Los videojuegos, potencialmente positivos para los niños si se usan adecuadamente

El progreso de la tecnología permite desarrollar videojuegos más creativos, a tal grado de invadir nuestra realidad. Ante esto, es importante que los padres de familia hagan una buena elección y orienten a sus hijos cuando un juego no es recomendable o acorde a su edad, expuso Gerardo Pérez, especialista en diseño de las nuevas tecnologías en hipermedios de la Universidad Autónoma Metropolitana-Azcapotzalco.
“No todos los videojuegos son malos o violentos. El problema es cuando los tutores no eligen adecuadamente el artículo y no hay una correcta orientación que auxilie a los niños, explicándoles de qué se trata el videojuego. Y es que muchas veces no estamos con nuestros niños y permitimos que ellos construyan una realidad completamente diferente basada sobre lo que están viendo en las pantallas, y es cuando tenemos los problemas de desorientación”.
Al igual que las películas, dijo el especialista, existe una clasificación, donde se recomienda al consumidor que tenga ciertas facultades desarrolladas para que haga una interpretación correcta del juego. “Hay muchos videojuegos que estimulan la mente, fomentan en los pequeños el pensamiento lógico, matemático, desarrollan habilidades. Aportan más que algunos videojuegos comerciales”.
Respecto de casos de algunos niños que pasan horas frente a los juegos electrónicos, el profesor, quien forma parte del diplomado Desarrollo de videojuegos, en dicha casa de estudios, manifestó que las costumbres familiares “no tienen que verse alteradas o afectadas por los nuevos dispositivos o las modas a que la sociedad está sometida, ya que los padres deben tener perfectamente delimitado el tiempo que quieren que sus hijos estén frente a una computadora o un videojuego, además de estructurar una agenda o un calendario que considere otras actividades en los niños” para que tengan variedad y se ejerciten.
“Entonces, la idea es que es que si los padres van a permitir que sus hijos jueguen con sus dispositivos electrónicos, establezcan horarios, ya sea una o dos horas a lo máximo, pero que también les busquen actividades físicas o deportivas que complemente su crecimiento personal; tiene que ser una dieta balanceada no sólo en lo que comemos, sino en lo que hacemos”.
Sin embargo, debido a la inseguridad que prevalece en el país, Gerardo Pérez consideró que en la era de los videogamers sucede algo similar que con la generación de la televisión, cuando sentaban a los niños frente al televisor para que los cuidara y educara. Actualmente, explicó, “ante la inseguridad y el fenómeno del bullying, los tutores prefieren que los niños permanezcan en casa, no importa si sólo se la pasan jugando con las consolas, pero se sienten más seguros a que sus hijos se expongan a ser asaltados o que sufran cualquier otra agresión en la calle”.

César Arellano, La Jornada, 26 de diciembre.