La Habana, 2 de enero. La Iglesia católica de Cuba expresó, con motivo de Año Nuevo, sus buenos deseos por la “buena marcha” de las reformas económicas aplicadas en el país y llamó a los cubanos a participar en ese proceso, al tiempo que externó su confianza en que el gobierno de Raúl Castro excarcelará en los próximos meses a 11 de los 52 presos políticos que aún permanecen en prisión.
El plan gubernamental de cambios promovido por el gobierno de Raúl Castro “nos implica a todos” y su éxito no sólo depende de las autoridades, “sino también de la comprensión adecuada” del pueblo, con “capacidad crítica” para expresar divergencias o modificaciones, destacó el cardenal Jaime Ortega durante la misa de inicio de año, celebrada el sábado en la catedral de La Habana.
El prelado manifestó que la celebración por el inicio de un año nuevo incluye una oración “por la buena marcha de este proceso renovador para el bien de todo el pueblo”, y externó sus buenos deseos para el pueblo y para “quienes rigen el destino de la nación”.
Las propuestas gubernamentales, que deben ser aprobadas por el congreso del Partido Comunista de Cuba en abril próximo, incluyen el despido, ya iniciado, de unos 500 mil empleados estatales, pero autorizó, en contraparte, la apertura del trabajo privado y cooperativo para darles cabida laboral.
También se contempla una ampliación de la inversión extranjera, la eliminación de subsidios y del paternalismo estatal, así como autonomía a las empresas del Estado en su gestión, en busca de eficiencia y mayor productividad.
Durante la homilía de la Jornada Mundial de la Paz, Ortega dijo confiar en que el gobierno liberará a 11 opositores de un grupo de 52 presos políticos, los cuales, a su vez, forman parte de los 75 disidentes que fueron detenidos y condenados en la llamada “primavera negra de marzo de 2003”.
“Existe la promesa clara y formal del gobierno cubano de que todos esos prisioneros serán puestos en libertad. Además tengo la certeza moral de que en los próximos meses serán puestos en libertad tanto esos prisioneros como otros de un grupo mayor de reclusos, sancionados por algún tipo de hecho relacionado con posturas o acciones políticas”, enfatizó.
En un histórico diálogo con el gobierno de la isla en mayo anterior, la Iglesia católica anunció el compromiso de las autoridades para liberar a los presos políticos en un plazo de cuatro meses a partir de julio. Desde entonces, el plazo se ha ido extendiendo sin que hayan concluido las excarcelaciones.
Los jóvenes cubanos, por otro lado, manifestaron esperanzas para 2011 y mostraron confianza en el proceso de actualización del sistema económico y social emprendido por la isla en busca de más beneficios para todos.
De acuerdo con el diario Juventud Rebelde, los jóvenes expresaron seguridad en el porvenir, con la mirada puesta en el trabajo creador, el aumento de la productividad y la superación de obstáculos.
El plan gubernamental de cambios promovido por el gobierno de Raúl Castro “nos implica a todos” y su éxito no sólo depende de las autoridades, “sino también de la comprensión adecuada” del pueblo, con “capacidad crítica” para expresar divergencias o modificaciones, destacó el cardenal Jaime Ortega durante la misa de inicio de año, celebrada el sábado en la catedral de La Habana.
El prelado manifestó que la celebración por el inicio de un año nuevo incluye una oración “por la buena marcha de este proceso renovador para el bien de todo el pueblo”, y externó sus buenos deseos para el pueblo y para “quienes rigen el destino de la nación”.
Las propuestas gubernamentales, que deben ser aprobadas por el congreso del Partido Comunista de Cuba en abril próximo, incluyen el despido, ya iniciado, de unos 500 mil empleados estatales, pero autorizó, en contraparte, la apertura del trabajo privado y cooperativo para darles cabida laboral.
También se contempla una ampliación de la inversión extranjera, la eliminación de subsidios y del paternalismo estatal, así como autonomía a las empresas del Estado en su gestión, en busca de eficiencia y mayor productividad.
Durante la homilía de la Jornada Mundial de la Paz, Ortega dijo confiar en que el gobierno liberará a 11 opositores de un grupo de 52 presos políticos, los cuales, a su vez, forman parte de los 75 disidentes que fueron detenidos y condenados en la llamada “primavera negra de marzo de 2003”.
“Existe la promesa clara y formal del gobierno cubano de que todos esos prisioneros serán puestos en libertad. Además tengo la certeza moral de que en los próximos meses serán puestos en libertad tanto esos prisioneros como otros de un grupo mayor de reclusos, sancionados por algún tipo de hecho relacionado con posturas o acciones políticas”, enfatizó.
En un histórico diálogo con el gobierno de la isla en mayo anterior, la Iglesia católica anunció el compromiso de las autoridades para liberar a los presos políticos en un plazo de cuatro meses a partir de julio. Desde entonces, el plazo se ha ido extendiendo sin que hayan concluido las excarcelaciones.
Los jóvenes cubanos, por otro lado, manifestaron esperanzas para 2011 y mostraron confianza en el proceso de actualización del sistema económico y social emprendido por la isla en busca de más beneficios para todos.
De acuerdo con el diario Juventud Rebelde, los jóvenes expresaron seguridad en el porvenir, con la mirada puesta en el trabajo creador, el aumento de la productividad y la superación de obstáculos.
La Jornada, 3 de enero.
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