Sin mencionar expresamente el caso de California, ocho países firmaron una declaración en la que advierten que legalizar drogas lo ven con preocupación. Afirman que cualquier medida parcial resultará “insuficiente e ineficaz” y alertan que sólo generaría “efectos negativos”.
“Hacen un llamado a las naciones consumidoras a ser congruentes y consistentes en el establecimiento y aplicación de políticas públicas en la materia, ya que no puede promoverse la criminalización de estas actividades en esos o en otros países y al mismo tiempo la legalización abierta o velada de la producción y consumo de drogas en sus propios territorios”, estableció la declaración que leyó Adriana Vargas, portavoz del gobierno de Colombia.
Por México, Colombia, Costa Rica, Guatemala, Honduras, firmaron sus presidentes; por Panamá, El Salvador y República Dominicana sus cancilleres y vicepresidente, respectivamente.
El presidente Felipe Calderón condenó la “incongruencia” de Estados Unidos que por un lado criminaliza y por el otro legaliza las drogas, y añadió que debilita las acciones de otras naciones, planteamiento que reafirmó su similar de Colombia, Juan Manuel Santos. Por ello, el mexicano demandó “elemental congruencia” a Estados Unidos.
Esto es “una llamada de alerta y de preocupación”, refrendó Calderón anoche e insistió en que el consumo es causa de problemas que viven países como México y Colombia.
Calderón recriminó la ayuda de Estados Unidos a través de la Iniciativa Mérida, pues apenas ha recibido cerca de 400 millones de dólares de los mil 400 millones anunciados. Dijo que “no se trata solamente de poner dinero, sino que se trata de acciones también que estamos exigiendo y esperando: por ejemplo detener el tráfico de armas”; exigió lo mismo en materia de lavado de dinero.
Por la mañana, durante la apertura de trabajos, mientras Santos manifestó su rechazo a la legalización de la mariguana en California y reclamó una discusión de iguales a Estados Unidos frente al problema del narco, Calderón pidió concertación urgente entre naciones contra el crimen organizado.
Al inaugurar la cumbre, Santos pronunció un discurso fuerte en reclamo a Estados Unidos; Calderón lo secundó con una postura menos contundente.
A este encuentro, en el Centro de Convenciones de Cartagena, asistieron los presidentes de Costa Rica, Laura Chinchilla; de El Salvador, Mauricio Funes; de Guatemala, Álvaro Colom; de Honduras, Porfirio Lobo, y de Panamá, Ricardo Martinelli.
Santos manifestó su reclamo a California, que el próximo 2 de noviembre se encamina a la legalización de la mariguana.
“Es confuso para nuestra gente ver que, mientras perdemos vidas e invertimos recursos en la lucha contra el narcotráfico, en países consumidores se promueven iniciativas como la del referendo de California para legalizar la producción, venta y consumo de mariguana.
“Me pregunto si la octava economía del mundo, que promueve con éxito su tecnología de punta, sus películas y sus buenos vinos, va a permitir la importación de mariguana”, dijo.
La presidenta de Costa Rica, Laura Chinchilla, afirmó ayer que el combate al narcotráfico debe ser regional. “La violencia delincuencial asociada al problema de las drogas ha costado más vidas que las que se perdieron en las guerras” de la década de 80, dijo. “Si creemos que cada país, haciendo lo suyo, va a enfrentar exitosamente el problema, estamos equivocados”.
Luis Alberto Moreno, presidente del Banco Interamericano de Desarrollo, se pronunció en contra de la legalización porque países de Sudamérica son lo que ponen a los muertos.
Jorge Ramos enviado, El Universal, 27 de octubre.
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