Luxemburgo, 25 de octubre. Los países de la Unión Europea (UE) decidieron mantener un año más su Posición Común hacia Cuba, y encargaron a Catherine Ashton, representante de política exterior del bloque, llevar a cabo contactos “exploratorios” con el gobierno de La Habana sobre la posibilidad de avanzar en torno a un eventual acuerdo bilateral.
En una reunión de cancilleres los 27 socios comunitarios acordaron estudiar, de aquí a diciembre, la posibiliad de “suavizar” su política hacia Cuba luego que el gobierno de Raúl Castro ha iniciado un proceso de excarcelación de disidentes y de reformas económicas, además de considerar que para entonces Ashton les presentará un informe sobre sus gestiones.
El acuerdo de mantener la Posición Común se refiere a un documento de 1996, repudiado por Cuba, que exige al gobierno de la isla avances en derechos humanos y democracia representativa, cuya validez se revisa anualmente. No obstante, de acuerdo con fuentes diplomáticas, los europeos consideran que han visto un “gesto positivo” en la isla y que “se debe aprovechar este momento” de cambio.
Para revocar el documento era necesario un consenso de los 27, pero Alemania, Suecia, Polonia y República Checa se opusieron, al estimar que los cambios en Cuba son insuficientes.
Trinidad Jiménez, nueva ministra española de Asuntos Exteriores, había pedido por la mañana que la UE mandara una “señal” clara a Cuba de cara a un posible cambio de la Posición Común, porque la isla “ya ha dado alguna señal”. Hizo una defensa apasionada de la postura de España favorable a flexibilizar e incluso a eliminar la citada Posición Común, que Madrid considera “anacrónica”.
Pero una vez conocida la decisión comunitaria de seguir condicionado la “normalización progresiva” de las relaciones entre Europa y Cuba, Jiménez se congratuló al estimar que la UE abrió una “nueva etapa” en sus nexos con la isla caribeña y dio por “superada” la Posición Común.
La UE ha dejado claro que “se abre una nueva etapa en las relaciones con la isla” al encargar a Ashton “establecer contactos políticos para un futuro acuerdo bilateral” con Cuba, indicó la canciller española al término de la reunión con sus colegas.
En tanto, un grupo de ex prisioneros cubanos residentes en España anunció la creación de un Observatorio Cubano de Derechos Humanos para vigilar la situación en la isla y la de los cubanos liberados que viajaron a España, así como la política del gobierno de Madrid hacia La Habana.
En una reunión de cancilleres los 27 socios comunitarios acordaron estudiar, de aquí a diciembre, la posibiliad de “suavizar” su política hacia Cuba luego que el gobierno de Raúl Castro ha iniciado un proceso de excarcelación de disidentes y de reformas económicas, además de considerar que para entonces Ashton les presentará un informe sobre sus gestiones.
El acuerdo de mantener la Posición Común se refiere a un documento de 1996, repudiado por Cuba, que exige al gobierno de la isla avances en derechos humanos y democracia representativa, cuya validez se revisa anualmente. No obstante, de acuerdo con fuentes diplomáticas, los europeos consideran que han visto un “gesto positivo” en la isla y que “se debe aprovechar este momento” de cambio.
Para revocar el documento era necesario un consenso de los 27, pero Alemania, Suecia, Polonia y República Checa se opusieron, al estimar que los cambios en Cuba son insuficientes.
Trinidad Jiménez, nueva ministra española de Asuntos Exteriores, había pedido por la mañana que la UE mandara una “señal” clara a Cuba de cara a un posible cambio de la Posición Común, porque la isla “ya ha dado alguna señal”. Hizo una defensa apasionada de la postura de España favorable a flexibilizar e incluso a eliminar la citada Posición Común, que Madrid considera “anacrónica”.
Pero una vez conocida la decisión comunitaria de seguir condicionado la “normalización progresiva” de las relaciones entre Europa y Cuba, Jiménez se congratuló al estimar que la UE abrió una “nueva etapa” en sus nexos con la isla caribeña y dio por “superada” la Posición Común.
La UE ha dejado claro que “se abre una nueva etapa en las relaciones con la isla” al encargar a Ashton “establecer contactos políticos para un futuro acuerdo bilateral” con Cuba, indicó la canciller española al término de la reunión con sus colegas.
En tanto, un grupo de ex prisioneros cubanos residentes en España anunció la creación de un Observatorio Cubano de Derechos Humanos para vigilar la situación en la isla y la de los cubanos liberados que viajaron a España, así como la política del gobierno de Madrid hacia La Habana.
La Jornada, 26 d octubre.
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