Morena cumplió el último requisito de ley para convertirse en partido político

El Movimiento Regeneración Nacional (Morena) cumplió ayer con el último requisito para convertirse en partido político, al realizar su asamblea nacional constitutiva.

Aunque al arranque de la reunión no se dio la cifra exacta de delegados presentes, la secretaria general del Comité Ejecutivo Nacional (CEN), Bertha Luján, dijo pasado el mediodía: ‘‘Tenemos ya el quórum legal, el mínimo eran 120 delegados; tenemos sobradamente la presencia de delegados de todo el país’’.

En la reunión se aprobaron los documentos básicos de la agrupación –declaración de principios, estatuto y programa– con 120 votos a favor, dos en contra y siete abstenciones. En los estatutos se indica que el nombre del partido será Morena y a sus afiliados se les denominará ‘‘protagonistas del cambio verdadero’’.

Por unanimidad (con el voto de 206 delegados), en la asamblea también se ratificó que la integración de los órganos de dirección de la agrupación se mantendrán como hasta ahora, con Martí Batres Guadarrama como presidente nacional del CEN, y Andrés Manuel López Obrador, presidente del consejo nacional.

Al encuentro, realizado en el Salón D’Luz, ubicado en la colonia Roma, a unos metros de la oficina de López Obrador, quien ayer fungió como presidente de la asamblea nacional constitutiva, acudieron verificadores del Instituto Federal Electoral (IFE).

Batres Guadarrama sostuvo en su intervención que la transformación del movimiento en partido político representa la recuperación de la pluralidad y del equilibrio en el sistema político mexicano, que ‘‘se derechizó en los últimos años’’.

Indicó que pasó a ser ‘‘una pluralidad simulada con varios partidos; me refiero a los principales, con ideologías supuestamente distintas, pero enganchados al proyecto de las reformas estructurales’’.

Aseguró que Morena representa la alternativa, porque ‘‘no transamos, no le damos la espalda a la gente y no hacemos alianzas con quienes votan a favor de las reformas neoliberales’’.

Indicó que el proyecto de Enrique Peña Nieto significa corrupción, desigualdad, pobreza, concentración de la riqueza, destrucción y violencia. Esta última, sostuvo, ‘‘es la herencia maldita de las reformas estructurales de Carlos Salinas de Gortari: ahí está su libre comercio y su reforma al ejido; son las que han generado la violencia que hay hoy en el campo mexicano’’.

El presidente del movimiento sostuvo que en Morena no tienen miras cortas, y no están pensando simplemente en el siguiente proceso electoral, ni en cuántos diputados pudieran tener. ‘‘Morena surge para darle fin al régimen actual y se termine de una vez por todas la era neoliberal; que el gobierno pase a manos del pueblo’’, de forma pacífica.

Subrayó que ‘‘a contracorriente, en medio de la ofensiva de las contrarreformas de Peña Nieto, en un contexto nacional de descontento y de desencanto nacional con la política, Morena cumplió los requisitos que ninguna otra fuerza política ha llenado para obtener su registro’’.

Además de alcanzar más de medio millón de afiliados, realizó 30 asambleas estatales, cuando el requisito mínimo es de 20.

Enrique Méndez y Alma Muñoz, La Jornada, 27 de enero.