Fallida, la estrategia del Presidente


El asesinato del vicealmirante Miguel Salazar en Michoacán es una muestra que la estrategia de seguridad del presidente Enrique Peña Nieto es fallida, consideró el líder de los senadores perredistas, Miguel Barbosa. A su vez, el presidente de la mesa directiva de la Cámara de Diputados, Francisco Arroyo Vieyra, auguró que a partir de este hecho se verá mayor despliegue de fuerza del Estado para generar en la sociedad la “percepción” de que la violencia va a la baja.
En entrevista, Arroyo Vieyra sostuvo que “en este incidente, por lo que se ve en los medios, se puede pensar que fue una desafortunada coincidencia, pero creo que el Estado debe sentar sus reales en Michoacán y generar la percepción que hay gobierno, fuerza y legalidad.
Manifestó que “es un momento muy complicado, aunado a cierta inestabilidad en el gobierno”, por la ausencia del gobernador constitucional, Fausto Vallejo Figueroa.
Argumentó que en esta administración no se podría esperar un cambio inmediato en la reducción de los índices de violencia, “después de un abandono proverbial, en el que las instituciones relajaron su disciplina”.
En el Senado, Barbosa sostuvo que la estrategia de seguridad del presidente Enrique Peña Nieto “ha sido fallida en Michoacán. Sin duda, ahí están los resultados públicos que lo revelan así. Se tiene que hablar sin eufemismos, el presidente Enrique Peña Nieto tiene que informar qué estrategia policiaca, militar y armada está aplicando”.
El perredista subrayó: “Está visto que la llegada de muchos elementos de estas fuerzas del orden no sirvió para dotar al pueblo de Michoacán de paz, seguridad y orden público. Eso es hablar sin eufemismos. Se tienen que aplicar los procedimientos constitucionales para relevar al gobernador, porque el mandatario interino no tiene la fuerza que le da la legitimidad de provenir de una elección”.
Barbosa consideró que esto “nos habla de la realidad dramática, en la que vemos que la delincuencia organizada ha rebasado a toda forma de autoridad, de paz social y de orden público”.
Luego de los violentos hechos suscitados la semana pasada en varios puntos de Michoacán, el gobierno federal de Enrique Peña Nieto tiene que modificar su estrategia y evitar seguir ocultando ante la opinión pública la gravedad de la crisis de inseguridad que enfrenta el país, señalaron académicos expertos en temas de seguridad pública.
René Jiménez Ornelas, coordinador de la Unidad de Análisis sobre Violencia Social del Instituto de Investigaciones Sociales de la UNAM, indicó que la administración peñista debe reconocer el crecimiento de la violencia en México, que ésta aún no se abate y que puede seguir estallando por la fuerza de los grupos delictivos.
“Su estrategia de seguridad es muy similar a la que mantuvo Felipe Calderón, con una movilización similar de elementos de las fuerzas armadas, y hemos visto que esto sólo genera más violencia. Los resultados son terribles y vemos más violencia que hace seis años.”
Javier Oliva, académico de la Facultad de Ciencias Políticas y Sociales de la UNAM, indicó que en situaciones de crisis la mejor estrategia “es salir a decir lo que realmente está pasando”.
Señaló que lo que hoy se vive en el país, en particular en estados como Michoacán (donde en la semana grupos armados atacaron tanto a policías federales como a ciudadanos que se encontraban en una manifestación) y Guerrero (con la presencia de policías comunitarias armadas), “es proporcional al abandono de esas regiones tanto de autoridades locales como federales”.
(Con información de Enrique Méndez, Víctor Ballinas y Emir Olivares)

La Jornada, 30 de julio.

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