Con reforma aumentará 600% inversión en energía renovable

El sector privado efectuó inversiones del orden de los 7 mil 500 millones de dólares anuales en energías renovables, cogeneración y eficiencia energética, en proyectos que se encuentran en diferentes etapas de desarrollo. Para multiplicar esta inversión 6 veces y alcanzar el 35 por ciento de generación limpia en el sector eléctrico, es indispensable la reforma energética, afirmó José Ramón Ardavín, director ejecutivo de la Comisión de Estudios del Sector Privado para el Desarrollo Sustentable (Cespedes).

El directivo incluso dijo que para poder sustituir la generación eléctrica basada en combustibles fósiles en 30 por ciento, por energía eólica y cogeneración eficiente, se requiere invertir alrededor de 30 mil millones de dólares, lo que permitiría reducir las emisiones en 40 millones de toneladas de carbono equivalente al año, de las cerca de 300 millones que tiene comprometidas el sector empresarial.

“La tardanza en la aprobación de la reforma promoverá que, además de que se sigan pagando altas tarifas por los energéticos, el nivel de emisiones no logre ser reducido conforme a las metas establecidas y comprometidas. Todo ello tendría serias implicaciones en el desarrollo sustentable del país”, lamentó Ardavín.

Incluso, comentó que si bien es cierto que las metas que México se ha autoimpuesto en materia de cambio climático son sumamente difíciles de cumplir; sin reforma energética, serán simplemente, imposibles.

Para el empresario, la reforma implica una ampliación y diversificación de la matriz energética que incluye a las energías renovables. “Sin esta ampliación que la reforma pretende impulsar, será imposible alcanzar en el mediano plazo mayores inversiones en este tipo de energía y por consiguiente, nuestro país no podrá cumplir sus metas de reducción de gases de efecto invernadero”, advirtió.

Cabe recordar que durante la Conferencia de las Partes (COP 15) que se realizó en Copenhague en 2009, México estableció un compromiso voluntario de reducir anualmente en 30 por ciento sus emisiones de gases de efecto invernadero en el año 2020, sujeto a la implementación de un régimen internacional que disponga de mecanismos de apoyo financiero y tecnológico.

Lindsay Esquivel, La Crónica, 19 de noviembre.