Aún y con las injusticias en el debido proceso que se cometieron en su contra y que lo alejaron de su familia por 13 años, Alberto Patishtán, aquel indígena tzotzil acusado de participar en una emboscada que dejó siete policías muertos, manda un mensaje: “Me querían acabar pero soy inocente ante los ojos de Dios y de mí mismo… pero yo no guardo rencor”.
En lo que fue su primera conferencia ante los medios de comunicación tras el indulto presidencial, el profesor Patishtán lamenta no haber podido ver crecer a sus hijos Gabriela y Héctor, pero por otro lado asegura que su lucha fue por defender a su pueblo.
¿Quién es Patishtán? –se pregunta el profesor.
“Es una persona que no sólo oye, sino que escucha, una persona que está perdiendo su vista, pero que ve con el corazón. Patishtán es una persona que no sólo se quedó mirando lo que pasaba en su pueblo donde había un tipo de esclavitud y dije hasta aquí, no más y salí a defender a mi pueblo”, responde.
Recuerda anécdotas en su otra casa, la cárcel. “La hice de sacerdote, de psicólogo, de doctor, de abogado, aunque no sabía nada de eso pero se acercaban a mí y me preguntaban qué hacer. Ahí, en la cárcel, hay mucha gente que ante su situación de pobreza y sin educación son ignorados… me querían acabar pero llegué a la cárcel y supe que iniciaba una nueva tarea”, comenta.
También habla Héctor, su hijo, a quien se le quiebra la voz al recordar lo difícil que fue conseguir la libertad de su padre tras años de lucha: “Llegamos a ésta Ciudad (DF) un amigo y yo hace años, ahora somos un gran grupo…regreso a mi casa con un papá pero sobre todo con un gran luchador de quien aprendí a no quedarme callado”.
Cronología
El 12 de junio del año 2000 fueron asesinados seis policías estatales y uno municipal, en una emboscada que hasta la fecha no se ha aclarado. Se culpó del múltiple homicidio al profesor rural, entonces de 29 años de edad, Alberto Patishtán Gómez, oriundo del vecino municipio El Bosque.
Patishtán Gómez fue arrestado el 19 de junio de ese año y siempre alegó ser inocente; muchos testigos afirmaron haber estado con él en otro pueblo a la hora en que se cometió el crimen. Además, denunció múltiples irregularidades en el proceso en su contra, como haber sido detenido sin una orden de aprehensión.
Antes de su arresto, el profesor de origen tzotzil ya era conocido en la zona por su activismo político. Pertenecía a la Sección 7 del Sindicato Nacional de Trabajadores de la Educación y era crítico contra del entonces presidente municipal de El Bosque, Manuel Gómez Ruiz.
Patishtán fue sentenciado a 60 años de prisión el 18 de marzo de 2002. Estuvo encarcelado en el penal de Cerro Hueco, posteriormente en El Amate. Sus familiares y habitantes de El Bosque organizaron una férrea defensa, mientras que el maestro rural siguió con su activismo dentro de la cárcel.
A partir de 2010, Patishtán tuvo que enfrentar otra pelea además de la legal: su salud, pues le fue diagnosticado un tumor cerebral.
Su condición delicada lo llevó a diversos hospitales penitenciarios como el de Guasave, Sinaloa, y de San Cristóbal, Chiapas. También fue operado en el Instituto Nacional de Neurología “Manuel Velasco Suárez”, en el Distrito Federal; ha perdido casi por completo la visión en un ojo.
Organizaciones defensoras de los derechos humanos, nacionales e internacionales hicieron severos cuestionamientos a las autoridades mexicanas.
Las presiones y los argumentos dieron fruto este año, en que el caso logró colarse hasta la Suprema Corte de Justicia.
El pasado 6 de marzo, la Primera Sala del máximo tribunal determinó que no atraería el caso por considerarse incompetente, ya que correspondía al Primer Tribunal Colegiado del Vigésimo Circuito, con sede en Tuxtla Gutiérrez, resolver si Patishtán era inocente o culpable.
El indulto presidencial era la única solución, pero la ley no lo permitía en este caso. Por ello el Congreso hizo una reforma al Código Penal Federal que fue aprobada el pasado martes 29 de octubre y el 30 publicada en el Diario Oficial de la Federación.
El mismo 29 el presidente Enrique Peña Nieto anunció que pediría el beneficio del indulto para el profesor tzozil. A los 42 años de edad, después de 13 años encarcelado, ayer finalmente fue liberado.
Dennis A. García, La Crónica, 1º de noviembre.
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