La cuesta de enero fue mucho más que eso para las 250 mil personas que se quedaron sin empleo en el primer mes de este año.
El coletazo de la crisis llegó a 2010, al sumar 2 millones 730 mil personas la población desocupada en el País.
Con los resultados de enero, la tasa de desempleo se ubicó en 5.9 por ciento de la población económicamente activa (PEA), cifra casi un punto porcentual superior a la de hace un año, según datos del Inegi.
Así, las condiciones de fragilidad laboral regresaron a México luego de una ligera mejoría en los últimos meses de 2009.
La tasa de desempleo aumentó más entre los hombres al llegar a 6.2 por ciento, la cifra más alta desde enero de 1996.
"Los datos son consecuencia de la nula reactivación económica por parte del Estado, que propicia el cierre de pequeñas y medianas empresas, y las que quedan ahora viven asfixiadas por la carga fiscal que enfrentan.
"Las familias buscan ingresos, y la única salida que se les deja es la informalidad y las actividades ilícitas", dijo Alfonso Bouzas, catedrático de la UNAM.
La población subocupada, es decir, con necesidad y disponibilidad de trabajar más horas de las que su actividad actual reclama, también creció en los últimos 12 meses, de 7.52 a 9.83 por ciento de la PEA, y llegó a más de 4 millones y medio de personas.
Esto, según expertos, confirma el deterioro del empleo.
Patricia Juan, del Frente Auténtico del Trabajo, alertó que la gente está entrando en situación de supervivencia.
"Sin empleo, no hay ingresos ni consumo, y la recuperación económica es nula", señaló.
Juan advirtió que el aumento del desempleo puede romper las estructuras de equilibrio social.
"La migración había sido la válvula de escape, pero ahora es el narcotráfico, la delincuencia, el tráfico de personas y todo tipo de actividades ilícitas", agregó.
El coletazo de la crisis llegó a 2010, al sumar 2 millones 730 mil personas la población desocupada en el País.
Con los resultados de enero, la tasa de desempleo se ubicó en 5.9 por ciento de la población económicamente activa (PEA), cifra casi un punto porcentual superior a la de hace un año, según datos del Inegi.
Así, las condiciones de fragilidad laboral regresaron a México luego de una ligera mejoría en los últimos meses de 2009.
La tasa de desempleo aumentó más entre los hombres al llegar a 6.2 por ciento, la cifra más alta desde enero de 1996.
"Los datos son consecuencia de la nula reactivación económica por parte del Estado, que propicia el cierre de pequeñas y medianas empresas, y las que quedan ahora viven asfixiadas por la carga fiscal que enfrentan.
"Las familias buscan ingresos, y la única salida que se les deja es la informalidad y las actividades ilícitas", dijo Alfonso Bouzas, catedrático de la UNAM.
La población subocupada, es decir, con necesidad y disponibilidad de trabajar más horas de las que su actividad actual reclama, también creció en los últimos 12 meses, de 7.52 a 9.83 por ciento de la PEA, y llegó a más de 4 millones y medio de personas.
Esto, según expertos, confirma el deterioro del empleo.
Patricia Juan, del Frente Auténtico del Trabajo, alertó que la gente está entrando en situación de supervivencia.
"Sin empleo, no hay ingresos ni consumo, y la recuperación económica es nula", señaló.
Juan advirtió que el aumento del desempleo puede romper las estructuras de equilibrio social.
"La migración había sido la válvula de escape, pero ahora es el narcotráfico, la delincuencia, el tráfico de personas y todo tipo de actividades ilícitas", agregó.
Gustavo de la Rosa, Reforma, 26 de febrero.
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