LA HABANA (Agencias).— El disidente cubano Guillermo Fariñas fue detenido ayer de nueva cuenta, luego de que había sido liberado tras pasar la víspera seis horas retenido por la policía en la ciudad de Santa Clara, en el centro de la isla, confirmó su madre, Alicia Hernández.
Hernández dijo que su hijo fue detenido y llevado a la cuarta unidad de policía de la ciudad en torno a las 15:30 (local), cuando se dirigía junto a otros activistas opositores a una comisaría para preguntar por varios disidentes arrestados por la mañana y que todavía no habían sido liberados.
“Entonces lo interceptaron. Hubo maltrato físico y los condujeron en diferentes vehículos para distintas dependencias policiales”, afirmó, indicando que no se sabe cuándo su hijo quedará en libertad.
“Yo le mandé con su tío un abrigo, le mandé los medicamentos de la epilepsia, porque es epiléptico, y le mandé los medicamentos anticoagulantes, porque él tiene todavía coágulos en el cuello”, dijo Hernández a la agencia DPA.
La bloguera cubana Yoani Sánchez aseguró también a través de su cuenta en Twitter que se produjeron “nuevas detenciones en Santa Clara” y que Fariñas “fue introducido a la fuerza en auto de la seguridad del Estado”.
Fariñas, un psicólogo titulado de 49 años, había sido detenido la tarde del miércoles junto a 25 personas más, quienes participaban en un acto de protesta contra el desalojo de una familia por parte de una familia en la ciudad de Santa Clara.
“El cargo fue escándalo público y nos hicieron un acta de advertencia que nos negamos a firmar”, dijo Fariñas ayer, vía telefónica. antes de que lo volvieran a detener. La sanción es simbólica y no conlleva internamiento en la cárcel.
Fariñas explicó que él y una veintena de disidentes protestaban subidos sobre el techo de un carro para evitar el desalojo de una mujer embarazada con dos hijos que había tomado como vivienda un consultorio médico abandonado. Dijo que las autoridades querían que ella y los niños regresaran a su anterior casa.
Fariñas había aclarado que durante las horas que estuvo detenido el miércoles fue tratado bien. El sicólogo y periodista realizó en 2010 una huelga de hambre de 134 días para exigir la liberación de presos políticos, que luego empezaron a salir por un acuerdo entre el gobierno y la Iglesia católica.
Hernández dijo que su hijo fue detenido y llevado a la cuarta unidad de policía de la ciudad en torno a las 15:30 (local), cuando se dirigía junto a otros activistas opositores a una comisaría para preguntar por varios disidentes arrestados por la mañana y que todavía no habían sido liberados.
“Entonces lo interceptaron. Hubo maltrato físico y los condujeron en diferentes vehículos para distintas dependencias policiales”, afirmó, indicando que no se sabe cuándo su hijo quedará en libertad.
“Yo le mandé con su tío un abrigo, le mandé los medicamentos de la epilepsia, porque es epiléptico, y le mandé los medicamentos anticoagulantes, porque él tiene todavía coágulos en el cuello”, dijo Hernández a la agencia DPA.
La bloguera cubana Yoani Sánchez aseguró también a través de su cuenta en Twitter que se produjeron “nuevas detenciones en Santa Clara” y que Fariñas “fue introducido a la fuerza en auto de la seguridad del Estado”.
Fariñas, un psicólogo titulado de 49 años, había sido detenido la tarde del miércoles junto a 25 personas más, quienes participaban en un acto de protesta contra el desalojo de una familia por parte de una familia en la ciudad de Santa Clara.
“El cargo fue escándalo público y nos hicieron un acta de advertencia que nos negamos a firmar”, dijo Fariñas ayer, vía telefónica. antes de que lo volvieran a detener. La sanción es simbólica y no conlleva internamiento en la cárcel.
Fariñas explicó que él y una veintena de disidentes protestaban subidos sobre el techo de un carro para evitar el desalojo de una mujer embarazada con dos hijos que había tomado como vivienda un consultorio médico abandonado. Dijo que las autoridades querían que ella y los niños regresaran a su anterior casa.
Fariñas había aclarado que durante las horas que estuvo detenido el miércoles fue tratado bien. El sicólogo y periodista realizó en 2010 una huelga de hambre de 134 días para exigir la liberación de presos políticos, que luego empezaron a salir por un acuerdo entre el gobierno y la Iglesia católica.
El Universal, 28 de enero.
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