El petróleo durará todo este siglo en México: Juan A. Bargés

Es una charla en la que el entrevistado quiere hacer añicos varios mitos.

Fue subsecretario de Hidrocarburos de la Secretaría de Energía en los gobiernos de Ernesto Zedillo y Vicente Fox; director general de Operación Energética de la misma secretaría con Miguel de la Madrid, y representante de México ante la Organización de Países Exportadores de Petróleo (OPEP). Es ingeniero químico por la UNAM (donde ha dado clases), ha sido consejero de Pemex y es especialista en temas petroleros. Con esos antecedentes, el ingeniero Juan Antonio Bargés Mestres, director del Instituto Mexicano para la Competitividad (IMCO), afirma:

“El Estado mexicano, después de 1938, a través de leyes secundarias, permitió a Pemex hacer contratos de riesgo y asociarse con el sector privado nacional. El señor inversionista exploraba, perforaba, encontraba petróleo, y le decía a Pemex: ‘es tanto; la mitad p’a ti, la mitad p’a mí, y yo me llevo lo mío’. Y a partir de 1941, en pleno Estado nacional-revolucionario, se autorizó lo mismo a petroleras extranjeras tipo Shell, Exxon, Mobil, BP, todas esas… Eso duró hasta 1958, cuando el presidente Adolfo Ruiz Cortines, en el último día de su mandato, firmó y dejó en exclusiva al Estado la exploración, la explotación, la refinación, la petroquímica básica, etcétera, todo en manos del Estado.

—Del 38 al 58, durante 20 años que hubo esos contratos de riesgo con empresas privadas nacionales y extranjeras, ¿se perjudicó el país en algún sentido?

—Para nada, es absurdo: yo no veo que el presidente Lázaro Cárdenas y el Estado hayan perdido la soberanía de México por permitir esos contratos con nacionales, primero, y con extranjeros, después. Lo que pasa es que no se habla de ello…

—Para que quede claro: ¿fue Lázaro Cárdenas el primero que permitió esa inversión privada nacional luego de la expropiación de 1938 y la elevación de ésta a rango constitucional en 1940, y después Manuel Ávila Camacho hizo lo propio en 1941 con petroleras extranjeras a través de la ley reglamentaria del artículo 27 constitucional?

—¡Claro! Ahora dicen que vamos a perder soberanía: a los que se oponen y hablan de Lázaro Cárdenas y el Estado nacional-revolucionario, yo les diría que vayan a investigar. Poca gente sabe todo esto. De hecho hay gentes muy prestigiadas en el medio político que hace cuatro años no lo sabían —yo se los expliqué—, y ahora que lo saben no dicen nada por cuestiones ideológicas (se refiere a algunos connotados priistas y perredistas)...

Mito uno. El mito del general, la expropiación petrolera, y la supuesta virginidad del Estado en cuanto a la inversión privada nacional y extranjera…


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Mito dos. El mito del “tesoro” en aguas profundas…

—Dice el gobierno que “nuestro tesoro”, el petróleo, está a más de tres mil metros de profundidad en el lecho marino y que no tenemos tecnología para extraerlo…

—Nunca lo hemos hecho. Tiene razón en que es una tecnología muy sofisticada, pero tampoco es imposible, ¿eh? Yo soy partidario de la apertura, pero tampoco podemos darle tal peso a ese argumento de que no se puede, porque habrá gente que va a decir que eso sí se va a poder, y sí se puede. Algo podremos hacer: comprar o rentar la tecnología (coincide con Cuauhtémoc Cárdenas), pero déjame comentarte algo que, por cierto, es otra distorsión, otro mito: las aguas profundas son muy importantes, coincido, y yo también creo que ahí hay mucho petróleo, pero, ¡carajo!, en tierra sólo hemos explorado… ¡20 por ciento del potencial de México! ¿Cómo se explora en tierra? Se pone dinamita, se provoca una explosión de dinamita a unos 10 metros, eso provoca una onda a varios kilómetros de profundidad, y esa onda regresa: dependiendo si hay o no hay petróleo, la velocidad de regreso es una u otra. Eso es mucho más sencillo que lo del mar…

En una amplia sala de juntas de su oficina ubicada en la céntrica colonia Anzures, Juan Antonio Bargés abunda:

“México tiene un millón 200 mil kilómetros cuadrados de sedimentos de petróleo y gas, fundamentalmente en el Golfo de México y en el litoral del Golfo de México. Eso equivale a dos veces el tamaño de España. En el mar hemos explorado únicamente 3% y en el litoral de 18 a 20%. Si no exploras ¡no va a aparecer petróleo! Y ahí viene la pregunta: ¿por qué no lo has hecho? Porque el gobierno no tiene dinero, (por eso) le quita el dinero a Pemex, y entonces Pemex no tiene para explorar… Le quita todo: Pemex tuvo, en 2007, 660 mil millones de pesos de utilidades antes de impuestos y le cobraron… ¡676 mil millones de impuestos! Entonces, queda con una pérdida de 16 mil millones de pesos en su utilidad neta. Es absurdo, es de párvulo…”

El ingeniero concluye con el segundo mito: “Lo que quieren es acabar de ordeñar Pemex, porque 40% de las finanzas siguen petrolizadas… Pemex sí tiene dinero, pero ese es el asunto: se lo quitan todo. Ha sido una estrategia de gobierno y el Estado será responsable de esta crisis que vamos a empezar a atravesar por la falta de energéticos que tenemos que estar importando (gasolina y gas)”.


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Tercer mito. El mito de que se va a acabar el petróleo…

—El petróleo, con exploración o sin exploración, se va a acabar un día, ¿no?

—Otro mito. En México va a durar. Todo este siglo va a durar… Ni tú ni yo, ni nuestros tataranietos vamos a estar cuando se acabe: ve todo lo que falta por explorar: 80% en tierra y 97% en agua…


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El experto en temas petroleros finaliza: “Lo que tiene que entender la gente es quién es el dueño del petróleo o del gas que se extrae: es de Pemex. Hoy, el otro que invierte, nacional o extranjero, no se lleva ni una pizca p’a su casa”. El ingeniero acepta la ilustración que le sugiere el reportero:

—Es como contratar un inverosímil buzo, éste bucea, halla lo tuyo, lo desentierra, le pagas muy caro, y ya. Punto.

—Exacto —coincide.
Entrevista de Juan Pablo Becerra Acosta, Milenio, 27 de marzo.

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