“Guerrero, cadena de deslealtades”

Para Manuel Añorve la campaña electoral en Guerrero ha sido “una cadena de deslealtades”, primero con la renuncia de Ángel Aguirre al PRI, y en la recta final la declinación del panista Marcos Parra en favor del candidato de PRD-PT y Convergencia confirma la traición, porque “nadie tiene derecho a escupir para arriba”.

Además, la víspera de la jornada electoral, el candidato del PRI asegura en entrevista con MILENIO que la declinación “es la tumba política” de PAN y PRD, porque lastiman a la militancia con “un acto desesperado” que confirma la caída en las tendencias electorales de su ex compañero de partido y primo hermano.

Asegura que en Guerrero ocurrirá lo mismo que en Tlaxcala, donde obligaron a declinar a su candidato para establecer una alianza de facto negociada desde la cúpula, que al final terminó por favorecer al PRI.

¿La declinación de Marcos Parra es un golpe a la campaña de Añorve?

No, para nada, es un golpe a la militancia de PAN y PRD, y es por supuesto una suma de deslealtades. Esto confirma las tendencias electorales, porque se desplomó en su intención del voto el candidato del PRD y es un acto desesperado para tratar de apuntalarlo en las negociaciones nacionales que tiene, y esto me confirma que voy a ganar la elección. Esta jugada de deslealtad, en cuanto al origen, es la misma de Zacatecas y Tlaxcala, y lo que hicieron fue apuntalar más a los candidatos del PRI.

No tengo la menor duda que esta jugada de deslealtades, donde PRD secuestró al PAN en Guerrero, me va a permitir sumar al voto útil.

La imposición del candidato del PRD es una suma de deslealtades hacia su militancia, que significa el número de promesas incumplidas en el estado. Esto es lo que representa una alta expectativa de un gobierno que se autoproclamó del cambio y hoy en esa suma de deslealtades han cavado su tumba política.

¿Quiénes cavan su tumba, los partidos, Marcelo Ebrard que anduvo en la campaña?

Los partidos y Marcelo Ebrard, claro, porque por supuesto que apoya muchísimo con recursos económicos, pero lastiman a la militancia.

Ángel Aguirre dice que usted representa el regreso del PRI anquilosado.

No, soy el representante de un PRI renovado que recuperó Acapulco, cuando remonté 24 puntos abajo y nadie pensaba que recuperaba la alcaldía. Represento, por supuesto, una renovación generacional en el PRI de Guerrero, pero creo que nadie tiene derecho a escupir para arriba, porque el señor tiene un hijo diputado federal por el PRI. El señor fue gobernador, senador y también diputado federal por el mismo partido. Me da la impresión que cuando acusa a los priistas lo que hace es escupir para arriba y verse en un espejo del viejo tricolor, en un perredismo que se siente avasallado por la imposición generada por Marcelo Ebrard y por Los Chuchos en un interés que no es respetar a la militancia y por aquellos que se han dejado secuestrar por el PAN de Calderón que hoy están confundidos en una licuadora política y no saben para dónde irse. En un acto de talento, deberían haber declinado el sábado a las 12 de la noche. Todos sabemos que si bien puede ser un impacto mediático relativo, la verdad es que sólo confirma el desplome en las preferencias electorales del candidato del PRD y este acto de desesperación es para intentar detenerlo.

¿Parra, declinó o lo declinaron?

Lo declinaron. No tenía ni idea cuando le mandaron decir los términos para sumarse a la candidatura de Aguirre, y qué lástima por la circunstancia del PAN, le hicieron manita de puerco. No necesito ser politólogo para darme cuenta que lo obligaron en una negociación nacional en la que AN secuestró al PRD del país, y por supuesto que la excepción no sería Guerrero.

¿Le preocupa que la declinación influya negativamente por el apoyo que habrá del gobierno federal por la situación de violencia que vive el estado?

Estaré atento con miles de guerrerenses, diputados locales y federales, y senadores, para que la elección sea como la hemos llamado, por la paz, la fe y la esperanza. Observaremos todos los movimientos y, por supuesto, que el gobierno federal y estatal, que son opositores a mi candidatura, tienen la obligación de garantizar unos comicios en paz.

Liliana Padilla y Javier Trujillo, Milenio, 27 de enero.

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