Alberto Patishtán Gómez asegura que el encierro de 13 años en la cárcel no le quitó su libertad, su buen humor ni mucho menos su intención de ayudar al pueblo indígena.
Unas horas después de que le fuera notificado por escrito el indulto que le concedió el Presidente Enrique Peña Nieto, el profesor se muestra como un líder seguro de su inocencia que conmina a buscar la justicia.
"¿Quién es Patishtán? Soy una persona que no solamente oigo, sino escucho. ¿Quién es Patishtán? Es uno que está perdiendo la vista por mi enfermedad (un tumor cerebral). Como que ya no me deja ver tanto por los ojos, pero sí los veo mucho más claro en mi corazón.
"¿Y qué significa la libertad? Desde el primer día que llegué a la cárcel estoy libre y me he sentido livbre. Siempre amigos míos me preguntaban: '¿Qué es lo que te mantiene que tú nunca dejas de reír?'. Y yo les digo: 'Es que estoy libre en conciencia y (...) Dios me bendice siempre, y con esa bendición tengo que contagiar a los demás", expresa.
Es en la Casa de la Solidaridad donde ofrece un mensaje, luego de recuperar su libertad tras ser sentenciado a 60 años de cárcel acusado de homicidio.
A su llegada, tarda más de 10 minutos en recorrer los 20 metros que lo separan del templete por saludar a conocidos.
"¡A Alberto Patishtán nadie lo indultó!. "¡El pueblo organizado fue quien lo sacó!". "¡Hombro con hombro, codo con codo, Alberto, Alberto somos todos!", corean los asistentes con júbilo.
El profesor ocupa su lugar al centro de la mesa, flanqueado por sus dos hijos: Héctor, quien tenía 4 años cuando fue encarcelado, y Gabriela, ahora de 22 años, quien carga entre sus brazos a su hija Génesis.
"Hoy vemos el fruto de nuestra lucha. Hoy mi papá lo tengo a mi lado. Quizás ya no pueda recuperar esos 13 años que necesité a mi papá, pero hoy mi hija me da alegría que va a disfrutar a su abuelo fuera de la cárcel", dice Gabriela.
"Ahora si a regresar a mi pueblo, a mi casa junto con él, junto con un papá, pero sobre todo junto con un luchador", secunda Héctor.
Las palabras de sus hijos son las únicas voces que doblan al profesor, quien orgulloso voltea a verlos. Los abraza y besa.
En su discurso de 15 minutos, deja sentir su buen ánimo. Enfatiza que su encarcelamiento, más allá de haber sido injusto, sólo fue el medio para dar fortaleza y lograr justicia para otros presos que se encuentran encerrados sólo por ser indígenas, pobres y sin educación.
"Me llevan a la cárcel y me sentencian una condena a muerte. Me querían acabar, pero yo soy inocente a los ojos de Dios y ante mí mismo. En el primer día que llego a la cárcel decía yo: aquí comienza una tarea más de mi vida", afirma.
En un español mezclado con acento de su lengua tzotzil, el chiapaneco sostiene que la experiencia más dura fue su encierro en la cárcel de máxima seguridad de Guasave, Sinaloa, a la cual califica como el "cementerio de los vivos"; no obstante, asegura que no guarda rencor.
Por lo pronto, permanecerá al menos dos semanas en el DF para concluir su tratamiento de radiocirugía.
"Yo no guardo rencor porque en mi corazón hay paz. Al regresar a mi pueblo, voy a estar con mi gente, y lo que le toca al Estado será del Estado. Lo que viene ahorita es hacer lo poco o lo mucho con mis hijos, tener la familia como debe de ser, y ya Dios iluminará mi pensamiento", confía el profesor.
Celebra ONU liberación
La Oficina en México del Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Derechos Humanos celebró la liberación del profesor Alberto Patishtán y confió en que la medida se apliquea otras personas en casos similares.
Javier Hernández Valencia, representante en México de la OACNUDH, destacó el hecho de que el Congreso modificara el Código Penal Federal para facultar al Ejecutivo a conceder el indulto en casos donde existan anomalías en el debido proceso.
"Nos congratulamos por la decisión de liberar de manera expedita al profesor Patishtán, a partir de la entrada en vigor de la reforma al Código Penal Federal, y tenemos altas expectativas de que otras personas sentenciadas, cuyos derechos humanos han sido violados, logren acceder al mismo beneficio", indicó en un comunicado.
Celebra ONU liberación
La Oficina en México del Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Derechos Humanos celebró la liberación del profesor Alberto Patishtán y confió en que la medida se apliquea otras personas en casos similares.
Javier Hernández Valencia, representante en México de la OACNUDH, destacó el hecho de que el Congreso modificara el Código Penal Federal para facultar al Ejecutivo a conceder el indulto en casos donde existan anomalías en el debido proceso.
"Nos congratulamos por la decisión de liberar de manera expedita al profesor Patishtán, a partir de la entrada en vigor de la reforma al Código Penal Federal, y tenemos altas expectativas de que otras personas sentenciadas, cuyos derechos humanos han sido violados, logren acceder al mismo beneficio", indicó en un comunicado.
Algunas anomalías en el juicio*
· Detención sin orden de aprehensión
· Se dictó orden de arraigo a los 15 minutos de concluir su primera declaración.
· Se le practicó la prueba de radizonato de sodio sin una acusación formal y ocho días después de la emboscada, con lo que se vulneró su derecho a la presunción de inocencia.
· No gozó de una adecuada defensa
· No se preservó la cadena de custodia de las pruebas.
*FUENTE: Doctor Julio Hernández Barros y organización civil Litigio Estratégico en Derechos Humanos
Henia Prado, Reforma, 1º de noviembre.
'Me querían acabar pero soy inocente'
Derechos Humanos, Indígenas Medios México viernes, 1 de noviembre de 2013 0 comentarios
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