La Habana, 26 de febrero. Cinco opositores, cuatro de ellos encarcelados en la provincia occidental de Pinar del Río, se declararon en huelga de hambre en demanda de la liberación de disidentes presos y en protesta por la muerte de Orlando Zapata Tamayo, informaron fuentes cercanas al movimiento.
Los presos Diosdado González Marrero y Eduardo Díaz Fleitas iniciaron la protesta el miércoles 24 en la prisión de Kilo 5 y Medio. Nelson Molinet, de la misma cárcel, empezó el jueves 25, igual que Fidel Suárez Cruz, quien está en Kilo 8, según los reportes.
El quinto ayunante es el activista Guillermo Fariñas, quien está en su domicilio de la ciudad central de Santa Clara y anunció que también ha dejado de tomar agua, en demanda de que sean liberados los opositores presos más enfermos.
Los medios informativos cubanos han mantenido silencio sobre el caso de Zapata. Ni los diarios ni los noticiarios de radio y televisión reportaron las declaraciones del presidente Raúl Castro a la prensa brasileña el miércoles pasado, en las que el mandatario lamentó el deceso.
Vía telefónica, Fariñas dijo a La Jornada que numerosos opositores en Cuba y otras personas desde el exterior le han pedido desistir de esa forma de protesta, que inició el miércoles por la noche, pero aseguró que mantendrá su decisión.
“Firme oposición a las huelgas de hambre”
Elizardo Sánchez, de la ilegal pero tolerada Comisión Cubana de Derechos Humanos y Reconciliación Nacional, dijo que a raíz de la protesta los cuatro presos fueron recluidos en zonas de máximo rigor, pero no tenía mayores precisiones de sus demandas.
Agregó que su grupo “se opone firmemente a las huelgas de hambre” y que ha transmitido esa opinión a los familiares de los presos ayunantes y al mismo Fariñas.
El diario oficial Granma publicó hoy una réplica indirecta a las protestas del gobierno de Washington por la muerte de Zapata. El comentario sin firma, en la sección internacional, se titula “La desvergüenza del gobierno de Estados Unidos” y, sin mencionar el caso del opositor ni la reacción estadunidense, reseña atropellos contra prisioneros en ese país.
(Granma, órgano del gobernante Partido Comunista de Cuba, enumeró en 10 puntos con cifras, algunas con citas de la prensa estadunidense y otras sin fuentes, las fallas de un sistema carcelario “profundamente racista” contra los negros y los latinos, en el que “cada año mueren 7 mil personas”, muchas de las cuales “son asesinadas o se suicidan”, informó Afp.)
Zapata Tamayo murió el pasado martes a los 42 años de edad, al cabo de un prolongado ayuno. Su madre, Reina Luisa Tamayo, dijo que fueron 86 días de huelga de hambre, en demanda de un mejor trato en las distintas cárceles en las que estuvo.
Los nuevos cuatro ayunantes presos son parte del Grupo de los 75, conocido así por el número de opositores detenidos y sentenciados en juicios sumarios entre marzo y abril de 2003.
Díaz está condenado a 21 años de prisión y Suárez y González a 20 años, cada uno bajo la Ley 88, promulgada en 1999 para “sancionar aquellas acciones que en concordancia con los intereses imperialistas persiguen subvertir el orden interno de la nación y destruir su sistema político, económico y social”. Molinet tiene una condena de 20 años por el delito de “actos contra la independencia o la integridad territorial del Estado”, previsto en el Código Penal.
De los 75 sentenciados en 2003, uno quedó libre al cumplir su condena de seis años y 21 están con licencia extrapenal, una fórmula que permite a un preso salir de la cárcel cuando su estado de salud le impide soportar el régimen carcelario.
Esa figura no extingue la condena, por lo que los reos pueden volver a prisión a cumplir la sentencia, según el criterio del tribunal. De los 21 con licencia, uno murió en 2007 (Miguel Valdés Tamayo) por una cardiopatía; cinco viven en España, cuatro en Estados Unidos y uno en Suecia; los 10 restantes siguen en Cuba.
Sánchez relató que entre los presos de los 75 más dañados está Ariel Sigler Amaya, de 47 años, un ex deportista que estando en prisión quedó parapléjico. El prisionero ahora está recluido en el hospital de rehabilitación Julio Díaz, de La Habana.
Los presos Diosdado González Marrero y Eduardo Díaz Fleitas iniciaron la protesta el miércoles 24 en la prisión de Kilo 5 y Medio. Nelson Molinet, de la misma cárcel, empezó el jueves 25, igual que Fidel Suárez Cruz, quien está en Kilo 8, según los reportes.
El quinto ayunante es el activista Guillermo Fariñas, quien está en su domicilio de la ciudad central de Santa Clara y anunció que también ha dejado de tomar agua, en demanda de que sean liberados los opositores presos más enfermos.
Los medios informativos cubanos han mantenido silencio sobre el caso de Zapata. Ni los diarios ni los noticiarios de radio y televisión reportaron las declaraciones del presidente Raúl Castro a la prensa brasileña el miércoles pasado, en las que el mandatario lamentó el deceso.
Vía telefónica, Fariñas dijo a La Jornada que numerosos opositores en Cuba y otras personas desde el exterior le han pedido desistir de esa forma de protesta, que inició el miércoles por la noche, pero aseguró que mantendrá su decisión.
“Firme oposición a las huelgas de hambre”
Elizardo Sánchez, de la ilegal pero tolerada Comisión Cubana de Derechos Humanos y Reconciliación Nacional, dijo que a raíz de la protesta los cuatro presos fueron recluidos en zonas de máximo rigor, pero no tenía mayores precisiones de sus demandas.
Agregó que su grupo “se opone firmemente a las huelgas de hambre” y que ha transmitido esa opinión a los familiares de los presos ayunantes y al mismo Fariñas.
El diario oficial Granma publicó hoy una réplica indirecta a las protestas del gobierno de Washington por la muerte de Zapata. El comentario sin firma, en la sección internacional, se titula “La desvergüenza del gobierno de Estados Unidos” y, sin mencionar el caso del opositor ni la reacción estadunidense, reseña atropellos contra prisioneros en ese país.
(Granma, órgano del gobernante Partido Comunista de Cuba, enumeró en 10 puntos con cifras, algunas con citas de la prensa estadunidense y otras sin fuentes, las fallas de un sistema carcelario “profundamente racista” contra los negros y los latinos, en el que “cada año mueren 7 mil personas”, muchas de las cuales “son asesinadas o se suicidan”, informó Afp.)
Zapata Tamayo murió el pasado martes a los 42 años de edad, al cabo de un prolongado ayuno. Su madre, Reina Luisa Tamayo, dijo que fueron 86 días de huelga de hambre, en demanda de un mejor trato en las distintas cárceles en las que estuvo.
Los nuevos cuatro ayunantes presos son parte del Grupo de los 75, conocido así por el número de opositores detenidos y sentenciados en juicios sumarios entre marzo y abril de 2003.
Díaz está condenado a 21 años de prisión y Suárez y González a 20 años, cada uno bajo la Ley 88, promulgada en 1999 para “sancionar aquellas acciones que en concordancia con los intereses imperialistas persiguen subvertir el orden interno de la nación y destruir su sistema político, económico y social”. Molinet tiene una condena de 20 años por el delito de “actos contra la independencia o la integridad territorial del Estado”, previsto en el Código Penal.
De los 75 sentenciados en 2003, uno quedó libre al cumplir su condena de seis años y 21 están con licencia extrapenal, una fórmula que permite a un preso salir de la cárcel cuando su estado de salud le impide soportar el régimen carcelario.
Esa figura no extingue la condena, por lo que los reos pueden volver a prisión a cumplir la sentencia, según el criterio del tribunal. De los 21 con licencia, uno murió en 2007 (Miguel Valdés Tamayo) por una cardiopatía; cinco viven en España, cuatro en Estados Unidos y uno en Suecia; los 10 restantes siguen en Cuba.
Sánchez relató que entre los presos de los 75 más dañados está Ariel Sigler Amaya, de 47 años, un ex deportista que estando en prisión quedó parapléjico. El prisionero ahora está recluido en el hospital de rehabilitación Julio Díaz, de La Habana.
Gerardo Arreola, La Jornada, 27 de febrero.
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