El gobierno federal considera que la mejor alternativa para atenuar de manera importante el cuello de botella que representa el Sistema Nacional de Refinación es la construcción de tres refinerías.
Documentos base de los estudios técnicos y de factibilidad que elabora Pemex y la Secretaria de Energía (Sener), y a los cuales tuvo acceso EL UNIVERSAL, revelan que de tres posibles escenarios que se analizan, el que más ventajas representa y que constituye la visión de Pemex Refinación hacia 2012, es el que contempla la construcción de tres complejos que producirían en conjunto 650 mil barriles diarios adicionales de petrolíferos (gasolinas, diesel y turbosina) y que tenativamente tendrían que estar operando al final de la presente administración.
Una refinería, explican, tendría una mejora operativa del área de refinación, pero de poco serviría para resolver la limitada capacidad del sistema para producir la creciente demanda de combustibles que ha registrado el país en los últimos años.
Los técnicos y especialistas que trabajan desde 2004 los estudios de factibilidad de la ampliación del sistema de refinación, plantean que las nuevas refinerías serían construidas en zonas aledañas a las actuales o en puntos que permitan integrar toda la infraestructura que se emplea para transformar el crudo, producir petrolíferos, transportarlos, distribuirlos y comercializarlos.
Los documentos señalan que la inversión requerida sería de poco más de 90 mil millones de pesos, cifra similar a la que Sener maneja en el diagnóstico que entrego a los legisladores y donde menciona inversiones entre 7 mil y 9 mil millones de dólares, recursos que se obtendrían aplicando el esquema de inversión financiada Pidiregas.
El primer escenario que se analiza es de mantener el esquema actual, es decir, el que sólo incluye inversiones anuales necesarias para mantener la operación, la reconfiguración de Minatitlán y los proyectos para mejorar la calidad de los combustibles.
Este escenario, según los especialistas del sector, “no se considera viable porque representaría una situación que compromete el futuro desarrollo de Pemex Refinación y del país”.
El segundo escenario se centra en la atención de la demanda interna y contempla la construcción de una nueva refinería con capacidad de 150 mil barriles diarios, que costaría poco más de 25 mil millones de pesos.
Esta refinería fue propuesta en 2004 y se esperaba que entrara en operación este año; sin embargo, la falta de recursos provocó que se perdieran cuatro años.
Pero los especialistas de la petrolera aseguran que a pesar del incremento de la capacidad por las reconfiguraciones de Salina Cruz, Tula y Salamanca, así como por la nueva refinería, la producción esperada resultaría “insuficiente para abastecer la demanda nacional”.
El tercer escenario plantea la construcción de tres nuevas refinerías con capacidad para procesar crudo Maya (pesado) de 650 mil barriles, lo que incrementaría la capacidad de proceso del sistema en 40% para alcanzar la cifra de 2 millones 245 mil barriles diarios (actualmente es de 1.5 millones).
La inversión para este escenario es de más de 271 mil millones de peso anuales, que incluye una inversión de 90 mil millones para las tres refinerías y el resto para los proyectos operacionales como las reconfiguraciones de Minatitlán, Salina Cruz, residuales Tula y Salamanca.
Documentos base de los estudios técnicos y de factibilidad que elabora Pemex y la Secretaria de Energía (Sener), y a los cuales tuvo acceso EL UNIVERSAL, revelan que de tres posibles escenarios que se analizan, el que más ventajas representa y que constituye la visión de Pemex Refinación hacia 2012, es el que contempla la construcción de tres complejos que producirían en conjunto 650 mil barriles diarios adicionales de petrolíferos (gasolinas, diesel y turbosina) y que tenativamente tendrían que estar operando al final de la presente administración.
Una refinería, explican, tendría una mejora operativa del área de refinación, pero de poco serviría para resolver la limitada capacidad del sistema para producir la creciente demanda de combustibles que ha registrado el país en los últimos años.
Los técnicos y especialistas que trabajan desde 2004 los estudios de factibilidad de la ampliación del sistema de refinación, plantean que las nuevas refinerías serían construidas en zonas aledañas a las actuales o en puntos que permitan integrar toda la infraestructura que se emplea para transformar el crudo, producir petrolíferos, transportarlos, distribuirlos y comercializarlos.
Los documentos señalan que la inversión requerida sería de poco más de 90 mil millones de pesos, cifra similar a la que Sener maneja en el diagnóstico que entrego a los legisladores y donde menciona inversiones entre 7 mil y 9 mil millones de dólares, recursos que se obtendrían aplicando el esquema de inversión financiada Pidiregas.
El primer escenario que se analiza es de mantener el esquema actual, es decir, el que sólo incluye inversiones anuales necesarias para mantener la operación, la reconfiguración de Minatitlán y los proyectos para mejorar la calidad de los combustibles.
Este escenario, según los especialistas del sector, “no se considera viable porque representaría una situación que compromete el futuro desarrollo de Pemex Refinación y del país”.
El segundo escenario se centra en la atención de la demanda interna y contempla la construcción de una nueva refinería con capacidad de 150 mil barriles diarios, que costaría poco más de 25 mil millones de pesos.
Esta refinería fue propuesta en 2004 y se esperaba que entrara en operación este año; sin embargo, la falta de recursos provocó que se perdieran cuatro años.
Pero los especialistas de la petrolera aseguran que a pesar del incremento de la capacidad por las reconfiguraciones de Salina Cruz, Tula y Salamanca, así como por la nueva refinería, la producción esperada resultaría “insuficiente para abastecer la demanda nacional”.
El tercer escenario plantea la construcción de tres nuevas refinerías con capacidad para procesar crudo Maya (pesado) de 650 mil barriles, lo que incrementaría la capacidad de proceso del sistema en 40% para alcanzar la cifra de 2 millones 245 mil barriles diarios (actualmente es de 1.5 millones).
La inversión para este escenario es de más de 271 mil millones de peso anuales, que incluye una inversión de 90 mil millones para las tres refinerías y el resto para los proyectos operacionales como las reconfiguraciones de Minatitlán, Salina Cruz, residuales Tula y Salamanca.
Nota de Noé Cruz Serrano, El Universal, 25 de marzo.
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