Viejos amigos, nueva era

LA HABANA.- Con el PRI en el Gobierno, México fue el único país de América Latina que respaldó la recién nacida revolución cubana, votando en contra de la resolución de 1962 que suspendía la participación de la Isla en la Organización de Estados Americanos (OEA).

La diplomacia mexicana de aquellos tiempos mantenía con firmeza los principios de respeto a la soberanía nacional y de no intervención.

Según historiadores locales, el PRI en el Gobierno y el joven líder de la revolución cubana, Fidel Castro, sellaron un pacto de no intromisión por el que México se abstenía de criticar en foros internacionales al Gobierno isleño y los rebeldes cubanos en el poder, no alentarían la guerrilla de la izquierda mexicana.

Ahora los dos países se encuentran en condiciones muy diferentes a las de entonces.

Cuba se está abriendo a la iniciativa privada al momento que el PRI regresa a Los Pinos.

Yolanda Martínez corresponsal, Reforma 26 de noviembre.

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