Dejan sin fuero a opositora venezolana

CARACAS.- El chavismo parece haber encontrado la fórmula para hacerle pagar a la diputada opositora María Corina Machado las cuentas que tiene con ella.

La semana pasada, desde la Asamblea Nacional, la bancada del gubernamental Partido Socialista Unido de Venezuela (PSUV) presentó una petición ante la Fiscalía General para iniciar una investigación que permitiría levantarle la inmunidad parlamentaria.

Y, ayer, el presidente de la Asamblea, Diosdado Cabello, declaró que Machado dejó de ser parlamentaria al aceptar el viernes en Washington un cargo como Embajadora alterna de Panamá ante la Organización de Estados Americanos (OEA).

"Usted dejó de ser diputada, señora Machado", celebró Cabello ante la prensa.

Cabello citó para ello los términos de los artículos 149 y 191 de la constitución venezolana, que prohíben a los diputados detentar otro cargo simultáneo y aceptar reconocimientos de gobiernos extranjeros.

Machado, también ex precandidata presidencial de la Oposición en 2012, acudió el viernes a la sede de la OEA para prestar testimonio sobre la crisis en Venezuela.

Las delegaciones de Venezuela y otros gobiernos afines realizaron maniobras para impedir su intervención.

Sin inmunidad, Machado puede ser llevada ante la justicia, donde afrontaría cargos de homicidio, asociación para delinquir, daño a bienes públicos y traición a la patria, entre otros que ya se le han querido imputar a Leopoldo López, dirigente del partido Voluntad Popular recluido en una prisión militar desde hace cinco semanas.

A los dos se les ve como instigadores de las protestas que sacuden Venezuela.

"La directiva de la Asamblea Nacional no tiene facultad para destituir a un diputado", respondió Machado.

"Un parlamentario puede ser destituido por muerte, renuncia, por una sentencia o un revocatorio, y no es el caso".

La diputada estaba ayer en Lima, Perú, en un evento de la Fundación Internacional para la Libertad y hoy debería estar de regreso a su país.

Mientras, una mujer embarazada y un soldado murieron por heridas de bala, lo que elevó a 36 las víctimas mortales en protestas.

Ewald Scharfenberg, Reforma, 25 de marzo.