Alejandro Solalinde Guerra, defensor de los derechos humanos de los migrantes centroamericanos, denunció ante la Subprocuraduría de Investigación Especializada en Delincuencia Organizada (SIEDO) que los secuestros en Oaxaca se deben a la corrupción y complicidad de las autoridades estatales con el crimen organizado, y a la llegada de maras a México.
En Ixtepec, afirma Solalinde, hay maras: “Son 25 y los puedo ubicar”.
El sacerdote lleva declarando tres días ante la SIEDO, porque asegura que cuenta con información para detener estos actos delictivos. “Los Zetas son los jefes, los maras son los operativos y la mafia local, los cómplices, los que limpian y borran la evidencia; ellos están muy organizados”, dijo el coordinador del albergue Hermanos del Camino, que ayuda a migrantes.
—¿A qué le llama usted la mafia local?
—La mafia local que dejó el desastroso gobierno de Ulises Ruiz Ortiz, me refiero a la corporación de policías corrupta o servidores públicos (en Oaxaca).
Solalinde aceptó la protección de la Procuraduría General de la República porque ha recibido amenazas.
Afirma que el líder de la “familia de los sicarios” lo mandó llamar el 20 de diciembre para decirle “así que usted es el famoso padre Solalinde; sólo quería conocerlo. Y se fue. Era fornido, pelón; tiene el tipo de zeta”.
Solalinde Guerra relató en entrevista telefónica con EL UNIVERSAL que a la subprocuraduría ha dicho lo mismo que a los medios de comunicación: “Yo sé quién es ese grupo asociado, así le voy a llamar, es un grupo asociado. En primer lugar están los Maras M13, que se asentaron hace unos meses, yo pude ver cómo iban llegando hasta ser 25 elementos, que es mucho”.
Según Solalinde quien decida enrolarse en la delincuencia organizada gana mil pesos sólo por “marcar” a un prospecto para secuestrar.
—¿No le da miedo saber (de estos movimientos)?
—Ellos (los criminales) apuestan al miedo. El miedo paraliza, yo ya lo superé.
En Ixtepec, afirma Solalinde, hay maras: “Son 25 y los puedo ubicar”.
El sacerdote lleva declarando tres días ante la SIEDO, porque asegura que cuenta con información para detener estos actos delictivos. “Los Zetas son los jefes, los maras son los operativos y la mafia local, los cómplices, los que limpian y borran la evidencia; ellos están muy organizados”, dijo el coordinador del albergue Hermanos del Camino, que ayuda a migrantes.
—¿A qué le llama usted la mafia local?
—La mafia local que dejó el desastroso gobierno de Ulises Ruiz Ortiz, me refiero a la corporación de policías corrupta o servidores públicos (en Oaxaca).
Solalinde aceptó la protección de la Procuraduría General de la República porque ha recibido amenazas.
Afirma que el líder de la “familia de los sicarios” lo mandó llamar el 20 de diciembre para decirle “así que usted es el famoso padre Solalinde; sólo quería conocerlo. Y se fue. Era fornido, pelón; tiene el tipo de zeta”.
Solalinde Guerra relató en entrevista telefónica con EL UNIVERSAL que a la subprocuraduría ha dicho lo mismo que a los medios de comunicación: “Yo sé quién es ese grupo asociado, así le voy a llamar, es un grupo asociado. En primer lugar están los Maras M13, que se asentaron hace unos meses, yo pude ver cómo iban llegando hasta ser 25 elementos, que es mucho”.
Según Solalinde quien decida enrolarse en la delincuencia organizada gana mil pesos sólo por “marcar” a un prospecto para secuestrar.
—¿No le da miedo saber (de estos movimientos)?
—Ellos (los criminales) apuestan al miedo. El miedo paraliza, yo ya lo superé.
Elena Michel, El Universal, 29 de diciembre.
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