El presidente de EU, Barack Obama, quiso remarcar hoy que su petición a los republicanos para lograr una reforma migratoria, como solicitó con toda solemnidad en su discurso del martes sobre el Estado de la Unión, no es flor de un día.
Ayer, la directora para Asuntos Intergubernamentales de la Casa Blanca, Cecilia Muñoz, declaró que la reforma migratoria “es una prioridad, sigue siendo una prioridad y vamos a hacer todo lo que podamos para conseguirlo”. Un día antes, el mandatario demócrata dijo que “está dispuesto a trabajar con republicanos y con demócratas, para “sacar de la sombra a millones de indocumentados”.
Los republicanos cuentan con la mayoría en la Cámara de Representantes desde este mes y los demócratas sólo tienen 53 escaños en el Senado, siete menos de los necesarios para evitar el bloqueo.
“La mayor decepción”. Fue precisamente la falta de mayoría absoluta en el Senado la que impidió en diciembre al presidente que saliera adelante su proyecto de ley conocido como “Dream Act”, que hubiera abierto una vía para la legalización de inmigrantes indocumentados jóvenes que quieren cursar estudios universitarios o enrolarse en las Fuerzas Armadas.
El propio Obama reconoció que el fracaso de esta medida, que habría beneficiado a miles de estudiantes hispanos, había sido “la mayor decepción” que había sufrido en sus dos años de mandato.
Molesto aún por esta derrota, el mandatario aprovechó su discurso ante las dos cámaras del Congreso para insistir en que “hay que dejar de expulsar a jóvenes con talento y responsables que pueden ocupar puestos”, como por ejemplo en laboratorios de investigación de EU, o que pretenden “crear nuevas empresas y enriquecer aún más” el país.
Siguiendo esta línea de ofensiva prohispana de Obama, el secretario de Interior, Ken Salazar, recordó que “uno de cada cinco estudiantes del país es latino, por lo que la reforma es particularmente importante para esta comunidad: no podemos prescindir de ellos”.
Por su parte, la secretaria de Trabajo, Hilda Solís, insistió en que la Casa Blanca desea “que más latinos se preparen” para el futuro.
Popularidad al alza. Tras el bache sufrido en las elecciones legislativas de noviembre, el presidente Obama ha recuperado gran parte de la popularidad perdida y ha superado la barrera psicológica del 50 por ciento.
Su segundo discurso sobre el Estado de la Unión no ha hecho sino confirmar esta escalada. Un sondeo exprés reveló que el 80 por ciento de los estadunidenses lo consideró bueno para el país.
Ayer, la directora para Asuntos Intergubernamentales de la Casa Blanca, Cecilia Muñoz, declaró que la reforma migratoria “es una prioridad, sigue siendo una prioridad y vamos a hacer todo lo que podamos para conseguirlo”. Un día antes, el mandatario demócrata dijo que “está dispuesto a trabajar con republicanos y con demócratas, para “sacar de la sombra a millones de indocumentados”.
Los republicanos cuentan con la mayoría en la Cámara de Representantes desde este mes y los demócratas sólo tienen 53 escaños en el Senado, siete menos de los necesarios para evitar el bloqueo.
“La mayor decepción”. Fue precisamente la falta de mayoría absoluta en el Senado la que impidió en diciembre al presidente que saliera adelante su proyecto de ley conocido como “Dream Act”, que hubiera abierto una vía para la legalización de inmigrantes indocumentados jóvenes que quieren cursar estudios universitarios o enrolarse en las Fuerzas Armadas.
El propio Obama reconoció que el fracaso de esta medida, que habría beneficiado a miles de estudiantes hispanos, había sido “la mayor decepción” que había sufrido en sus dos años de mandato.
Molesto aún por esta derrota, el mandatario aprovechó su discurso ante las dos cámaras del Congreso para insistir en que “hay que dejar de expulsar a jóvenes con talento y responsables que pueden ocupar puestos”, como por ejemplo en laboratorios de investigación de EU, o que pretenden “crear nuevas empresas y enriquecer aún más” el país.
Siguiendo esta línea de ofensiva prohispana de Obama, el secretario de Interior, Ken Salazar, recordó que “uno de cada cinco estudiantes del país es latino, por lo que la reforma es particularmente importante para esta comunidad: no podemos prescindir de ellos”.
Por su parte, la secretaria de Trabajo, Hilda Solís, insistió en que la Casa Blanca desea “que más latinos se preparen” para el futuro.
Popularidad al alza. Tras el bache sufrido en las elecciones legislativas de noviembre, el presidente Obama ha recuperado gran parte de la popularidad perdida y ha superado la barrera psicológica del 50 por ciento.
Su segundo discurso sobre el Estado de la Unión no ha hecho sino confirmar esta escalada. Un sondeo exprés reveló que el 80 por ciento de los estadunidenses lo consideró bueno para el país.
La Crónica, 27 de enero.
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