Murió en EU Huber Matos, disidente comandante de la revolución cubana

Huber Matos Benítez, uno de los líderes históricos y de los comandantes más cercanos a Fidel Castro durante la campaña que derrocó a Fulgencio Batista, murió ayer de un ataque cardiaco a los 95 años en Miami, Estados Unidos.

A través de un comunicado difundido por su familia se confirmó el deceso de Matos durante la madrugada de ayer, después de ser internado el pasado 25 de febrero en el Hospital Kendall Regional, reportó la cadena británica BBC.

Matos pidió le retiraran el equipo médico que lo ayudaba a respirar porque quería despedirse de su esposa María Luisa Araluce y de sus hijos y nietos.

Matos será velado en Miami el domingo 2 de marzo. En respeto a su voluntad, sus restos serán trasladados a Costa Rica, país que lo acogió cuando llegó exiliado por primera vez en 1957 al escapar de fuerzas de Baitista.

ANTECEDENTE. Matos, quien combatió contra Batista, fue uno de los líderes más carismáticos de la revolución cubana al lado de Fidel Castro, hasta que sus divergencias ideológicas con la política de éste precipitaron su detención.

Matos renunció al cargo de comandante en la provincia de Camagüey en 1959 y Fidel ordenó su arresto el 21 de octubre de ese año.  Tras un juicio sumario fue juzgado por sedición y condenado a 20 años de prisión, que cumplió íntegramente.

Cuando Matos cumplió su condena en 1979, fue sacado de prisión y entregado a una comitiva del gobierno de Costa Rica que lo trasladó a San José.

Finalmente el ex comandante se estableció en Florida, Estados Unidos, desde donde dirigió el movimiento político Cuba Independiente y Democrática, fundado en 1980 en Venezuela, que propugnaba el fin del gobierno comunista en Cuba y donde se conviurtió en una de las voces más conocidas del exilio.

PERFIL. Nació en 1918 en Yera, provincia de Oriente, en el seno de una familia humilde, Huber Matos logró el doctorado en Pedagogía por la Universidad de La Habana, en 1944.

Fue maestro rural y al vivir las extremas condiciones del campesinado impulsó su compromiso político.

Tras el golpe de Estado de Batista, en 1952, se unió a la guerrilla cuatro años después y se convirtió en uno de los líderes más carismáticos.

Huber Matos confesó recientemente que vivía con la ilusión de regresar a una Cuba libre y que el “daño” que Fidel Castro hizo al país iba a “demorar mucho en curarse”.

La Crónica, 28 de febrero.