Relaciones Exteriores, el Fondo de Promoción Turística, el Consejo de Promoción Turística y las áreas de seguridad– realiza una campaña internacional para difundir la imagen de México.
Después del comentario sobre el decomiso del videojuego a uno de sus hijos, el jefe del Ejecutivo federal señaló que esos productos están influyendo en los “patrones de ferocidad, de falta de respeto a la vida y de falta de muchas cosas”.
Admitió que en Ciudad Juárez, Chihuahua, donde se presentan los índices de violencia más altos del país, existe una “generación ni-ni” de jóvenes que ni estudian ni trabajan, porque no hay escuelas, universidades ni empleos suficientes.
La reacción del mandatario federal se debió a que varios empresarios cuestionaron la inseguridad. El primero fue Juan Manuel Ponce Díaz, director del Grupo de Bebidas Peninsulares, quien señaló que organizó una reunión en México y 15 días antes mucha gente canceló su viaje porque tenía miedo de viajar al país. Narró que un amigo ruso que suspendió su visita argumentó: “México es México”.
Para poder generar empleos en el país, Ponce planteó la necesidad de dar certidumbre en el cumplimiento del estado de derecho y se refirió a los “tardados” procesos legales para hacer cumplir las leyes en tiempo y forma.
Luego de escuchar quejas de la iniciativa privada acerca de la falta de medidas para prevenir la violencia, señaló que él, “de plano”, en Navidad le decomisó un videojuego a uno de sus hijos, porque “el protagonista es un bandolero, es un criminal que va manejando un coche y gana más puntos mientras más policías mate, mientras más señoras atropelle, mientras más coches robe”.
Reunido con empresarios en el Centro de Convenciones Siglo XXI, Calderón habló durante más de una hora entre el mensaje que dio y las preguntas que respondió al auditorio.
En la última actividad de su gira por esta entidad admitió que existe un problema de seguridad en México, pero también de percepción, provocado porque se ha convertido en “deporte” amplificar los retos del país.
Sin mencionarlas directamente, cuestionó la difusión de narcomantas en los periódicos. “Claro que si uno ve la prensa nacional, desde luego que la manta que dejan, además, en un pueblo, un recado de fulano para zutano, o lo que no tenemos, lo que nos cuesta a cualquiera de ustedes o al gobierno pagar una primera plana de varios millones de pesos, eso sí aparece en primera plana y a todo color”.
Insistió en que el mensaje que los criminales quieren dejar en la sociedad es para aterrorizarla, pero hay quienes se encargan de expandirlo, y manifestó que el problema de inseguridad es real, pero también se amplifica, lo cual daña mucho al país.
Calderón hizo un llamado a los empresarios a poner en perspectiva el problema de la delincuencia y aseveró que su gobierno –particularmente la Secretaría de Relaciones Exteriores, el Fondo de Promoción Turística, el Consejo de Promoción Turística y las áreas de seguridad– realiza una campaña internacional para difundir la imagen de México.
Después del comentario sobre el decomiso del videojuego a uno de sus hijos, el jefe del Ejecutivo federal señaló que esos productos están influyendo en los “patrones de ferocidad, de falta de respeto a la vida y de falta de muchas cosas”.
Admitió que en Ciudad Juárez, Chihuahua, donde se presentan los índices de violencia más altos del país, existe una “generación ni-ni” de jóvenes que ni estudian ni trabajan, porque no hay escuelas, universidades ni empleos suficientes.
La reacción del mandatario federal se debió a que varios empresarios cuestionaron la inseguridad. El primero fue Juan Manuel Ponce Díaz, director del Grupo de Bebidas Peninsulares, quien señaló que organizó una reunión en México y 15 días antes mucha gente canceló su viaje porque tenía miedo de viajar al país. Narró que un amigo ruso que suspendió su visita argumentó: “México es México”.
Para poder generar empleos en el país, Ponce planteó la necesidad de dar certidumbre en el cumplimiento del estado de derecho y se refirió a los “tardados” procesos legales para hacer cumplir las leyes en tiempo y forma.
Claudia Herrera Beltrán, La Jornada, 26 de febrero.
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