La caravana Paso a paso hacia la paz concluirá con éxito, aseguraron Elvira Arellano y Rubén Figueroa, representantes del movimiento de protesta al término de un acto en la comunidad zapoteca de Chahuites, donde más de 300 personas se solidarizaron con los indocumentados, a quienes les pidieron perdón por los abusos que se han cometido en su contra.
Arellano y Figueroa aseguraron que la presencia de Juan Sabines y Gabino Cué, gobernadores de Chiapas y Oaxaca, respectivamente, no es tan significativa como la del pueblo, que salió con flores blancas, mantas y pancartas para mostrar su apoyo.
Las mujeres zapotecas de esta localidad lloraron en silencio, en medio de discursos de políticos, diputados y funcionarios oaxaqueños. Molesto por estas acciones, Figueroa dijo que “Sabines y Cué vinieron por la presión; ellas, las madres, los niños, los hombres de Chahuites, vinieron por la indignación que les causa el que se atropelle a los migrantes, a nuestros hermanos, por los abusos y secuestros de que son víctimas”.
Por su parte, Gabino Cué se comprometió a garantizar la seguridad de inmigrantes y defensores de los derechos humanos que integran la caravana.
En dos autobuses de la línea de transportes Rápidos del Sur, los gobiernos de Oaxaca y Chiapas trasladaron a los inmigrantes a la ciudad de Ixtepec con un fuerte operativo de seguridad.
En un hecho insólito, los efectivos del Instituto Nacional de Migración (INM) destacamentados en la caseta de San Pedro Tapanatepec, cuando vieron la caravana se apartaron, los saludaron y pidieron autorización para entregarles agua y vasitos de sopa instantánea. A las 16:15 la caravana cruzó el primer punto de revisión migratorio, sin que los indocumentados pudieran ocultar su alegría.
Al respecto, el sacerdote y representante de la Pastoral de la Movilidad Humana Pacífico Sur, Alejandro Solalinde Guerra, dijo de manera emotiva: “Hoy sí viajan con dignidad nuestros hermanos migrantes”.
Una vez que los integrantes de la caravana cene y descanse en Ixtepec, cada uno tomará un camino diferente. Aunque la mayoría viaja por la ruta del Golfo, una buena parte cruzarán el municipio de San Fernando, Tamaulipas, donde presuntos miembros del crimen organizado asesinaron a 72 centroamericanos.
Respaldaron a la causa
El gobernador de Chiapas, Juan Sabines Guerrero, acudió al albergue del Señor de la Misericordia, en el municipio de Arriaga, donde saludó la causa de los padres Alejandro Solalinde y Heyman Vázquez, activistas a favor de los derechos humanos de migrantes.
Ante la presencia de más de 80 migrantes que esperaban la salida de la caravana Paso a paso hacia la paz, el mandatario chiapaneco comentó que en Chiapas no existe la palabra ilegal.
“Estoy aquí para refrendar el saludo y el respeto a una lucha que desde hace muchos años el padre Alejandro ha emprendido por los derechos humanos y especialmente los migrantes”, dijo.
Reiteró que en Chiapas “creemos que se debe gobernar para todos, que no sólo se debe gobernar para los que son los que nacen en Chiapas o los que están aquí de manera permanente, y gobernar significa garantizar los derechos de las personas, de los seres humanos, creemos profundamente en esa causa”.
Por su parte, el padre Alejandro Solalinde reconoció el trabajo del gobernador a favor de los migrantes. Sabines platicó con centroamericanos que participan en la marcha, a quienes los convocó a la denuncia. (Chiapas. Redacción)
Oaxaca. Juan García Davish y Óscar Rodríguez, Milenio, 9 de enero.
Arellano y Figueroa aseguraron que la presencia de Juan Sabines y Gabino Cué, gobernadores de Chiapas y Oaxaca, respectivamente, no es tan significativa como la del pueblo, que salió con flores blancas, mantas y pancartas para mostrar su apoyo.
Las mujeres zapotecas de esta localidad lloraron en silencio, en medio de discursos de políticos, diputados y funcionarios oaxaqueños. Molesto por estas acciones, Figueroa dijo que “Sabines y Cué vinieron por la presión; ellas, las madres, los niños, los hombres de Chahuites, vinieron por la indignación que les causa el que se atropelle a los migrantes, a nuestros hermanos, por los abusos y secuestros de que son víctimas”.
Por su parte, Gabino Cué se comprometió a garantizar la seguridad de inmigrantes y defensores de los derechos humanos que integran la caravana.
En dos autobuses de la línea de transportes Rápidos del Sur, los gobiernos de Oaxaca y Chiapas trasladaron a los inmigrantes a la ciudad de Ixtepec con un fuerte operativo de seguridad.
En un hecho insólito, los efectivos del Instituto Nacional de Migración (INM) destacamentados en la caseta de San Pedro Tapanatepec, cuando vieron la caravana se apartaron, los saludaron y pidieron autorización para entregarles agua y vasitos de sopa instantánea. A las 16:15 la caravana cruzó el primer punto de revisión migratorio, sin que los indocumentados pudieran ocultar su alegría.
Al respecto, el sacerdote y representante de la Pastoral de la Movilidad Humana Pacífico Sur, Alejandro Solalinde Guerra, dijo de manera emotiva: “Hoy sí viajan con dignidad nuestros hermanos migrantes”.
Una vez que los integrantes de la caravana cene y descanse en Ixtepec, cada uno tomará un camino diferente. Aunque la mayoría viaja por la ruta del Golfo, una buena parte cruzarán el municipio de San Fernando, Tamaulipas, donde presuntos miembros del crimen organizado asesinaron a 72 centroamericanos.
Respaldaron a la causa
El gobernador de Chiapas, Juan Sabines Guerrero, acudió al albergue del Señor de la Misericordia, en el municipio de Arriaga, donde saludó la causa de los padres Alejandro Solalinde y Heyman Vázquez, activistas a favor de los derechos humanos de migrantes.
Ante la presencia de más de 80 migrantes que esperaban la salida de la caravana Paso a paso hacia la paz, el mandatario chiapaneco comentó que en Chiapas no existe la palabra ilegal.
“Estoy aquí para refrendar el saludo y el respeto a una lucha que desde hace muchos años el padre Alejandro ha emprendido por los derechos humanos y especialmente los migrantes”, dijo.
Reiteró que en Chiapas “creemos que se debe gobernar para todos, que no sólo se debe gobernar para los que son los que nacen en Chiapas o los que están aquí de manera permanente, y gobernar significa garantizar los derechos de las personas, de los seres humanos, creemos profundamente en esa causa”.
Por su parte, el padre Alejandro Solalinde reconoció el trabajo del gobernador a favor de los migrantes. Sabines platicó con centroamericanos que participan en la marcha, a quienes los convocó a la denuncia. (Chiapas. Redacción)
Oaxaca. Juan García Davish y Óscar Rodríguez, Milenio, 9 de enero.
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