BOGOTÁ/SAN JOSÉ/QUITO (EFE y DPA).— El presidente colombiano Álvaro Uribe instó ayer a los grupos armados de su país a negociar la paz “con buena fe..., rápido, sin cálculo, sin malicia”, pero sin que “nos crean bobos”.
Uribe invitó así a los grupos violentos de su país desde Popayán, capital del departamento del Cauca (suroeste), donde encabezó un consejo comunal de gobierno.
“Desde Popayán, en esta víspera de Semana Santa, les queremos decir que ojalá hagan una reflexión y que estamos dispuestos a negociar la paz”, sostuvo el jefe de Estado.
Indicó que, históricamente, Colombia ha sido generoso con quienes han delinquido, “a los cuales han perdonado siempre”.
El mandatario también destacó que desde agosto de 2002, cuando inició su primer periodo de gobierno, hasta ahora “se han desmovilizado 46 mil personas: alrededor de 12 mil guerrilleros y los otros, paramilitares”, a quienes, aseguró, “se les ha tratado con mucha generosidad”.
“El pueblo colombiano no sabe odiar. Lo que pasa es que se estaba confundiendo la generosidad del pueblo colombiano, su ausencia de odio, su capacidad de perdonar, con debilidad. Y ese es el camino que enmendamos”, aclaró.
El jefe de Estado señaló: “Una cosa es perdonar y otra cosa es que crean que somos tontos. Una cosa es tenderles la mano a guerrilleros y paramilitares y otra cosa es que crean que nos van a seguir engañando”.
“Bobos no. De ninguna manera. Estamos muy creciditos. Y hemos sufrido mucho”, sostuvo.
“Si quieren hacer la paz, para nosotros mejor. Estamos listos. Aquí hay toda la disposición, sin odio, para arreglar con estos grupos”, reiteró.
Asimismo, puntualizó: “Si tienen buena fe, hablando poquito, nos sentamos y negociamos. Pero tienen que hacer esa apuesta ellos, porque el pueblo colombiano siempre la ha hecho”.
Mientras tanto, la policía antidrogas de Costa Rica seguía ayer el rastro para determinar la procedencia de medio millón de dólares decomisados el viernes en las afueras de la capital costarricense, que presuntamente pertenecían al grupo guerrillero colombiano FARC.
Según fuentes policiales, el hallazgo habría sido posible gracias a información proporcionada por el Departamento Administrativo de Seguridad (DAS, servicio secreto) de Colombia a las autoridades de Costa Rica.
De acuerdo con tales versiones, la ubicación del dinero estaba registrada en una de las computadoras de Raúl Reyes, el segundo al mando de las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC), ultimado por el Ejército colombiano durante la incursión lanzada en territorio ecuatoriano el pasado 1 de marzo.
El dinero fue encontrado dentro de una caja de seguridad, en el patio trasero de la vivienda.
El dueño de la vivienda es un ciudadano español, casado con una costarricense, que se encontraba fuera del país en el momento del allanamiento del lugar, dijo la prensa local.
Ayer la Fiscalía colombiana informó ayer que el cadáver de Reyes fue inhumado en un sitio secreto por su avanzado estado de descomposición. El fiscal general Mario Iguarán dijo que se adoptó la decisión de enterrarlo en un sitio secreto “por razones de salubridad y de seguridad”, después de que ninguna persona con lazos de consanguinidad se presentó a reclamar el cadáver.
Una mujer de una comunidad religiosa se presentó inicialmente al Instituto de Ciencias Forenses de Bogotá a reclamar el cadáver y después la primera esposa del extinto líder guerrillero, pero las autoridades no autorizaron la entrega porque no tenían lazos de consanguinidad, como lo exige la ley.
Uribe invitó así a los grupos violentos de su país desde Popayán, capital del departamento del Cauca (suroeste), donde encabezó un consejo comunal de gobierno.
“Desde Popayán, en esta víspera de Semana Santa, les queremos decir que ojalá hagan una reflexión y que estamos dispuestos a negociar la paz”, sostuvo el jefe de Estado.
Indicó que, históricamente, Colombia ha sido generoso con quienes han delinquido, “a los cuales han perdonado siempre”.
El mandatario también destacó que desde agosto de 2002, cuando inició su primer periodo de gobierno, hasta ahora “se han desmovilizado 46 mil personas: alrededor de 12 mil guerrilleros y los otros, paramilitares”, a quienes, aseguró, “se les ha tratado con mucha generosidad”.
“El pueblo colombiano no sabe odiar. Lo que pasa es que se estaba confundiendo la generosidad del pueblo colombiano, su ausencia de odio, su capacidad de perdonar, con debilidad. Y ese es el camino que enmendamos”, aclaró.
El jefe de Estado señaló: “Una cosa es perdonar y otra cosa es que crean que somos tontos. Una cosa es tenderles la mano a guerrilleros y paramilitares y otra cosa es que crean que nos van a seguir engañando”.
“Bobos no. De ninguna manera. Estamos muy creciditos. Y hemos sufrido mucho”, sostuvo.
“Si quieren hacer la paz, para nosotros mejor. Estamos listos. Aquí hay toda la disposición, sin odio, para arreglar con estos grupos”, reiteró.
Asimismo, puntualizó: “Si tienen buena fe, hablando poquito, nos sentamos y negociamos. Pero tienen que hacer esa apuesta ellos, porque el pueblo colombiano siempre la ha hecho”.
Mientras tanto, la policía antidrogas de Costa Rica seguía ayer el rastro para determinar la procedencia de medio millón de dólares decomisados el viernes en las afueras de la capital costarricense, que presuntamente pertenecían al grupo guerrillero colombiano FARC.
Según fuentes policiales, el hallazgo habría sido posible gracias a información proporcionada por el Departamento Administrativo de Seguridad (DAS, servicio secreto) de Colombia a las autoridades de Costa Rica.
De acuerdo con tales versiones, la ubicación del dinero estaba registrada en una de las computadoras de Raúl Reyes, el segundo al mando de las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC), ultimado por el Ejército colombiano durante la incursión lanzada en territorio ecuatoriano el pasado 1 de marzo.
El dinero fue encontrado dentro de una caja de seguridad, en el patio trasero de la vivienda.
El dueño de la vivienda es un ciudadano español, casado con una costarricense, que se encontraba fuera del país en el momento del allanamiento del lugar, dijo la prensa local.
Ayer la Fiscalía colombiana informó ayer que el cadáver de Reyes fue inhumado en un sitio secreto por su avanzado estado de descomposición. El fiscal general Mario Iguarán dijo que se adoptó la decisión de enterrarlo en un sitio secreto “por razones de salubridad y de seguridad”, después de que ninguna persona con lazos de consanguinidad se presentó a reclamar el cadáver.
Una mujer de una comunidad religiosa se presentó inicialmente al Instituto de Ciencias Forenses de Bogotá a reclamar el cadáver y después la primera esposa del extinto líder guerrillero, pero las autoridades no autorizaron la entrega porque no tenían lazos de consanguinidad, como lo exige la ley.
Nota de El Universal, 16 de marzo.
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