MIAMI.- La tragicomedia en que se ha convertido el entierro del ex Presidente venezolano Carlos Andrés Pérez dio ayer un nuevo giro dramático.
La esposa de Pérez, Blanca Rodríguez de Pérez -con quien se casó en 1945 pero de la que nunca se divorció-, y la que fue su compañera sentimental durante sus últimos años de vida en Miami, Cecilia Matos, mantienen una dura pelea sobre dónde enterrar los restos del ex Mandatario.
La primera quiere repatriar su cuerpo para que sea sepultado en Caracas, pero la segunda desea enterrarlo en Estados Unidos alegando que Pérez se oponía a regresar a Venezuela si el país seguía gobernado por Hugo Chávez, protagonista de uno de los dos intentos de golpe de Estado que sufrió como Presidente.
El último asalto de este complejo combate se libró ayer en un tribunal de Miami, ciudad donde murió Pérez el 25 de diciembre.
De un lado de la sala, y procedentes de Venezuela, estuvieron Marta y Carolina Pérez, hijas del ex Mandatario y de Blanca Rodríguez, en cuya representación acudieron.
Del otro lado se ubicaron Cecilia Matos y sus dos hijas, Cecilia Victoria y María Francia Pérez Matos.
Y en medio, como árbitro en este litigio, el juez Arthur Rothenberg, quien durante la vista de conciliación de ayer reconoció que es "casi imposible reconciliar un entierro digno" para el ex Presidente venezolano y fijó el inicio del juicio para el próximo 21 de marzo.
Apelando a la dignidad de Pérez, sin embargo, el magistrado propuso a ambas partes que aceptasen depositar sus restos en una cripta "mientras se resuelve el caso".
Pero el abogado de Blanca Rodríguez rechazó la idea aseverando que introducir los restos de Pérez en una cripta, aunque fuera temporalmente, supondría el fin definitivo del proceso judicial. Además, reiteró que es Rodríguez quien debe decidir dónde enterrar a Pérez, pues nunca se divorciaron.
El cuerpo del ex Mandatario permanece embalsamado en una cámara de refrigeración de una casa funeraria del sur de Florida desde el día de su fallecimiento.
Para completar la tensa vista judicial, el Presidente Hugo Chávez saltó a escena, señalado como principal culpable del desacuerdo familiar.
Uno de los testigos citados ayer por la defensa de Cecilia Matos fue el abogado Segundo Velázquez, a quien Pérez habilitó para que llevara los trámites de su divorcio de Blanca Rodríguez.
Durante su interrogatorio, Velázquez sugirió que el divorcio entre Pérez y Rodríguez fue denegado por la justicia venezolana por presiones de Chávez. "No se le dio la oportunidad justa de obtener el divorcio", afirmó.
Otro de los testigos citados por la defensa de Matos fue el historiador Agustín Blanco Muñoz, quien aseguró que el Gobierno venezolano tiene "intereses políticos" en que los restos de Pérez sean repatriados.
Desde Caracas, Chávez replicó.
Expresó su deseo de que Pérez sea enterrado en Venezuela, "como quieren sus hijas mayores" y, después, rechazó las acusaciones de que impidió el divorcio.
"Dicen que yo lo bloqueé. Oye, ése es el colmo de la locura (...). Lo último de todo esto es que alguien diga que la culpa es mía", apostilló.
La esposa de Pérez, Blanca Rodríguez de Pérez -con quien se casó en 1945 pero de la que nunca se divorció-, y la que fue su compañera sentimental durante sus últimos años de vida en Miami, Cecilia Matos, mantienen una dura pelea sobre dónde enterrar los restos del ex Mandatario.
La primera quiere repatriar su cuerpo para que sea sepultado en Caracas, pero la segunda desea enterrarlo en Estados Unidos alegando que Pérez se oponía a regresar a Venezuela si el país seguía gobernado por Hugo Chávez, protagonista de uno de los dos intentos de golpe de Estado que sufrió como Presidente.
El último asalto de este complejo combate se libró ayer en un tribunal de Miami, ciudad donde murió Pérez el 25 de diciembre.
De un lado de la sala, y procedentes de Venezuela, estuvieron Marta y Carolina Pérez, hijas del ex Mandatario y de Blanca Rodríguez, en cuya representación acudieron.
Del otro lado se ubicaron Cecilia Matos y sus dos hijas, Cecilia Victoria y María Francia Pérez Matos.
Y en medio, como árbitro en este litigio, el juez Arthur Rothenberg, quien durante la vista de conciliación de ayer reconoció que es "casi imposible reconciliar un entierro digno" para el ex Presidente venezolano y fijó el inicio del juicio para el próximo 21 de marzo.
Apelando a la dignidad de Pérez, sin embargo, el magistrado propuso a ambas partes que aceptasen depositar sus restos en una cripta "mientras se resuelve el caso".
Pero el abogado de Blanca Rodríguez rechazó la idea aseverando que introducir los restos de Pérez en una cripta, aunque fuera temporalmente, supondría el fin definitivo del proceso judicial. Además, reiteró que es Rodríguez quien debe decidir dónde enterrar a Pérez, pues nunca se divorciaron.
El cuerpo del ex Mandatario permanece embalsamado en una cámara de refrigeración de una casa funeraria del sur de Florida desde el día de su fallecimiento.
Para completar la tensa vista judicial, el Presidente Hugo Chávez saltó a escena, señalado como principal culpable del desacuerdo familiar.
Uno de los testigos citados ayer por la defensa de Cecilia Matos fue el abogado Segundo Velázquez, a quien Pérez habilitó para que llevara los trámites de su divorcio de Blanca Rodríguez.
Durante su interrogatorio, Velázquez sugirió que el divorcio entre Pérez y Rodríguez fue denegado por la justicia venezolana por presiones de Chávez. "No se le dio la oportunidad justa de obtener el divorcio", afirmó.
Otro de los testigos citados por la defensa de Matos fue el historiador Agustín Blanco Muñoz, quien aseguró que el Gobierno venezolano tiene "intereses políticos" en que los restos de Pérez sean repatriados.
Desde Caracas, Chávez replicó.
Expresó su deseo de que Pérez sea enterrado en Venezuela, "como quieren sus hijas mayores" y, después, rechazó las acusaciones de que impidió el divorcio.
"Dicen que yo lo bloqueé. Oye, ése es el colmo de la locura (...). Lo último de todo esto es que alguien diga que la culpa es mía", apostilló.
Reforma, 26 de enero.
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