Además del Gobierno federal, empresas transnacionales cabildean con el PRI la posibilidad de impulsar una reforma que permita a Pemex suscribir contratos de riesgo con la iniciativa privada.
En un documento entregado a dirigentes y legisladores del tricolor, las empresas señalan marcadas ventajas si se desecha el actual modelo monopólico de la paraestatal y se cambia por uno que permite la entrada de capital privado en áreas en donde la ley actual lo prohibe.
En un esquema comparativo, se incluyen dos ejercicios sobre el alcance que puede tener la reforma energética.
"Una opción es fortalecer el modelo monopólico y entregar a Pemex un nuevo mandato para enfrentar el reto.
"Una segunda opción es fortalecer a Pemex y evolucionar a un modelo de empresa estatal dominante a través de una mayor regulación y nuevas oportunidades para el sector privado", señala el texto.
La segunda propuesta contempla la posibilidad de contratos de riesgo que permitan la transferencia tecnológica, el aumento de capacidades para la extracción petrolera y la garantía de potestad del Estado sobre los recursos del subsuelo.
En el análisis se asegura que los contratos de riesgo también derivarían en una mayor recaudación fiscal, atracción de inversiones y desarrollo social, además de mantener "incólume" la soberanía y de consolidar el sector petrolero como palanca de desarrollo.
"(Habrá) mejores procesos gerenciales y aprendizajes más rápidos, reducción significativa del costo de financiamiento y de operación, así como del riesgo, y desarrollo tecnológico más acelerado", son algunas de las bondades que se señalan en caso de una apertura.
En contraste, se explica que una reforma que mantenga la exclusividad de la exploración y explotación de Pemex, tendrá consecuencias negativas.
"(Habrá) un largo periodo de desarrollo, curva de aprendizaje compleja, modelos poco atractivos para el sector privado que limitarán la capacidad y velocidad de respuesta ante estos retos, así como incremento de la estructura de costos y aumento significativo del riesgo", detalla el diagnóstico de las empresas.
Según el documento, que es analizado por integrantes de la dirigencia priista, los consensos sobre la autonomía de gestión para Pemex permitirán, a su vez, una nueva composición del Consejo de Administración, así como normas flexibles en obras públicas y en adquisiciones.
En un documento entregado a dirigentes y legisladores del tricolor, las empresas señalan marcadas ventajas si se desecha el actual modelo monopólico de la paraestatal y se cambia por uno que permite la entrada de capital privado en áreas en donde la ley actual lo prohibe.
En un esquema comparativo, se incluyen dos ejercicios sobre el alcance que puede tener la reforma energética.
"Una opción es fortalecer el modelo monopólico y entregar a Pemex un nuevo mandato para enfrentar el reto.
"Una segunda opción es fortalecer a Pemex y evolucionar a un modelo de empresa estatal dominante a través de una mayor regulación y nuevas oportunidades para el sector privado", señala el texto.
La segunda propuesta contempla la posibilidad de contratos de riesgo que permitan la transferencia tecnológica, el aumento de capacidades para la extracción petrolera y la garantía de potestad del Estado sobre los recursos del subsuelo.
En el análisis se asegura que los contratos de riesgo también derivarían en una mayor recaudación fiscal, atracción de inversiones y desarrollo social, además de mantener "incólume" la soberanía y de consolidar el sector petrolero como palanca de desarrollo.
"(Habrá) mejores procesos gerenciales y aprendizajes más rápidos, reducción significativa del costo de financiamiento y de operación, así como del riesgo, y desarrollo tecnológico más acelerado", son algunas de las bondades que se señalan en caso de una apertura.
En contraste, se explica que una reforma que mantenga la exclusividad de la exploración y explotación de Pemex, tendrá consecuencias negativas.
"(Habrá) un largo periodo de desarrollo, curva de aprendizaje compleja, modelos poco atractivos para el sector privado que limitarán la capacidad y velocidad de respuesta ante estos retos, así como incremento de la estructura de costos y aumento significativo del riesgo", detalla el diagnóstico de las empresas.
Según el documento, que es analizado por integrantes de la dirigencia priista, los consensos sobre la autonomía de gestión para Pemex permitirán, a su vez, una nueva composición del Consejo de Administración, así como normas flexibles en obras públicas y en adquisiciones.
Nota de Claudia Guerrero, Reforma, 26 de marzo.
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