Promete Oposición dar guerra a Chávez

CARACAS.- La nueva Asamblea Nacional venezolana entró en funciones ayer bajo el dominio de la bancada oficialista, que, aunque contará con la mayoría de los escaños, deberá convivir con un bloque opositor que busca arrebatarle la presidencia a Hugo Chávez en las elecciones de 2012.

"El grito de democracia, de libertad, de paz y de cambio va a retumbar todo el territorio nacional en el año 2012", dijo el diputado opositor Alfonso Marquina en nombre de la Oposición.

"Ustedes (oficialistas) dicen que son mayoría, pero sólo aquí, no en la calle (...) Su pretensión de discriminar a un pueblo que reclama y exige ha hecho que cada vez sean menos. El pueblo habló y va a seguir hablando", añadió.

En las elecciones legislativas de septiembre pasado, la coalición opositora obtuvo 5.31 millones de votos, y el Partido Socialista Unido de Venezuela (PSUV), 5.39 millones, pero éste consiguió más diputaciones debido a una ley que otorgó cupos adicionales a la coalición más votada y al voto rural, que suele favorecer al chavismo.

La nueva conformación del Congreso marca el regreso de la Oposición al debate legislativo, del que estuvo alejado luego de no presentarse en los comicios de 2005 alegando supuestas irregularidades, lo que abrió el camino al oficialismo para controlar casi la totalidad de los 165 escaños.

A partir de ahora, el PSUV contará con 98 diputados. La Oposición, conformada por Mesa de la Unidad Democrática -65- y Patria para Todos -2-, tendrá 67 curules.

El inicio de la nueva legislatura estuvo marcado por una primera medición de fuerzas.

Ambos bandos convocaron ayer a concentraciones callejeras en los alrededores de la Asamblea, las cuales fueron vigiladas por los cuerpos de seguridad, que mantuvieron a los grupos separados.

A su vez, las primeras intervenciones de los congresistas fueron utilizadas para intercambiar acusaciones e insultos.

Los opositores gritaban "¡libertad, libertad!", lo que era silenciado por silbidos y gritos de los miembros del PSUV, que decían "¡no volverán, no volverán!".

Chávez, quien saludó a la nueva Asamblea y dijo que la política sin un contrincante no es política, se unió a la fiesta oficialista en las calles.

"Ustedes dirán si quieren seguir con Chávez o quieren que vuelva la derecha a gobernar a Venezuela. Los que quieran ser una colonia yanqui váyanse con ellos; los que quieran patria vengan conmigo", expresó.

Los diputados opositores no la tendrán fácil con la Ley Habilitante que le otorgó el Congreso anterior a Chávez, la cual le permitirá al dirigente gobernar por decreto hasta junio de 2012.

Sin embargo, analistas sostienen que la Asamblea mantiene intactas las funciones de contraloría y fiscalización, lo que les daría a los rivales del Presidente poderosas armas para regular su gestión.

El diputado Julio Borges afirmó que la primera tarea de la Oposición será presentar proyectos de ley que promuevan el desarme, el empleo y la entrega de títulos de propiedad a los habitantes de barrios pobres y que limiten el endeudamiento externo y las millonarias ayudas financieras que ha dado Chávez a algunos países aliados.

La anterior legislatura también modificó el reglamento interno de debates para limitar el número de sesiones y la intervención de los congresistas.
Reforma, 6 de enero.

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