Andrés Manuel López Obrador llamó a sus seguidores en todo el país a estar en alerta permanente para actuar de inmediato y poner en marcha el plan de resistencia civil pacífica, en caso de que se presente la iniciativa de reforma energética el próximo martes.
“Debemos estar muy alertas para actuar de inmediato”, refrendó el tabasqueño al comentar: “Tenemos información de que pretenden presentar la iniciativa el 25 de de marzo, el martes próximo; por eso los convoco a que ese día celebremos, a las cinco de la tarde, una asamblea en esta plaza pública”.
Y como si ya se tratara de un hecho que se va a presentar la iniciativa y al mismo tiempo iniciar las acciones de resistencia civil con el cerco a las cámaras del Congreso, López Obrador puso énfasis en que todas las acciones contra la privatización del petróleo se harán en el contexto “de la resistencia civil pacífica”.
Alertó: “Cuidado con los provocadores infiltrados del gobierno usurpador. Ellos van a buscar pretextos para el uso de la fuerza y para su campaña de desprestigio en los medios de comunicación”.
Ante ese panorama, el ex jefe de Gobierno llamó a organizarse bien para “ayudar todos a evitar la provocación y la violencia”, y en un mensaje dirigido a “los que actúan con extremismo”, pidió “entender que lo que vamos a hacer pacíficamente es noble, responsable y eficaz”, y por lo mismo “debemos evitar caer en la trampa de la violencia, porque eso sería ayudar a nuestros adversarios”.
Insistió en que si se entrega el petróleo no habrá forma de mejorar las condiciones de vida del pueblo y se estaría cancelando la posibilidad de transformar a México por la vía pacífica; el despojo del petróleo dejaría latente el riesgo de una confrontación violenta, lo que puede llevar a la inestabilidad política y social.
“Hay que recordar que, desde la expropiación hasta nuestros días, el petróleo ha sido un instrumento de paz y estabilidad política, precisamente porque ha estado en manos de la nación.”
“No importa el desgaste”
Ante un Zócalo que congregó gente a la mitad de su capacidad, y acompañado por colaboradores, dirigentes partidistas, miembros de la Convención Nacional Democrática y del Movimiento por la Defensa del Petróleo, así como por el jefe de Gobierno del Distrito Federal, Marcelo Ebrard, López Obrador subrayó que las movilizaciones, primero en la capital del país y luego a escala nacional, comenzarán en el mismo momento “en que se presente la iniciativa de reforma a las leyes para privatizar el petróleo”.
Refrendó que “los legisladores también están organizados, atentos y dispuestos para llevar a cabo” lo que corresponda.
Los que se está viviendo, dijo, son momentos definitorios para la vida pública. “Y ya sabemos que se nos vendrán encima con sus campañas de desprestigio en los medios; nos llamarán alborotadores, violentos, intransigentes; dirán que queremos que le vaya mal al país y volverán a decir que somos un peligro para México.
“Pero no debemos preocuparnos por esas vulgares campañas. Actuemos con convicción, guiados por valores más elevados que nuestras aspiraciones personales.
“No importa que nos desgastemos políticamente si logramos mantener bajo dominio de la nación nuestros recursos naturales.”
Para López Obrador, si se permitiera la privatización del petróleo, “dejaríamos de ser un país libre y soberano”, pero “los más tenaces violadores de la Constitución y las leyes insisten en ese objetivo, porque desde el sector energético se hacen jugosos negocios al amparo del poder público y mediante el tráfico de influencias.
“Es el caso de Juan Camilo Mouriño, secretario de Gobernación, quien armó toda una red de complicidades con personajes que ocupan puestos clave al interior de Pemex y en otras entidades del gobierno federal”; pero lo más grave de todo, resaltó, “es la identidad de quien propicia ese tipo de negocios: Felipe Calderón.
“Él es el principal promotor de las relaciones con las empresas extranjeras vinculadas al sector energético, incluso el primer contrato de servicios múltiples que se otorgó a una empresa extranjera, violando la Constitución, se suscribió cuando Calderón era secretario de Energía y presidente del Consejo de Administración de Pemex.”
López Obrador recordó que precisamente en la época de Porfirio Díaz sus familiares y más cercanos colaboradores eran socios de las compañías petroleras extranjeras: Enrique Creel, ministro de Relaciones Exteriores, era consejero de la petrolera El Águila, lo mismo que Porfirio Díaz hijo.
El suegro y la esposa del dictador eran accionistas de esa misma compañía. “Es más, el dueño de El Águila le regaló acciones a Díaz, quien después las vendió en París, durante su destierro”.
López Obrador reiteró las tres razones por las cuales está en contra de la privatización del petróleo: porque queremos vivir en paz y ésta es fruto de la justicia, porque sería una violación infame a la Constitución de la República y porque detrás de la privatización está el interés de un grupo para hacer negocios privados al amparo del poder público.
- Claves
Dirigentes
• La privatización de Pemex “es promovida por gente que se otorga contratos a sí misma, como funcionarios a los que luego reciben como empresarios”, como “el secretario de Gobernación y el círculo cercano al presidente Felipe Calderón”, afirmó Leonel Cota, dirigente nacional del PRD.
• De acuerdo con el líder perredista, se trata de “vulgares traficantes de influencias que se atreven a decir que robar no sólo es legal, sino ético”, aquellos que han manifestado que para salvar a Pemex se requiere privatizarlo a través de la modificación de leyes secundarias, las cuales no pueden cambiar las disposiciones constitucionales.
• Los dirigentes del PT, Alberto Anaya, y de Convergencia, Luis Maldonado, dieron su voto de confianza a las acciones planeadas por la dirigencia del Movimiento Nacional en Defensa del Petreóleo antes de ser anunciadas.
“Debemos estar muy alertas para actuar de inmediato”, refrendó el tabasqueño al comentar: “Tenemos información de que pretenden presentar la iniciativa el 25 de de marzo, el martes próximo; por eso los convoco a que ese día celebremos, a las cinco de la tarde, una asamblea en esta plaza pública”.
Y como si ya se tratara de un hecho que se va a presentar la iniciativa y al mismo tiempo iniciar las acciones de resistencia civil con el cerco a las cámaras del Congreso, López Obrador puso énfasis en que todas las acciones contra la privatización del petróleo se harán en el contexto “de la resistencia civil pacífica”.
Alertó: “Cuidado con los provocadores infiltrados del gobierno usurpador. Ellos van a buscar pretextos para el uso de la fuerza y para su campaña de desprestigio en los medios de comunicación”.
Ante ese panorama, el ex jefe de Gobierno llamó a organizarse bien para “ayudar todos a evitar la provocación y la violencia”, y en un mensaje dirigido a “los que actúan con extremismo”, pidió “entender que lo que vamos a hacer pacíficamente es noble, responsable y eficaz”, y por lo mismo “debemos evitar caer en la trampa de la violencia, porque eso sería ayudar a nuestros adversarios”.
Insistió en que si se entrega el petróleo no habrá forma de mejorar las condiciones de vida del pueblo y se estaría cancelando la posibilidad de transformar a México por la vía pacífica; el despojo del petróleo dejaría latente el riesgo de una confrontación violenta, lo que puede llevar a la inestabilidad política y social.
“Hay que recordar que, desde la expropiación hasta nuestros días, el petróleo ha sido un instrumento de paz y estabilidad política, precisamente porque ha estado en manos de la nación.”
“No importa el desgaste”
Ante un Zócalo que congregó gente a la mitad de su capacidad, y acompañado por colaboradores, dirigentes partidistas, miembros de la Convención Nacional Democrática y del Movimiento por la Defensa del Petróleo, así como por el jefe de Gobierno del Distrito Federal, Marcelo Ebrard, López Obrador subrayó que las movilizaciones, primero en la capital del país y luego a escala nacional, comenzarán en el mismo momento “en que se presente la iniciativa de reforma a las leyes para privatizar el petróleo”.
Refrendó que “los legisladores también están organizados, atentos y dispuestos para llevar a cabo” lo que corresponda.
Los que se está viviendo, dijo, son momentos definitorios para la vida pública. “Y ya sabemos que se nos vendrán encima con sus campañas de desprestigio en los medios; nos llamarán alborotadores, violentos, intransigentes; dirán que queremos que le vaya mal al país y volverán a decir que somos un peligro para México.
“Pero no debemos preocuparnos por esas vulgares campañas. Actuemos con convicción, guiados por valores más elevados que nuestras aspiraciones personales.
“No importa que nos desgastemos políticamente si logramos mantener bajo dominio de la nación nuestros recursos naturales.”
Para López Obrador, si se permitiera la privatización del petróleo, “dejaríamos de ser un país libre y soberano”, pero “los más tenaces violadores de la Constitución y las leyes insisten en ese objetivo, porque desde el sector energético se hacen jugosos negocios al amparo del poder público y mediante el tráfico de influencias.
“Es el caso de Juan Camilo Mouriño, secretario de Gobernación, quien armó toda una red de complicidades con personajes que ocupan puestos clave al interior de Pemex y en otras entidades del gobierno federal”; pero lo más grave de todo, resaltó, “es la identidad de quien propicia ese tipo de negocios: Felipe Calderón.
“Él es el principal promotor de las relaciones con las empresas extranjeras vinculadas al sector energético, incluso el primer contrato de servicios múltiples que se otorgó a una empresa extranjera, violando la Constitución, se suscribió cuando Calderón era secretario de Energía y presidente del Consejo de Administración de Pemex.”
López Obrador recordó que precisamente en la época de Porfirio Díaz sus familiares y más cercanos colaboradores eran socios de las compañías petroleras extranjeras: Enrique Creel, ministro de Relaciones Exteriores, era consejero de la petrolera El Águila, lo mismo que Porfirio Díaz hijo.
El suegro y la esposa del dictador eran accionistas de esa misma compañía. “Es más, el dueño de El Águila le regaló acciones a Díaz, quien después las vendió en París, durante su destierro”.
López Obrador reiteró las tres razones por las cuales está en contra de la privatización del petróleo: porque queremos vivir en paz y ésta es fruto de la justicia, porque sería una violación infame a la Constitución de la República y porque detrás de la privatización está el interés de un grupo para hacer negocios privados al amparo del poder público.
- Claves
Dirigentes
• La privatización de Pemex “es promovida por gente que se otorga contratos a sí misma, como funcionarios a los que luego reciben como empresarios”, como “el secretario de Gobernación y el círculo cercano al presidente Felipe Calderón”, afirmó Leonel Cota, dirigente nacional del PRD.
• De acuerdo con el líder perredista, se trata de “vulgares traficantes de influencias que se atreven a decir que robar no sólo es legal, sino ético”, aquellos que han manifestado que para salvar a Pemex se requiere privatizarlo a través de la modificación de leyes secundarias, las cuales no pueden cambiar las disposiciones constitucionales.
• Los dirigentes del PT, Alberto Anaya, y de Convergencia, Luis Maldonado, dieron su voto de confianza a las acciones planeadas por la dirigencia del Movimiento Nacional en Defensa del Petreóleo antes de ser anunciadas.
Nota de Heliodoro Cárdenas, Alejandro Moreno y Jesús Sánchez, Milenio, 19 de marzo.
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