Disidentes de todas las tendencias se movilizaron ayer en Cuba para protestar por la muerte del opositor y preso de conciencia Orlando Zapata, fallecido en un hospital de La Habana tras 85 días en huelga de hambre en la cárcel.
Los opositores al régimen de los hermanos Castro califican lo sucedido de “crimen premeditado” y descargaron su frustración contra los mandatarios latinoamericanos, que el mismo día del fallecimiento de Zapata, un albañil de 37 años, festejaban en México con el presidente cubano Raúl Castro el nacimiento de la Comunidad de Estados Latinoamericanos y Caribeños.
La promesa de hablar todas las naciones de la región “con una sola voz” se hizo ayer realidad con el llamativo silencio de los gobiernos de la región que se negaron a condenar la muerte del preso político, como sí hicieron Estados Unidos, las cancillerías europeas y organismos humanitarios, como Amnistía Internacional y Human Rights Watch.
“Denunciamos a todos esos Gobiernos que en este continente y en el mundo junto a muchas instituciones y personajes prefieren la relación armoniosa con la mentira y la opresión a la solidaridad abierta con el pueblo cubano. Todos son cómplices de lo que ocurre y de lo que ocurra”, dijo Osvaldo Payá en una declaración emitida desde La Habana a propósito del fallecimiento de Orlando Zapata, quien se negó a vivir encerrado en una cárcel castrista, tras ser condenado a 36 años de cárcel por pedir democracia y libertad.
La Unión Europea (UE) deploró la muerte de Zapata y recordó que reiteradamente ha pedido a las autoridades de Cuba la puesta en libertad sin condiciones de todos los disidentes encarcelados.
“Lamentamos profundamente la muerte del prisionero político Orlando Zapata Tamayo y presentamos nuestras condolencias a su familia”, indicó el portavoz europeo, John Clancy.
El gobierno de Barack Obama también pidió la liberación “sin demora” de los más de 200 presos políticos en Cuba, tras declararse “conmocionado” y calificar la muerte de Zapata de “innecesaria e inevitable”, según denunció Ricardo Zúñiga, responsable de la Oficina de Cuba del Departamento de Estado.
Raúl culpa a EU. El presidente cubano, Raúl Castro, que ayer cumplió dos años en el poder, dijo que lamentaba la muerte de Zapata, pero culpó de los sucedido a la política de Estados Unidos contra el régimen y recordó que en la isla “no se tortura”.
Mientras tanto, la artillería del régimen castrista contra Europa estuvo a cargo del embajador de Cuba en El Salvador, Pedro Pablo Prada.
“La Unión Europea no tiene la más mínima moral para preocuparse por cuestiones, primero que no le conciernen, que son del ámbito interno de la política cubana o de la vida cubana”, afirmó y dijo sentirse sorprendido porque a “los europeos” les preocupe “la muerte de un mercenario que ha sido financiado por poderes extranjeros para subvertir el orden constitucional en Cuba”.
Represión
Detenciones y cerco militar para impedir disidentes en el funeral
Militares tomaron ayer la ciudad de Banes, donde se vela el cuerpo de Zapata para impedir que su funeral, previsto para hoy, se convierta en un homenaje de la disidencia y un acto contra el régimen castrista.
“Ellos (los soldados) tienen una lista con varios nombre de opositores y deciden quién puede pasar y quién no”. Son las palabras, Juan Oriol, amigo del disidente cubano Orlando Zapata. Su relato describe el clima de tensión generado en la isla tras la muerte del del preso político.
Su muerte está generando una ola de represión en la isla. En las últimas horas, las autoridades han detenido a al menos 50 personas, según la Comisión Cubana de Derechos Humanos y Reconciliación Nacional (CCDHRN), quien denuncia estas detenciones “arbitrarias”.
Fuentes de la oposición habían denunciado anteriormente que el cuerpo de Zapata seguía “preso”, en referencia a la demora de la seguridad del Estado para entregar el cuerpo a la familia y por las órdenes de realizar el entierro sin dilación.
Los opositores al régimen de los hermanos Castro califican lo sucedido de “crimen premeditado” y descargaron su frustración contra los mandatarios latinoamericanos, que el mismo día del fallecimiento de Zapata, un albañil de 37 años, festejaban en México con el presidente cubano Raúl Castro el nacimiento de la Comunidad de Estados Latinoamericanos y Caribeños.
La promesa de hablar todas las naciones de la región “con una sola voz” se hizo ayer realidad con el llamativo silencio de los gobiernos de la región que se negaron a condenar la muerte del preso político, como sí hicieron Estados Unidos, las cancillerías europeas y organismos humanitarios, como Amnistía Internacional y Human Rights Watch.
“Denunciamos a todos esos Gobiernos que en este continente y en el mundo junto a muchas instituciones y personajes prefieren la relación armoniosa con la mentira y la opresión a la solidaridad abierta con el pueblo cubano. Todos son cómplices de lo que ocurre y de lo que ocurra”, dijo Osvaldo Payá en una declaración emitida desde La Habana a propósito del fallecimiento de Orlando Zapata, quien se negó a vivir encerrado en una cárcel castrista, tras ser condenado a 36 años de cárcel por pedir democracia y libertad.
La Unión Europea (UE) deploró la muerte de Zapata y recordó que reiteradamente ha pedido a las autoridades de Cuba la puesta en libertad sin condiciones de todos los disidentes encarcelados.
“Lamentamos profundamente la muerte del prisionero político Orlando Zapata Tamayo y presentamos nuestras condolencias a su familia”, indicó el portavoz europeo, John Clancy.
El gobierno de Barack Obama también pidió la liberación “sin demora” de los más de 200 presos políticos en Cuba, tras declararse “conmocionado” y calificar la muerte de Zapata de “innecesaria e inevitable”, según denunció Ricardo Zúñiga, responsable de la Oficina de Cuba del Departamento de Estado.
Raúl culpa a EU. El presidente cubano, Raúl Castro, que ayer cumplió dos años en el poder, dijo que lamentaba la muerte de Zapata, pero culpó de los sucedido a la política de Estados Unidos contra el régimen y recordó que en la isla “no se tortura”.
Mientras tanto, la artillería del régimen castrista contra Europa estuvo a cargo del embajador de Cuba en El Salvador, Pedro Pablo Prada.
“La Unión Europea no tiene la más mínima moral para preocuparse por cuestiones, primero que no le conciernen, que son del ámbito interno de la política cubana o de la vida cubana”, afirmó y dijo sentirse sorprendido porque a “los europeos” les preocupe “la muerte de un mercenario que ha sido financiado por poderes extranjeros para subvertir el orden constitucional en Cuba”.
Represión
Detenciones y cerco militar para impedir disidentes en el funeral
Militares tomaron ayer la ciudad de Banes, donde se vela el cuerpo de Zapata para impedir que su funeral, previsto para hoy, se convierta en un homenaje de la disidencia y un acto contra el régimen castrista.
“Ellos (los soldados) tienen una lista con varios nombre de opositores y deciden quién puede pasar y quién no”. Son las palabras, Juan Oriol, amigo del disidente cubano Orlando Zapata. Su relato describe el clima de tensión generado en la isla tras la muerte del del preso político.
Su muerte está generando una ola de represión en la isla. En las últimas horas, las autoridades han detenido a al menos 50 personas, según la Comisión Cubana de Derechos Humanos y Reconciliación Nacional (CCDHRN), quien denuncia estas detenciones “arbitrarias”.
Fuentes de la oposición habían denunciado anteriormente que el cuerpo de Zapata seguía “preso”, en referencia a la demora de la seguridad del Estado para entregar el cuerpo a la familia y por las órdenes de realizar el entierro sin dilación.
La Crónica, 25 de febrero.
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