Bajo la nomenclatura oficial de “reordenamiento laboral”, el régimen castrista inició ayer un periodo de despidos masivos que será el mayor proceso de eliminación de empleados estatales desde el triunfo de la revolución, en enero de 1956.
El objetivo es que el Estado, al borde de la ruina económica, pueda desprenderse en los próximos tres años de un cuarto de sus funcionarios, hasta un total de un millón 300 mil burócratas.
Medio millón en 2011. La drástica medida prevé eliminar medio millón de empleos públicos a lo largo de este año y afectará a cinco sectores clave de la economía de la isla: la industria azucarera, sanidad pública, agricultura, construcción y turismo.
Funcionarios de varios de estos departamentos confirmaron que ayer se reunió las comisiones que evaluarán cuáles son los trabajadores que pueden quedar “disponibles” (como se denomina a los que serán despedidos).
En esas comisiones de evaluación participa, entre otros, la Central de Trabajadores de Cuba (CTC, sindicato único) cuyo secretario general, Salvador Valdés, insistió en que en este plan de ajuste laboral “nadie quedará desamparado”.
Por su parte, fuentes del Ministerio del Azúcar (MINAZ) explicaron que desde junio pasado “están listos” para ejecutar el proceso a partir de la reducción de las plantillas burocráticas, pero sin cambios en la “base productiva”.
Cuentapropismo. La reducción de las plantillas estatales “infladas” es una de las medidas más destacadas del plan de reformas económicas del presidente Raúl Castro junto a la ampliación del trabajo por cuenta propia, que se ofrece como una de las alternativas laborales para los despidos masivos en el sector público.
El Gobierno de la isla prevé que en los próximos cinco años 1.8 millones de trabajadores se incorporen al sector económico no estatal.
Con el inicio del “reajuste laboral” en estos cinco ministerios, Cuba se adentra en un año que estará marcado por el plan de ajustes económicos que deberá quedar ratificado en el VI Congreso del Partido Comunista, previsto para la segunda quincena del mes de abril.
“O rectificamos o nos hundimos”. La denominada “actualización del modelo socialista” supone en la práctica una ampliación de la iniciativa privada, la reducción del empleo estatal, la eliminación de subsidios sociales excesivos, la flexibilización del mercado inmobiliario o la aplicación de un nuevo régimen tributario, entre otros aspectos.
Precisamente, la necesidad de acometer estos ajustes y rectificar errores fueron los principales mensajes que Raúl Castro lanzó en el crítico y severo discurso que pronunció el pasado mes de diciembre ante la Asamblea Nacional.
“O rectificamos o ya se acaba el tiempo de seguir bordeando el precipicio, nos hundimos, y hundiremos el esfuerzo de generaciones enteras”, declaró.
El objetivo es que el Estado, al borde de la ruina económica, pueda desprenderse en los próximos tres años de un cuarto de sus funcionarios, hasta un total de un millón 300 mil burócratas.
Medio millón en 2011. La drástica medida prevé eliminar medio millón de empleos públicos a lo largo de este año y afectará a cinco sectores clave de la economía de la isla: la industria azucarera, sanidad pública, agricultura, construcción y turismo.
Funcionarios de varios de estos departamentos confirmaron que ayer se reunió las comisiones que evaluarán cuáles son los trabajadores que pueden quedar “disponibles” (como se denomina a los que serán despedidos).
En esas comisiones de evaluación participa, entre otros, la Central de Trabajadores de Cuba (CTC, sindicato único) cuyo secretario general, Salvador Valdés, insistió en que en este plan de ajuste laboral “nadie quedará desamparado”.
Por su parte, fuentes del Ministerio del Azúcar (MINAZ) explicaron que desde junio pasado “están listos” para ejecutar el proceso a partir de la reducción de las plantillas burocráticas, pero sin cambios en la “base productiva”.
Cuentapropismo. La reducción de las plantillas estatales “infladas” es una de las medidas más destacadas del plan de reformas económicas del presidente Raúl Castro junto a la ampliación del trabajo por cuenta propia, que se ofrece como una de las alternativas laborales para los despidos masivos en el sector público.
El Gobierno de la isla prevé que en los próximos cinco años 1.8 millones de trabajadores se incorporen al sector económico no estatal.
Con el inicio del “reajuste laboral” en estos cinco ministerios, Cuba se adentra en un año que estará marcado por el plan de ajustes económicos que deberá quedar ratificado en el VI Congreso del Partido Comunista, previsto para la segunda quincena del mes de abril.
“O rectificamos o nos hundimos”. La denominada “actualización del modelo socialista” supone en la práctica una ampliación de la iniciativa privada, la reducción del empleo estatal, la eliminación de subsidios sociales excesivos, la flexibilización del mercado inmobiliario o la aplicación de un nuevo régimen tributario, entre otros aspectos.
Precisamente, la necesidad de acometer estos ajustes y rectificar errores fueron los principales mensajes que Raúl Castro lanzó en el crítico y severo discurso que pronunció el pasado mes de diciembre ante la Asamblea Nacional.
“O rectificamos o ya se acaba el tiempo de seguir bordeando el precipicio, nos hundimos, y hundiremos el esfuerzo de generaciones enteras”, declaró.
La Crónica, 5 de enero.
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