El gobierno de Honduras reconoció que es su responsabilidad detectar a las organizaciones criminales dedicadas al tráfico y trata de personas que operan en su territorio, pero difícilmente puede contener el flujo de sus ciudadanos que buscan llegar a Estados Unidos y tener una “receta” para garantizar su seguridad cuando los migrantes asumen los riesgos de salir de su país.
Así lo indicó en entrevista el general Roberto Romero Luna, subsecretario de Seguridad de Honduras, quien destacó la importancia de trabajar de manera conjunta con México para atender el fenómeno de la delincuencia organizada, que es la principal amenaza para los migrantes centroamericanos, quienes a pesar de los secuestros, extorsiones y abusos de los que son víctimas siguen intentando llegar a la Unión Americana.
Ni plagios ni abuso, los detienen
“Ni los problemas que se han estado viviendo los han detenido, de manera que esto no se va a remediar en el corto plazo”, señaló el funcionario que formó parte de la delegación que participó ayer en la primera Reunión del Grupo de Alto Nivel sobre Seguridad México-Honduras, para acordar acciones contra las redes criminales que victimizan a los migrantes.
Romero Luna aceptó que “cada país tiene la responsabilidad de establecer sus mecanismos de control, desafortunadamente los hondureños no pueden ser detenidos en la frontera, tampoco se puede detectar o identificar quiénes pretenden ir más allá de nuestra frontera, esa es una situación insalvable para nosotros”.
Las autoridades hondureñas, explicó, tienen “la gran responsabilidad de poder detectar aquellas organizaciones criminales dedicadas al tráfico y a la trata de personas y que se pueda vigilar que los derechos humanos no sean violentados por las autoridades de otros países”.
Sin embargo, consideró que “es difícil dar una receta de cómo garantizar la seguridad de un ciudadano. Desde el momento que usted toma la decisión libre de transitar por un territorio, usted está corriendo riesgo. Difícilmente nosotros como autoridades nacionales podemos identificar plenamente cómo evitarle a un ciudadano que va a circular por un territorio distinto al hondureño que no va a tener problemas”.
El secretario señaló que estos migrantes siempre van a enfrentar problemas en su seguridad alimentaria, de salud, en su seguridad personal, “siempre va a estar lleno de inseguridades, de tal manera que cada quien va a ser responsable por sus actos" .
Así lo indicó en entrevista el general Roberto Romero Luna, subsecretario de Seguridad de Honduras, quien destacó la importancia de trabajar de manera conjunta con México para atender el fenómeno de la delincuencia organizada, que es la principal amenaza para los migrantes centroamericanos, quienes a pesar de los secuestros, extorsiones y abusos de los que son víctimas siguen intentando llegar a la Unión Americana.
Ni plagios ni abuso, los detienen
“Ni los problemas que se han estado viviendo los han detenido, de manera que esto no se va a remediar en el corto plazo”, señaló el funcionario que formó parte de la delegación que participó ayer en la primera Reunión del Grupo de Alto Nivel sobre Seguridad México-Honduras, para acordar acciones contra las redes criminales que victimizan a los migrantes.
Romero Luna aceptó que “cada país tiene la responsabilidad de establecer sus mecanismos de control, desafortunadamente los hondureños no pueden ser detenidos en la frontera, tampoco se puede detectar o identificar quiénes pretenden ir más allá de nuestra frontera, esa es una situación insalvable para nosotros”.
Las autoridades hondureñas, explicó, tienen “la gran responsabilidad de poder detectar aquellas organizaciones criminales dedicadas al tráfico y a la trata de personas y que se pueda vigilar que los derechos humanos no sean violentados por las autoridades de otros países”.
Sin embargo, consideró que “es difícil dar una receta de cómo garantizar la seguridad de un ciudadano. Desde el momento que usted toma la decisión libre de transitar por un territorio, usted está corriendo riesgo. Difícilmente nosotros como autoridades nacionales podemos identificar plenamente cómo evitarle a un ciudadano que va a circular por un territorio distinto al hondureño que no va a tener problemas”.
El secretario señaló que estos migrantes siempre van a enfrentar problemas en su seguridad alimentaria, de salud, en su seguridad personal, “siempre va a estar lleno de inseguridades, de tal manera que cada quien va a ser responsable por sus actos" .
Silvia Otero, EL Universal, 23 de enero.
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