Legisladores republicanos de cinco estados, encabezados una vez más por Arizona, se presentaron ayer en Washington para presentar una iniciativa, bautizada ya como “ley anti-útero”, para negar la ciudadanía a los hijos de inmigrantes indocumentados, una iniciativa con la que dicen querer proteger al país de la que describen como “invasión” migratoria y contra el “veneno” que traen los inmigrantes.
La 14 enmienda de la constitución de Estados Unidos garantiza ahora la ciudadanía a todos los nacidos en el país, algo que representantes estatales de Arizona, Carolina del Sur, Georgia, Oklahoma y Pensilvania dijeron querer cambiar. Los promotores de la iniciativa adujeron que muchos inmigrantes sin papeles cruzan la frontera con el único fin de tener hijos en EU y “anclarse” así en el país.
Legalidad de los padres. La iniciativa pretende introducir proyectos de ley en sus respectivas asambleas legislativas para exigir que los padres prueben su estatus migratorio antes de obtener un certificado de nacimiento estándar para sus bebés.
Esos políticos contemplan la posibilidad de crear dos tipos de certificados de nacimiento, uno para los niños de ciudadanos y otro para los hijos de indocumentados.
Su esperanza es que la iniciativa desate una oleada de litigios que permita que el conflicto se resuelva finalmente a su favor.
“Económicamente esta tendencia es insostenible”, dijo Jack Murphy, senador estatal de Georgia, quien asegura que la inmigración ilegal cuesta miles de millones de dólares anuales a EU.
“Nos están demonizando”. Thomas Saenz, presidente del Fondo Mexicoamericano para la Defensa Legal y la Educación (Maldef, por su sigla en inglés), dijo que lo que proponen los legisladores estatales es “inconstitucional”.
Según Saenz la iniciativa es “una manifestación más de un grupo pequeño pero cada vez más visible” que se caracteriza por sus posturas anti-inmigrantes y anti-latinos y que quiere construir su carrera política “a base de demonizar a un grupo de gente y de crear divisiones en el país”.
La 14 enmienda de la constitución de Estados Unidos garantiza ahora la ciudadanía a todos los nacidos en el país, algo que representantes estatales de Arizona, Carolina del Sur, Georgia, Oklahoma y Pensilvania dijeron querer cambiar. Los promotores de la iniciativa adujeron que muchos inmigrantes sin papeles cruzan la frontera con el único fin de tener hijos en EU y “anclarse” así en el país.
Legalidad de los padres. La iniciativa pretende introducir proyectos de ley en sus respectivas asambleas legislativas para exigir que los padres prueben su estatus migratorio antes de obtener un certificado de nacimiento estándar para sus bebés.
Esos políticos contemplan la posibilidad de crear dos tipos de certificados de nacimiento, uno para los niños de ciudadanos y otro para los hijos de indocumentados.
Su esperanza es que la iniciativa desate una oleada de litigios que permita que el conflicto se resuelva finalmente a su favor.
“Económicamente esta tendencia es insostenible”, dijo Jack Murphy, senador estatal de Georgia, quien asegura que la inmigración ilegal cuesta miles de millones de dólares anuales a EU.
“Nos están demonizando”. Thomas Saenz, presidente del Fondo Mexicoamericano para la Defensa Legal y la Educación (Maldef, por su sigla en inglés), dijo que lo que proponen los legisladores estatales es “inconstitucional”.
Según Saenz la iniciativa es “una manifestación más de un grupo pequeño pero cada vez más visible” que se caracteriza por sus posturas anti-inmigrantes y anti-latinos y que quiere construir su carrera política “a base de demonizar a un grupo de gente y de crear divisiones en el país”.
La Crónica, 6 de enero.
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