Inminente, que pase la reforma energética, considera el PRI

El dictamen de la reforma energética, basada en la propuesta que presentó el presidente Enrique Peña Nieto, ya es redactado en el Senado, revelaron fuentes del PRI cercanas a la negociación. Además, consideraron que debido al avance que se ha tenido en las últimas semanas, el “obstáculo” que representaban las modificaciones en materia política-electoral “está prácticamente salvado”.
Las comisiones de Energía, de Puntos Constitucionales y la Primera de Estudios Legislativos, han iniciado formalmente la redacción del dictamen, en el cual la participación de la iniciativa privada no prevé la opción de concesiones ni licencias para la explotación de hidrocarburos como lo plantea el PAN, pero tampoco establecerá restricciones para la firma de contratos de utilidad compartida, tal como lo propone la iniciativa presidencial.
Aun así, el debate sobre el particular se dejará abierto para el pleno, adelantaron en el PRI.
Fuentes cercanas a la negociación en el Pacto por México destacaron también que en la reforma política el PRI flexibilizó y cedió en muchas de sus posturas iniciales, en un “esfuerzo singular” por alcanzar acuerdos. Esto fue así debido a que Acción Nacional condicionó abordar el tema energético a la aprobación previa de la reforma política.
Ahora, en la posición priísta, que da por hecho la aprobación de dicha reforma, y la creación del instituto nacional de elecciones, se dicen convencidos que otras fuerzas políticas, de manera par­ticular Acción Nacional, “también deben honrar” su palabra de ir y debatir la reforma energética.
Incluso, en el peor de los escenarios, y en el cual –según dijeron los priístas–“no queremos ni pensar”, está el de echar para atrás en los congresos estatales la creación del instituto nacional de elecciones y el resto de las normas que deriven de la reforma político-electoral, en caso de que fracase la energética.
Hay que recordar que también en este caso se requiere la aprobación de 17 de las legislaturas estatales para que proceda un cambio constitucional. Es decir, aunque la reforma política fuera aprobada en lo federal, ésta sería rechazada en los estados.
Ya el presidente nacional del PRI, César Camacho Quiroz, ha expresado en los últimos días que los dictámenes de la reforma política “están a horas” y “en enseguida” viene la energética. Y que ambas estarán antes de que concluya el periodo ordinario de sesiones del Congreso, que vence el 15 de diciembre.
Ante la difícil tarea y el poco tiempo que queda, el líder priísta adelantó que los diputados y senadores podrían sesionar tres y no dos días a la semana –como tradicionalmente está su calendario de actividades–, a fin de sacar adelante ambas reformas.

José Antonio Román, La Jornada, 27 de noviembre.