Leyes secundarias contravienen la legislación para lenguas indígenas

El Congreso Nacional de Comunicación Indígena sostuvo que las leyes secundarias en materia de telecomunicaciones dejarán de lado los derechos de las etnias en materia de comunicación pública y contravienen la actual legislación para lenguas autóctonas.

En conferencia de prensa, Joaquín Palma, integrante del comité para la gestión en materia de comunicación indígena, dijo que el Instituto Federal de Telecomunicaciones (Ifetel) debe impugnar las leyes secundarias, pues de quedarse así ‘‘se nos invalidará un derecho constitucional de acceso a medios de comunicación que divulguen la cultura y las lenguas indígenas’’.

Declaración internacional

Dijo que los comunicadores indígenas, activos defensores de las lenguas autóctonas, ‘‘señalamos nuestra posición en torno a los aspectos que una reforma en materia de telecomunicaciones debe contener a efecto de dar cumplimiento al artículo 16 de la Declaración de las Naciones Unidas sobre los Derechos de los Pueblos Indígenas y a la fracción sexta del apartado B del artículo segundo constitucional de los Estados Unidos Mexicanos que, como lo ha señalado la Suprema Corte de Justicia de la Nación (SCN), es todavía una obligación pendiente’’.

Precisó que dicha normativa nacional e internacional ordena que deben incorporarse a la legislación mexicana dos principios fundamentales en materia de comunicación indígena: condiciones específicas favorables a los pueblos y comunidades (…) para contar con sus propios medios de comunicación, y acceso a medios de difusión no indígenas sin discriminación.

Palma añadió que la legislación en materia de telecomunicaciones no obliga a las empresas privadas que reciban alguna concesión del Estado mexicano a conceder espacios de difusión en lenguas indígenas a comunicadores oriundos de alguna comunidad originaria, y tampoco se establecen reglas para que la programación de las televisoras y/o radiodifusoras cuenten con programas de divulgación de la cultura y lenguas autóctonas.

Alfredo Méndez, La Jornada, 1º de abril.