José Vielma Mora, gobernador del estado de Táchira, donde se iniciaron las protestas estudiantiles hace tres semanas, que luego se extendieron a toda Venezuela, ha sido la primera autoridad chavista en declarar abiertamente la deriva represora tomada por el gobierno de Nicolás Maduro.
“Estoy en contra de la represión. Cualquier protesta estudiantil debe ser atendida, ellos tienen el derecho a protestar”, declaró Vielma Mora, un histórico del chavismo, ya que acompañó a Hugo Chávez en el golpe de Estado de 1992.
Sobre la decisión del presidente Maduro de militarizar el estado de Táchira para reprimir a los manifestantes, el gobernador declaró: “Me molesté mucho con el sobrevuelo de aviones militares en Táchira; fue un exceso inaceptable”. Vielma también sorprendió cuando en esa misma entrevista también pidió liberar a los presos políticos, incluido el líder opositor Leopoldo López.
Los ciudadanos de San Cristóbal, capital de Táchira, reaccionaron a los sobrevuelos intimidatorios de los cazas de guerras enviados por Maduro con un gigantesco cacerolazo, mientras persisten las barricadas y algunos comercios han sido saqueados.
Crítica de la Iglesia. Tampoco se han quedado callados esta vez los obispos de la Conferencia Episcopal de Venezuela (CEV), que ayer rechazaron el empleo de la fuerza por parte de los organismos de seguridad del Estado que, dicen, “se han extralimitado” al reprimir varias de las manifestaciones de los últimos días “y han producido consecuencias irreparables”, en alusión a las protestas que han dejado al menos 13 muertos.
“Las autoridades policiales y militares están obligadas a respetar los Derechos Humanos, ante todo el derecho a la vida”, subrayaron en un comunicado, en el que lamentan también la “irrupción de grupos armados no policiales ni militares que han arremetido contra la población y que están al margen de la ley”.
Muerte de ex campeón. La acumulación de críticas ante la gravedad de la crisis en Venezuela, especialmente la del importante gobernador chavista, han golpeado con dureza en el casco de la nave bolivariana, cada vez más a la deriva, por unos datos económicos desastrosos y por su incapacidad de dar una solución pacífica a las tres semanas de protestas que han dejado varias decenas de muertos, el último de ellos el ex campeón mundial supergallo y pluma Antonio Cermeño, secuestrado el lunes y encontrado muerto ayer, según Maduro, por obra de unos “sicarios golpistas, por ser un bolivariano verdadero”.
La OEA despierta. El Consejo Permanente de la OEA se reunirá mañana jueves en Washington en una sesión extraordinaria para considerar la propuesta de Panamá de convocar a una “reunión urgente” de consulta de los cancilleres del continente sobre la situación de Venezuela.
Ante el clamoroso silencio de los gobiernos de la región sobre la crisis en Venezuela, el gobierno del presidente panameño, Ricardo Martinelli, hizo la solicitud basándose en artículos de la Carta de la OEA y de su Estatuto del Consejo Permanente que “señalan que cualquier Estado miembro puede pedir que se convoque la Reunión de Consulta, con el fin de considerar problemas de carácter urgente y de interés común para los Estados”.
Fuera Cuba. Sobre el terreno, estudiantes y simpatizantes opositores marcharon ayer hasta la embajada cubana en Venezuela para entregar un comunicado en el que exigen el fin de la “intromisión” cubana.
“No permitiremos más intromisión, que sigan controlando nuestros medios de comunicación y determinen qué podemos ver y cuándo, no permitiremos que determinen nuestras operaciones militares ni adoctrinen a nuestros hijos”, dijo la líder estudiantil Gaby Arellano al leer el “Comunicado a la dictadura de Cuba”.
“Le recordamos a la dictadura de los hermanos Castro que Venezuela es un país soberano, que no acepta injerencia de ningún tipo y ningún país”, declaró.
“Estoy en contra de la represión. Cualquier protesta estudiantil debe ser atendida, ellos tienen el derecho a protestar”, declaró Vielma Mora, un histórico del chavismo, ya que acompañó a Hugo Chávez en el golpe de Estado de 1992.
Sobre la decisión del presidente Maduro de militarizar el estado de Táchira para reprimir a los manifestantes, el gobernador declaró: “Me molesté mucho con el sobrevuelo de aviones militares en Táchira; fue un exceso inaceptable”. Vielma también sorprendió cuando en esa misma entrevista también pidió liberar a los presos políticos, incluido el líder opositor Leopoldo López.
Los ciudadanos de San Cristóbal, capital de Táchira, reaccionaron a los sobrevuelos intimidatorios de los cazas de guerras enviados por Maduro con un gigantesco cacerolazo, mientras persisten las barricadas y algunos comercios han sido saqueados.
Crítica de la Iglesia. Tampoco se han quedado callados esta vez los obispos de la Conferencia Episcopal de Venezuela (CEV), que ayer rechazaron el empleo de la fuerza por parte de los organismos de seguridad del Estado que, dicen, “se han extralimitado” al reprimir varias de las manifestaciones de los últimos días “y han producido consecuencias irreparables”, en alusión a las protestas que han dejado al menos 13 muertos.
“Las autoridades policiales y militares están obligadas a respetar los Derechos Humanos, ante todo el derecho a la vida”, subrayaron en un comunicado, en el que lamentan también la “irrupción de grupos armados no policiales ni militares que han arremetido contra la población y que están al margen de la ley”.
Muerte de ex campeón. La acumulación de críticas ante la gravedad de la crisis en Venezuela, especialmente la del importante gobernador chavista, han golpeado con dureza en el casco de la nave bolivariana, cada vez más a la deriva, por unos datos económicos desastrosos y por su incapacidad de dar una solución pacífica a las tres semanas de protestas que han dejado varias decenas de muertos, el último de ellos el ex campeón mundial supergallo y pluma Antonio Cermeño, secuestrado el lunes y encontrado muerto ayer, según Maduro, por obra de unos “sicarios golpistas, por ser un bolivariano verdadero”.
La OEA despierta. El Consejo Permanente de la OEA se reunirá mañana jueves en Washington en una sesión extraordinaria para considerar la propuesta de Panamá de convocar a una “reunión urgente” de consulta de los cancilleres del continente sobre la situación de Venezuela.
Ante el clamoroso silencio de los gobiernos de la región sobre la crisis en Venezuela, el gobierno del presidente panameño, Ricardo Martinelli, hizo la solicitud basándose en artículos de la Carta de la OEA y de su Estatuto del Consejo Permanente que “señalan que cualquier Estado miembro puede pedir que se convoque la Reunión de Consulta, con el fin de considerar problemas de carácter urgente y de interés común para los Estados”.
Fuera Cuba. Sobre el terreno, estudiantes y simpatizantes opositores marcharon ayer hasta la embajada cubana en Venezuela para entregar un comunicado en el que exigen el fin de la “intromisión” cubana.
“No permitiremos más intromisión, que sigan controlando nuestros medios de comunicación y determinen qué podemos ver y cuándo, no permitiremos que determinen nuestras operaciones militares ni adoctrinen a nuestros hijos”, dijo la líder estudiantil Gaby Arellano al leer el “Comunicado a la dictadura de Cuba”.
“Le recordamos a la dictadura de los hermanos Castro que Venezuela es un país soberano, que no acepta injerencia de ningún tipo y ningún país”, declaró.
Estados UNidos expulsa a tres diplomáticos venezolanos
Washington respondió ayer a la expulsión hace una semana de tres funcionarios de su embajada en Caracas con la declaración de persona non grata de tres diplomáticos venezolanos.
El anuncio se produjo poco antes de que el canciller venezolano, Elías Jaua, anunciara que propondrá a Maximilian Arveláez como nuevo embajador de Venezuela en EU. Ambos países retiraron a sus embajadores en 2010.
El vocero de Barack Obama, Jay Carney, se mostró escéptico y dijo que “Maduro debe centrarse ahora en responder a las quejas legítimas del pueblo venezolano, no en el diálogo con Estados Unidos”.
Por su parte, la portavoz del Departamento de Estado, Jen Psaki, aseguró que la posibilidad de un intercambio de embajadores sigue sobre la mesa, “pero Venezuela debe mostrar más seriedad sobre su voluntad y su apertura a tener una relación más positiva de ahora en adelante”.
El anuncio se produjo poco antes de que el canciller venezolano, Elías Jaua, anunciara que propondrá a Maximilian Arveláez como nuevo embajador de Venezuela en EU. Ambos países retiraron a sus embajadores en 2010.
El vocero de Barack Obama, Jay Carney, se mostró escéptico y dijo que “Maduro debe centrarse ahora en responder a las quejas legítimas del pueblo venezolano, no en el diálogo con Estados Unidos”.
Por su parte, la portavoz del Departamento de Estado, Jen Psaki, aseguró que la posibilidad de un intercambio de embajadores sigue sobre la mesa, “pero Venezuela debe mostrar más seriedad sobre su voluntad y su apertura a tener una relación más positiva de ahora en adelante”.
La Crónica, 26 de febrero.
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