LA HABANA (Notimex).— El gobierno de Cuba afirmó ayer que la muerte del preso Orlando Zapata fue consecuencia de “la política asesina” contra la isla del gobierno estadounidense, en respuesta a críticas de países y organizaciones de derechos humanos.
El diario Granma, del gobernante Partido Comunista, dijo que se trata de “una muerte indeseable”, pero desacreditó a Zapata, fallecido el martes tras 85 días de huelga de hambre, al calificarlo de un delincuente común.
“En un país sin muertes extrajudiciales”, Zapata fue “conducido a la autodestrucción premeditadamente, para satisfacer necesidades políticas ajenas”, indicó el diario, y enumeró varias causas de fuero común por las que fue condenado, “en nada vinculadas a la política”.
“Pese a todos los maquillajes, se trata de un preso común que inició su actividad delictiva en 1988”, dijo el periódico en un artículo publicado cinco días después del fallecimiento del albañil de 42 años de edad.
“¿Para quién la muerte es útil?”, tituló el vocero oficial su artículo, en el que condenó a gobernantes, gobiernos, organizaciones y medios de prensa que criticaron a Cuba por el deceso de Zapata, quien fue inhumado el jueves en su natal localidad de Banes, oriente de la isla.
“¿Por qué hay gobiernos que se unen a la campaña difamatoria, si saben —porque lo saben—, que en Cuba no se ejecuta, ni se tortura, ni se emplean métodos extrajudiciales?”, agregó.
“¿Por qué hay gobernantes que eluden la denuncia explícita del injusto confinamiento que sufren cinco cubanos en Estados Unidos por luchar contra el terrorismo, y se apresuran en condenar a Cuba si la presión mediática pone en peligro su imagen política?”, insistió.
La muerte de Zapata originó severas críticas de EU, la Unión Europea, España y Francia, que solicitaron la liberación de unos 200 presos políticos de acuerdo con estadísticas de la Comisión Cubana de Derechos Humanos y Reconciliación Nacional.
También la Iglesia católica de Cuba deploró como “una tragedia para todos” la muerte de Zapata, y pidió al gobierno evitar que estas situaciones se repitan con otros prisioneros cubanos.
El diario Granma, del gobernante Partido Comunista, dijo que se trata de “una muerte indeseable”, pero desacreditó a Zapata, fallecido el martes tras 85 días de huelga de hambre, al calificarlo de un delincuente común.
“En un país sin muertes extrajudiciales”, Zapata fue “conducido a la autodestrucción premeditadamente, para satisfacer necesidades políticas ajenas”, indicó el diario, y enumeró varias causas de fuero común por las que fue condenado, “en nada vinculadas a la política”.
“Pese a todos los maquillajes, se trata de un preso común que inició su actividad delictiva en 1988”, dijo el periódico en un artículo publicado cinco días después del fallecimiento del albañil de 42 años de edad.
“¿Para quién la muerte es útil?”, tituló el vocero oficial su artículo, en el que condenó a gobernantes, gobiernos, organizaciones y medios de prensa que criticaron a Cuba por el deceso de Zapata, quien fue inhumado el jueves en su natal localidad de Banes, oriente de la isla.
“¿Por qué hay gobiernos que se unen a la campaña difamatoria, si saben —porque lo saben—, que en Cuba no se ejecuta, ni se tortura, ni se emplean métodos extrajudiciales?”, agregó.
“¿Por qué hay gobernantes que eluden la denuncia explícita del injusto confinamiento que sufren cinco cubanos en Estados Unidos por luchar contra el terrorismo, y se apresuran en condenar a Cuba si la presión mediática pone en peligro su imagen política?”, insistió.
La muerte de Zapata originó severas críticas de EU, la Unión Europea, España y Francia, que solicitaron la liberación de unos 200 presos políticos de acuerdo con estadísticas de la Comisión Cubana de Derechos Humanos y Reconciliación Nacional.
También la Iglesia católica de Cuba deploró como “una tragedia para todos” la muerte de Zapata, y pidió al gobierno evitar que estas situaciones se repitan con otros prisioneros cubanos.
El Universal, 28 de febrero.
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