“Desde el mismo momento en que una persona está al lado de un terrorista se convierte en objetivo militar”, insistió el general Padilla de León.
El jefe militar aludió al ciudadano ecuatoriano Franklin Aizalia Molina, que según las autoridades colombianas es alias Lucho, un vínculo de la guerrilla en Ecuador y que murió junto al número dos de las FARC, Raúl Reyes, alias de Luis Édgar Devia.
Los cadáveres de Reyes y el presunto Lucho fueron trasladados el día del ataque por las tropas colombianas hasta Bogotá. En tanto, en Quito, la familia de Franklin Aizalia asegura que se trata de un mecánico cerrajero y no de un guerrillero.
IMÁGENES. “Lo desarrollado hasta el momento coincide con las fotografías que tenemos desde hace tres años luego de un trabajo adelantado en coordinación con autoridades ecuatorianas, cuando este hombre colaboraba con las FARC”, aseguró Padilla de León.
Asimismo, destacó que una persona no puede ir a un campamento o tener vínculos con grupos al margen de la ley y “salir tan tranquila y con la conciencia limpia”.
De manera simultánea, el comandante del Ejército de Colombia, general Mario Montoya, aseguró que: “El muerto que pensábamos era Julián Conrado y nos dicen que es Franklin Guillermo Aizalia Molina (...) al revisar nuestros archivos nos llevamos la sorpresa que es el mismo Franklin Ponelia Molina, alias Lucho”.
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