Cerca Policía funeral de Zapata

LA HABANA.- Con un fuerte operativo de agentes de seguridad cubanos, el disidente Orlando Zapata, fallecido en prisión el martes tras más de dos meses de huelga de hambre, recibió sepultura la mañana de ayer en su pueblo natal, Banes, provincia de Holguín, informó por teléfono su madre, Reina Tamayo.

"Ya lo hemos sepultado, pero hemos sido reprimidos y escoltados por agentes de Seguridad del Estado", explicó Tamayo, de 60 años e integrante del grupo Damas de Blanco, que promueve la amnistía de los prisioneros políticos en Cuba.

Aunque la familia quería llevar el ataúd de la casa al cementerio, según Tamayo, no pudo hacerlo, y fue transportado en una carroza fúnebre. De acuerdo con testigos, el cortejo fue vigilado en todo momento por numerosos agentes gubernamentales.

Elizardo Sánchez, vocero de la Comisión Cubana de Derechos Humanos (CCDH), dijo que Banes estaba "ocupada" desde el martes.

"(Banes) estaba bajo un verdadero estado de sitio", confirmaron otras fuentes de la Oposición.

Desde el martes, la CCDH ha reportado que decenas de activistas de derechos humanos y disidentes fueron detenidas sin orden judicial o recluidas en su casa, para evitar una asistencia masiva al sepelio de Zapata.

"Responsabilizo al Gobierno de la seguridad de quienes vuelvan a casa tras el funeral", externó Tamayo.

La señora también rechazó las condolencias del Presidente Raúl Castro, quien el miércoles lamentó la muerte del preso.

"Esta madre no admite ningún mensaje (de Raúl) porque ellos mataron a mi hijo", afirmó.

En este sentido, el líder opositor cubano Vladimiro Roca, quien también fuera preso político, calificó de "estratégicas, cínicas y sinvergüenzas" las condolencias de Castro, externadas durante una visita a Cuba del Presidente brasileño, Luiz Inácio Lula da Silva.

Castro busca así "lavar la cara del régimen en el extranjero", dijo Roca, ya que en Cuba "ni tan siquiera se publicaron sus lamentos". El opositor calculó que más de 50 personas seguían detenidas ayer en todo el país a propósito del funeral.

Consultado por REFORMA en La Habana, un diplomático latinoamericano consideró la muerte del disidente Orlando Zapata como "un hecho grave que tendrá un costo incalculable para el Gobierno de Raúl Castro".

Mientras, funcionarios europeos acreditados en Cuba señalaron que "para la comunidad internacional, es un golpe duro de encajar porque la muerte de este preso era totalmente evitable". Advirtieron que las relaciones de La Habana con la Unión Europea sin duda serán afectadas.

Yolanda Martínez corresponsal, Reforma, 26 de febrero.