BRUSELAS.- Ante la falta de consenso, los Ministros de Exteriores de la Unión Europea aplazaron hasta diciembre su decisión sobre la posibilidad de modificar la llamada Posición Común hacia Cuba, con lo cual se abriría la vía para un futuro acuerdo bilateral de cooperación.
Durante este periodo de "reflexión", la Alta Representante de la Política Exterior de la Unión, Catherine Ashton, evaluará la situación en la Isla para determinar en qué sentido puede evolucionar las relaciones con Cuba.
"La Posición Común seguirá siendo el marco, pero queremos tener un periodo de reflexión dentro del mismo", declaró Ashton al finalizar la reunión en Luxemburgo.
La Posición Común fue fijada en 1996 y compromete a todos los socios de la Unión Europea a tratar a Cuba bajo un mismo patrón de relaciones y condicionando el diálogo a los temas de derechos humanos y democracia.
Desde el año pasado, España ha demandado el fin de la medida europea al calificarla de obsoleta y contraria a los gestos emitidos recientemente por Cuba.
La Ministra española de Relaciones Exteriores, Trinidad Jiménez, afirmó que la Isla ha progresado en el capítulo de la apertura económica, así como en el rubro de las garantías individuales, como quedó demostrado con la reciente liberación de 42 presos políticos tras un proceso de negociaciones liderado por la Iglesia católica local, acompañado por el Gobierno español.
"(Ante ello) la UE debería también dar una señal", declaró Jiménez tras precisar que la apertura de Bruselas contribuiría a afianzar el proceso de reformas en Cuba.
Steven Vanackere, Canciller belga, también reconoce que hay señales positivas desde La Habana.
"Ninguna acción positiva debe quedar sin recompensa", dijo Vanackere en nombre de la presidencia semestral de los Veintisiete.
Pero no todos comparten esa postura, de acuerdo con información oficial de la Comisión Europea.
"Alemania, apoyada por Suecia, Polonia y otros países de Europa del Este y Central, encabeza el campo opositor que presiona a la UE para que mantenga su línea dura hacia el régimen comunista en Cuba".
El plazo emitido por el Consejo Europeo, es suficiente para conocer cómo responde el régimen cubano al reto impuesto la semana pasada por el Parlamento Europeo tras entregarle al disidente cubano Guillermo Fariñas el Premio Sajarov, un galardón con el que Europa reconoce a quienes luchan día a día contra la opresión y la injusticia.
El presidente del Parlamento Europeo, Jerzy Buzek, espera que asista Fariñas en compañía de las Damas de Blanco a la entrega del galardón en el plenario del 15 de diciembre.
En La Habana, Laura Pollán, dirigente del citado grupo disidente, y el opositor Elizardo Sánchez, coincidieron en que faltan todavía más medidas en relación a los derechos humanos y la democracia para poder levantar la Posición Común.
Con información de agencias
Durante este periodo de "reflexión", la Alta Representante de la Política Exterior de la Unión, Catherine Ashton, evaluará la situación en la Isla para determinar en qué sentido puede evolucionar las relaciones con Cuba.
"La Posición Común seguirá siendo el marco, pero queremos tener un periodo de reflexión dentro del mismo", declaró Ashton al finalizar la reunión en Luxemburgo.
La Posición Común fue fijada en 1996 y compromete a todos los socios de la Unión Europea a tratar a Cuba bajo un mismo patrón de relaciones y condicionando el diálogo a los temas de derechos humanos y democracia.
Desde el año pasado, España ha demandado el fin de la medida europea al calificarla de obsoleta y contraria a los gestos emitidos recientemente por Cuba.
La Ministra española de Relaciones Exteriores, Trinidad Jiménez, afirmó que la Isla ha progresado en el capítulo de la apertura económica, así como en el rubro de las garantías individuales, como quedó demostrado con la reciente liberación de 42 presos políticos tras un proceso de negociaciones liderado por la Iglesia católica local, acompañado por el Gobierno español.
"(Ante ello) la UE debería también dar una señal", declaró Jiménez tras precisar que la apertura de Bruselas contribuiría a afianzar el proceso de reformas en Cuba.
Steven Vanackere, Canciller belga, también reconoce que hay señales positivas desde La Habana.
"Ninguna acción positiva debe quedar sin recompensa", dijo Vanackere en nombre de la presidencia semestral de los Veintisiete.
Pero no todos comparten esa postura, de acuerdo con información oficial de la Comisión Europea.
"Alemania, apoyada por Suecia, Polonia y otros países de Europa del Este y Central, encabeza el campo opositor que presiona a la UE para que mantenga su línea dura hacia el régimen comunista en Cuba".
El plazo emitido por el Consejo Europeo, es suficiente para conocer cómo responde el régimen cubano al reto impuesto la semana pasada por el Parlamento Europeo tras entregarle al disidente cubano Guillermo Fariñas el Premio Sajarov, un galardón con el que Europa reconoce a quienes luchan día a día contra la opresión y la injusticia.
El presidente del Parlamento Europeo, Jerzy Buzek, espera que asista Fariñas en compañía de las Damas de Blanco a la entrega del galardón en el plenario del 15 de diciembre.
En La Habana, Laura Pollán, dirigente del citado grupo disidente, y el opositor Elizardo Sánchez, coincidieron en que faltan todavía más medidas en relación a los derechos humanos y la democracia para poder levantar la Posición Común.
Con información de agencias
Inder Bugarin corresponsal, Reforma, 26 de octubre.
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