Jefes de Estado y de gobierno integrantes del Mecanismo de Diálogo y Concertación de Tuxtla hicieron un llamado de alerta y preocupación ante iniciativas locales, como la de California y su referéndum para legalizar el consumo de marihuana.
Al concluir la Cumbre 2010, en conferencia de prensa ofrecida por los mandatarios, el presidente Felipe Calderón exigió congruencia y coherencia de parte de Estados Unidos en sus políticas públicas que no abonan a la lucha que emprenden los países de la región contra el narcotráfico.
En esta tesitura, exigió también que se detenga el tráfico de armas y el lavado de dinero hacia México y hacia le región en general. “Si Estados Unidos hiciera por lo menos ese esfuerzo. Si el esfuerzo que hace hoy para detener migrantes lo aplicara por lo menos a la mitad para detener el flujo de armas, otra historia sería. Porque el contar con un acceso tan franco por parte de los criminales a un armamento casi ilimitado pues es parte del problema y se generó cuando en Estados Unidos no fue ratificado y perdió vigencia la ley que prohíbe las armas de asalto”, refirió.
“No se puede esperar tener resultados eficaces si por un lado hay una política de criminalización y por la otra hay una política abierta o velada de legalización. Lo que exigimos es congruencia a estos países consumidores”, dijo en alusión al referéndum sobre la iniciativa californiana para legalizar el uso de la marihuana.
Añadió: “¿Por qué razón? Porque no se puede criminalizar y legalizar al mismo tiempo. O una u otra cosa, y las repercusiones que pueda tener un eventual plebiscito de esta naturaleza pueden ser múltiples”.
Calderón indicó que hay una incoherencia no sólo a nivel internacional, pues mientras en Estados Unidos acomodan la legislación a su manera para proteger el consumo, por otro lado no hacen nada en el resto de la cadena que va desde la producción y el transporte; eso genera una inconsistencia que además desencadena otros problemas.
Indicó que de legalizarse el consumo se tendrá que valorar que habrá un incremento de la demanda, si no existe un arreglo coherente, no sólo a nivel internacional, sino dentro del propio Estados Unidos. En esencia, dijo, a lo que estamos llamando es a tener en cuenta que medidas parciales son insuficientes e ineficaces porque este fenómeno es transnacional y requiere ser analizado en un contexto mucho más amplio que en un Estado.
Dijo que tocará a los científicos respaldar las tendencias del uso medicinal que pueda tener la mariguana. En cuanto a las acciones que la región necesita, dijo que detener el tráfico de armas es fundamental para avanzar en la lucha continental contra el narcotráfico y son acciones que hemos estado esperando. “En los casi cuatro años de gobierno que llevo, el gobierno federal ha decomisado cerca de 90 mil armas, de las cuales 50 mil son rifles de asalto, cerca de 8 mil granadas, 10 millones de cartuchos y casi un centenar de rifles”, señaló.
“Si Estados Unidos tuviera congruencia en este punto detendría el flujo de armas a los criminales que operan en México y en la región y en materia de lavado de dinero también, porque al final de cuentas si no se detiene el flujo de armas y de dinero a nuestros países proveniente de actividades ilegales, difícilmente podrá avanzarse de manera determinante en ese problema”, señaló.
Indicó que Estados Unidos concretamente es el principal consumidor, el principal proveedor de armas y de dinero a los criminales, si no se actúa en esos frentes, será difícil que podamos considerar que se está asumiendo
corresponsabilidad sobre una tarea y sobre un problema común.
Al concluir la Cumbre 2010, en conferencia de prensa ofrecida por los mandatarios, el presidente Felipe Calderón exigió congruencia y coherencia de parte de Estados Unidos en sus políticas públicas que no abonan a la lucha que emprenden los países de la región contra el narcotráfico.
En esta tesitura, exigió también que se detenga el tráfico de armas y el lavado de dinero hacia México y hacia le región en general. “Si Estados Unidos hiciera por lo menos ese esfuerzo. Si el esfuerzo que hace hoy para detener migrantes lo aplicara por lo menos a la mitad para detener el flujo de armas, otra historia sería. Porque el contar con un acceso tan franco por parte de los criminales a un armamento casi ilimitado pues es parte del problema y se generó cuando en Estados Unidos no fue ratificado y perdió vigencia la ley que prohíbe las armas de asalto”, refirió.
“No se puede esperar tener resultados eficaces si por un lado hay una política de criminalización y por la otra hay una política abierta o velada de legalización. Lo que exigimos es congruencia a estos países consumidores”, dijo en alusión al referéndum sobre la iniciativa californiana para legalizar el uso de la marihuana.
Añadió: “¿Por qué razón? Porque no se puede criminalizar y legalizar al mismo tiempo. O una u otra cosa, y las repercusiones que pueda tener un eventual plebiscito de esta naturaleza pueden ser múltiples”.
Calderón indicó que hay una incoherencia no sólo a nivel internacional, pues mientras en Estados Unidos acomodan la legislación a su manera para proteger el consumo, por otro lado no hacen nada en el resto de la cadena que va desde la producción y el transporte; eso genera una inconsistencia que además desencadena otros problemas.
Indicó que de legalizarse el consumo se tendrá que valorar que habrá un incremento de la demanda, si no existe un arreglo coherente, no sólo a nivel internacional, sino dentro del propio Estados Unidos. En esencia, dijo, a lo que estamos llamando es a tener en cuenta que medidas parciales son insuficientes e ineficaces porque este fenómeno es transnacional y requiere ser analizado en un contexto mucho más amplio que en un Estado.
Dijo que tocará a los científicos respaldar las tendencias del uso medicinal que pueda tener la mariguana. En cuanto a las acciones que la región necesita, dijo que detener el tráfico de armas es fundamental para avanzar en la lucha continental contra el narcotráfico y son acciones que hemos estado esperando. “En los casi cuatro años de gobierno que llevo, el gobierno federal ha decomisado cerca de 90 mil armas, de las cuales 50 mil son rifles de asalto, cerca de 8 mil granadas, 10 millones de cartuchos y casi un centenar de rifles”, señaló.
“Si Estados Unidos tuviera congruencia en este punto detendría el flujo de armas a los criminales que operan en México y en la región y en materia de lavado de dinero también, porque al final de cuentas si no se detiene el flujo de armas y de dinero a nuestros países proveniente de actividades ilegales, difícilmente podrá avanzarse de manera determinante en ese problema”, señaló.
Indicó que Estados Unidos concretamente es el principal consumidor, el principal proveedor de armas y de dinero a los criminales, si no se actúa en esos frentes, será difícil que podamos considerar que se está asumiendo
corresponsabilidad sobre una tarea y sobre un problema común.
Cecilia Téllez en Cartagena, La Crónica, 27 de octubre.
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