Gobierno controla San Cristóbal

CARACAS (Agencias).—El gobierno venezolano afirmó ayer haber acabado con el toque de queda "impuesto por el terrorismo" en partes de la ciudad de San Cristóbal, epicentro de las protestas contra el gobierno de Nicolás Maduro. A la par, el ministro venezolano de Relaciones Exteriores, Elías Jaua, dijo que sectores en EU sueñan con una "guerra civil" en Venezuela.

"Acabamos toque de queda impuesto por el terrorismo en las avenidas Carabobo, Ferrero Tamayo y España de SC sin víctimas. Adelante PNB y GNB", informó en Twitter el jefe del Comando Estratégico Operacional de las Fuerzas Armadas, general Vladimir Padrino.
Dijo que San Cristóbal, capital de Táchira, celebró ayer 453 años de su fundación "en un clima de paz".

En tanto, el director de la Policía Nacional Bolivariana (PNB), Manuel Pérez, dijo a la estatal VTV que en el operativo participaron alrededor de 250 agentes y fueron detenidas 11 personas por "ataques" contra las fuerzas de seguridad.

Además, Pérez informó que el operativo se mantendrá "durante varias semanas" para evitar alteraciones "al orden público y que vuelvan a montar las barricada".

El alcalde del área metropolitana de Caracas, el opositor Antonio Ledezma, también se expresó a través de Twitter, desde donde acusó al gobierno de "militarizar" Táchira.

Venezuela vive desde hace semanas sumida en protestas antigubernamentales que en ocasiones se han tornado violentas y que han dejado 39 muertos, más de medio millar de heridos y alrededor de 2 mil detenidos.

En este contexto, Jaua declaró ayer que "los sectores más conservadores del gobierno de ese país (EU) quieren una Venezuela inmersa en un conflicto. Hasta sueñan con un conflicto armado".

El funcionario criticó los recientes pronunciamientos del Departamento de Estado estadounidense, advirtiendo sobre posibles sanciones a miembros del gobierno si no se concreta un diálogo con la oposición para acabar con las protestas.

En la búsqueda de una solución al conflicto, tanto gobierno como parte de la oposición acercan posturas para sentarse en una mesa con un mediador internacional, un papel que podría ejercer El Vaticano y que ha sido recibido con buenos ojos por las dos partes.

Ayer mismo, el gobernador de Lara, el opositor Henri Falcón, consideró imperativo arrancar un diálogo "sincero". "Es hora de sentarse a la mesa para decirnos nuestras verdades y criticarnos, pero también (para) concertar", dijo.

Por otro lado, el gobierno emitió una regulación en la que obliga a los propietarios de edificios que tengan 20 años o más dedicados al alquiler a ofrecerlos en venta a los arrendatarios. Se dio un plazo de 60 días hábiles, a partir del 28 de marzo, para iniciar el proceso de venta.

El Universal, 1º de abril.