Sigue el pulso entre Fariñas y el gobierno

El opositor cubano Guillermo Fariñas fue detenido por tercer día consecutivo la tarde del viernes y a la noche del mismo día era esperado de regreso a su casa en ambulancia, “tras sufrir un dolor precordial” durante el arresto, que obligó a internarlo en un hospital público de la ciudad de Santa Clara (centro), informó a MILENIO su hermana Raisa. “Mi mamá está con él y solo están esperando la ambulancia para que lo traigan”, puntualizó Raisa a las 21:45 hora local .

Fariñas fue detenido cuando se trasladaba con un grupo de partidarios a honrar al Héroe Nacional de los cubanos, el líder independentista José Martí, unas cinco horas después de ser puesto en libertad de un anterior arresto. Tras su excarcelación en la mañana, el opositor adelantó a este diario la intención de ir a la tarde a depositarle flores a Martí por el 150 aniversario de su natalicio, aunque dijo que la policía le había insinuado que se abstuviera de hacerlo.

Ellos me dijeron “que por la situación operativa especial aquí, tenían órdenes de detener” a los grupos sospechosos que circulen por la ciudad, puntualizó.

En este nuevo pulso entre el gobierno y Fariñas, sin repercusión en resto del país, el psicólogo disidente informó que fue detenido por segunda vez el jueves, cuando se dirigía a una estación de policía a interesarse por una opositora presa.

Ese arresto no tuvo consecuencia legal y Fariñas dijo que fue “bien tratado”. En la primera detención el miércoles la policía le levantó “un acta de advertencias por escándalo público”, tras subirse al techo de un auto oficial para lanzar consignas contra el gobierno. Fariñas respondió a este diario que no está incitando a la desobediencia civil. El gobierno considera a Fariñas un “mercenario” de EU. Premio Sajarov 2010 del Parlamento Europeo, este opositor ha realizado más de 20 huelgas de hambre, la última de 135 días el año pasado, por la excarcelación de disidentes.

Paralelamente, Alejandrina García confirmó a MILENIO desde la provincia de Matanzas (occidente) que en la madrugada del viernes inició una huelga de hambre por la liberación de su esposo, Diosdado González, uno de los presos que faltan por excarcelar, como resultado de las negociaciones entre el gobierno y la Iglesia católica.

La Habana • Manuel Juan Somoza, Milenio, 29 de enero.

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