Fallas estructurales en el Mecanismo de Protección de Defensores de Derechos Humanos y Periodistas

El Mecanismo de Protección de Defensores de Derechos Humanos y Periodistas tiene varias fallas estructurales que no le han permitido funcionar como debería ser, entre ellas la falta de consolidación de su equipo de trabajo, lo cual lo expone a la desconfianza y el escepticismo de los sectores que busca proteger, señalaron Edgar Cortez y Agniezska Raczynska, integrantes del consejo consultivo de dicho organismo.

Luego de que el pasado lunes los miembros de esta entidad dieran a conocer una carta pública dirigida a la subsecretaria de Derechos Humanos de la Secretaría de Gobernación, Lía Limón, en la que lamentaron la imposibilidad de contar con un equipo estable y cualificado, ayer se reunieron con integrantes de organizaciones de la sociedad civil para discutir el tema.

En ese encuentro, afirmó Edgar Cortez, se advirtió que desde hace tiempo el mecanismo tiene una serie de problemas que no sólo se mantienen sino que están creciendo, entre ellos que hay mucha rotación de personal y eso hace que tengan un equipo de trabajo que no se logra estabilizar y haya rezago de atención de casos.

Un ejemplo de ello es que hasta febrero de este año, detalló, el mecanismo había recibido 152 peticiones de ayuda, de las cuales 22 no fueron aceptadas, 89 estaban pendientes de análisis y sólo 41 ya habían sido revisadas y discutidas.

Además de los constantes despidos –que Limón parece justificar con el argumento de que muchos colaboradores no se ponen la camiseta–, se suma el hecho de que aún no se pueden utilizar los recursos del fideicomiso del organismo, a pesar de que éste ya comenzó a funcionar desde hace más de un año y medio.

No son problemáticas ocasionales, sino estructurales, recurrentes y sistemáticas, por deficiencias en el seno del mecanismo. Estamos en un momento de crisis, difícil, porque los defensores de derechos humanos y periodistas cada vez miran con más escepticismo este órgano y se puede perder la confianza y la expectativa de sus destinatarios, alertó Cortez.

Por su parte, Raczynska coincidió en que hay una serie de fallas estructurales en el mecanismo, relacionadas sobre todo con el constante recambio de su personal y la falta de un programa de trabajo a largo plazo.

Algo no se está haciendo bien para consolidar el equipo de trabajo. Es algo que la subsecretaria debe revisar y atender, pero más que hablar de los riesgos, creo que estamos ante una oportunidad para que Gobernación resuelva todas las fallas del mecanismo, estimó.

Mientras las autoridades no den alguna muestra de voluntad para resolver estas carencias, dijo la activista, los integrantes del consejo consultivo determinaron no asistir a las reuniones mensuales que realiza la junta de gobierno del mecanismo.

Fernando Camacho Servín, la Jornada, 26 de marzo.