Hay que hacer más conciencia sobre cambio climático por medio del arte: Mario Molina

Cuando Mario Molina vio por primera vez el colapso de glaciares estéticos y monumentales en la Antártida se quedó sorprendido, pero no sólo a partir de su posición como científico, sino también desde la humildad que posee todo hombre. “¡Precioso!..., pero ¿qué estamos haciendo con el planeta?”, relata.

El Nobel mexicano, que junto con Paul Crutzen y Sherwood Rowland lanzaron mediante su investigación la advertencia sobre el peligro de los gases clorofluorocarbonados en la capa de ozono, aludió entonces a ese sentimiento inherente del hombre que sensibiliza el arte, el natural en este caso.

El cambio climático es del conocimiento de toda la sociedad y aunque se dice muy optimista sobre que se resolverá, recuerda las enormes barreras que ello implica. El tema energético, que implica continuar la quema de combustibles fósiles que provocan el principal gas de efecto invernadero: CO2, se torna muy complejo por todos los intereses y costos que hay de por medio.

“Este tipo de problemas sólo encontrarán solución con una conciencia global que cambie la forma en que funciona la sociedad”. Una de las herramientas para obtenerla será el arte.

En entrevista, con motivo de la presentación de la última edición de Artes de México titulada “Arte y cambio Climático”, el químico, junto con otros científicos y artistas busca hacerse de este vehículo para crear y generar conciencias sobre este reto medioambiental si bien a partir de la misma revista —que incorpora textos de José Emilio Pacheco, Alfonso Alfaro, Johannes Neurath, Rodolfo Lacy, entre otros— como parte de un movimiento cultural que esperan crezca.

En el acto realizado en el Museo Universitario de Ciencias y Arte (MUCA) de la UNAM, manifestó que más allá de los estereotipos, los científicos tienen una sensibilidad artística, porque el arte es una expresión más de la conciencia, misma que buscan sintetizar en la revista.

“La sociedad y muchos científicos nos vemos favorecidos con muchas expresiones innovadoras en el arte, en especial aquellas que elevan nuestra conciencia y nos bosquejan épocas más sustentables, justas y equilibradas”, refiere en su artículo, al que le acompaña Remedios Varo, Naomi Siegmann y Vicente Huidobro, entre otros.

Si bien, acota el científico, hace falta incorporar más al arte para armar una mejor conciencia ambiental, para el escritor y director de Artes de México, Alberto Ruy-Sánchez, en el país podría no ser complicado: “el arte siempre está a la vanguardia y la cultura es lo mejor que tiene México”.

En la presentación, como en su misma editorial, recordó cómo en la Feria Internacional de Osaka, Japón, en 1970, mientras la tecnología era motivo de la festividad, el pabellón mexicano ya respondía mediante sus artistas con su muestra “Tecnología contra el hombre”, donde se encontraban piezas de la Ruptura, algunas de ellas publicadas en la revista, como La ciudad desbordada, contaminación del aire, de Lilia Carrillo.

“Cada vez hay más expresiones de arte que atienden el problema del cambio climático, pero aún se tiene que hacer mucho más”.

COP16 EN PUERTA. Por otra parte, Mario Molina indicó que la próxima Conferencia sobre Cambio Climático de la ONU (COP16) que se realizará el mes de diciembre en Cancún, se vislumbra como ya se ha venido prediciendo. “No hay expectativas de llegar a un acuerdo definitivo, pero puede haber avances importantes”. Mencionó que después de Copenhague y a lo largo de todo el año ha habido muchos esfuerzos por hacer de México un escenario propicio para los acuerdos, pero las reticencias de países como China, a cerca de sus emisiones de CO2, no han facilitado el trabajo.

“Soy optimista de que podemos combatir el cambio climático y hemos avanzado, aunque es un poco frustrante que no lo podamos hacer con mayor rapidez”, puntualizó el Premio Nobel.

Isaac Torres Cruz, La Crónica, 30 de octubre.