Observadores alertan sobre riesgos para defensores de derechos humanos de migrantes

Observadores internacionales alertaron que en México los defensores de derechos humanos de los migrantes aún enfrentan grandes riesgos en su actividad, por lo que hicieron un llamado a las autoridades para que asuman su responsabilidad.

De acuerdo con la Misión de Observación Internacional, que integra Agustín Jiménez, de PCS Colombia; Jennifer Johnson, de Latin American Luork Group; Fray Raúl Vera López, Obispo Diócesis Saltillo; Alberto Xicotencatl, de Casa del Migrante Saltillo, Alejandro Solalinde, de Hermanos en el Camino y Fray Tomas González, de Casa Migrante 72 Tenosique, la inseguridad para los defensores ya es un problema sistemático.

“A través de distintos informes se ha dado cuenta de un problema sistemático y sistémico ocurrido a nivel nacional, el incremento de las violaciones a los derechos humanos y la clasificación de la defensa a esos derechos como una actividad de alto riesgo”, indicaron.

En ese sentido, los observadores hicieron un llamado a que se le den garantías a los defensores y las organizaciones que se dedican a dicha labor.

Luego de reunirse por cuatro días, los observadores recomendaron que, en el marco de la Ley de Migración y su reglamento, se implementen de manera inmediata acciones de protección para migrantes en México.

“Que el nuevo gobierno asuma como prioridad la ejecución de una política migratoria integral y garantice la seguridad y protección para defensores de migrantes”.

Asimismo, que el gobierno emita información sobre el avance que se tiene en el cumplimiento de las recomendaciones realizadas por organizaciones internacionales, además de adoptar las medidas necesarias y agilizar las investigaciones sobre funcionarios que pudieron haber participado en contra de migrantes.

“Que el gobierno federal promueva activamente el compromiso de los gobiernos estatales con la aplicación de las medidas de protección de los defensoras de migrantes en México”, agregaron.

Y es que aseguraron que los defensores de migrantes trabajan bajo un sistema de autoridades corruptas que en ocasiones están en complicidad con la delincuencia organizada, lo que hace mayor el riesgo para ellos.

Dennis A. García, La Crónica, 27 de febrero.