LA HABANA.- Cuando la radio reveló, una mañana a finales de septiembre, que en 2009 Cuba había tenido la peor cosecha cafetalera de su historia, Amarylis ni se inmutó.
"No me sorprende. En las tiendas en divisa faltan las marcas más conocidas, como Serrano o Cubita, y hace rato que desaparece de las bodegas", dijo.
Aunque el café no es oriundo de Cuba, forma parte importante de sus gustos y costumbres.
Cada cubano puede adquirir mensualmente en moneda nacional un paquete de 110 gramos subsidiado a un precio equivalente de 25 centavos de dólar. El resto debe comprarlo en el mercado negro o las tiendas en divisas, donde un kilo cuesta hasta 14 cucs (unos 15 dólares), lo que supone más del 50 por ciento de un salario promedio.
En medio de una grave crisis económica y financiera, el Gobierno de Raúl Castro implementó un programa de reducción de importaciones, que mantiene a la Isla en desabastecimiento permanente y generalizado.
No obstante, este año Cuba ha gastado 40 millones de dólares para importar café destinado al consumo interno y, según las previsiones, en 2011, si nada lo remedia, gastará 47 millones de dólares.
"Una pesada carga que el país no puede soportar por más tiempo", advirtió el mismo día del anuncio Juan Varela, uno de los principales analistas del sector agropecuario.
El experto, citado por el diario oficial Granma, recordó que en la década de los 40 Cuba era el principal proveedor de café en el mercado mundial y calificó de dramática la caída en la última recolección, que apenas alcanzó 5 mil 500 toneladas, lo que equivale al 9 por ciento logrado en la mejor campaña, la de 1961-1962, cuando se alcanzaron 60 mil 300 toneladas.
En Cuba se dedican 80 mil 700 hectáreas de tierra al cultivo del café, de las que sólo 85 por ciento es productivo y mal aprovechado, según fuentes oficiales del sector.
Las autoridades achacan estos resultados, entre otros motivos, a la falta de trabajadores cafetaleros, lo que obliga a una costosa movilización anual de inexpertos estudiantes y obreros de otros sectores.
Según el especialista Orlando Guevara, del Ministerio de Agricultura, este año se busca contener el descenso.
"El objetivo consiste en garantizar el modesto plan de 6 mil 700 toneladas para 2010, que abre el camino para llegar en 2015 a las 22 mil toneladas", una cifra que se aproximaría a las de los años 70, cuando se recolectaron entre 28 y 30 mil toneladas.
Las autoridades también han informado que ya no se empleará el trabajo voluntario de estudiantes para la cosecha del café, que este mes se encuentra en su punto álgido.
Por el contrario, José Angel Lacerra, coordinador del Programa de Selección y Mejoramiento del Café, anunció en estos días que se instruye a los cafetaleros para recuperar el cultivo con el uso de la agroecología, el correcto diseño de los viveros, y la evaluación y nutrición sistemática del suelo.
"Se pretende que los campesinos asuman de manera consciente la diversificación en sus cafetales, para evitar las acciones devastadoras de las plagas y enfermedades", comentó Lacerra.
Pero la voluntad de los dirigentes no siempre es compartida por los que trabajan la tierra en duras condiciones y sin recursos modernos.
Tal vez por ello, cafetaleros consultados se mostraron poco optimistas por los planes gubernamentales, y, entre broma y en serio, sugirieron que los consumidores "se mentalicen a vivir sin café, o al menos a reducir el consumo".
Descafeinado
En los últimos años, la producción de café cubano ha ido en declive.
60,300 toneladas de café, entre 1961 y 1962, fue la mejor cosecha registrada.
5,500 toneladas se recolectaron en 2009, la peor cosecha de su historia.
6,700 toneladas del grano es la meta impuesta por el Gobierno para 2010.
Fuente: Ministerio de Agricultura de Cuba
"No me sorprende. En las tiendas en divisa faltan las marcas más conocidas, como Serrano o Cubita, y hace rato que desaparece de las bodegas", dijo.
Aunque el café no es oriundo de Cuba, forma parte importante de sus gustos y costumbres.
Cada cubano puede adquirir mensualmente en moneda nacional un paquete de 110 gramos subsidiado a un precio equivalente de 25 centavos de dólar. El resto debe comprarlo en el mercado negro o las tiendas en divisas, donde un kilo cuesta hasta 14 cucs (unos 15 dólares), lo que supone más del 50 por ciento de un salario promedio.
En medio de una grave crisis económica y financiera, el Gobierno de Raúl Castro implementó un programa de reducción de importaciones, que mantiene a la Isla en desabastecimiento permanente y generalizado.
No obstante, este año Cuba ha gastado 40 millones de dólares para importar café destinado al consumo interno y, según las previsiones, en 2011, si nada lo remedia, gastará 47 millones de dólares.
"Una pesada carga que el país no puede soportar por más tiempo", advirtió el mismo día del anuncio Juan Varela, uno de los principales analistas del sector agropecuario.
El experto, citado por el diario oficial Granma, recordó que en la década de los 40 Cuba era el principal proveedor de café en el mercado mundial y calificó de dramática la caída en la última recolección, que apenas alcanzó 5 mil 500 toneladas, lo que equivale al 9 por ciento logrado en la mejor campaña, la de 1961-1962, cuando se alcanzaron 60 mil 300 toneladas.
En Cuba se dedican 80 mil 700 hectáreas de tierra al cultivo del café, de las que sólo 85 por ciento es productivo y mal aprovechado, según fuentes oficiales del sector.
Las autoridades achacan estos resultados, entre otros motivos, a la falta de trabajadores cafetaleros, lo que obliga a una costosa movilización anual de inexpertos estudiantes y obreros de otros sectores.
Según el especialista Orlando Guevara, del Ministerio de Agricultura, este año se busca contener el descenso.
"El objetivo consiste en garantizar el modesto plan de 6 mil 700 toneladas para 2010, que abre el camino para llegar en 2015 a las 22 mil toneladas", una cifra que se aproximaría a las de los años 70, cuando se recolectaron entre 28 y 30 mil toneladas.
Las autoridades también han informado que ya no se empleará el trabajo voluntario de estudiantes para la cosecha del café, que este mes se encuentra en su punto álgido.
Por el contrario, José Angel Lacerra, coordinador del Programa de Selección y Mejoramiento del Café, anunció en estos días que se instruye a los cafetaleros para recuperar el cultivo con el uso de la agroecología, el correcto diseño de los viveros, y la evaluación y nutrición sistemática del suelo.
"Se pretende que los campesinos asuman de manera consciente la diversificación en sus cafetales, para evitar las acciones devastadoras de las plagas y enfermedades", comentó Lacerra.
Pero la voluntad de los dirigentes no siempre es compartida por los que trabajan la tierra en duras condiciones y sin recursos modernos.
Tal vez por ello, cafetaleros consultados se mostraron poco optimistas por los planes gubernamentales, y, entre broma y en serio, sugirieron que los consumidores "se mentalicen a vivir sin café, o al menos a reducir el consumo".
Descafeinado
En los últimos años, la producción de café cubano ha ido en declive.
60,300 toneladas de café, entre 1961 y 1962, fue la mejor cosecha registrada.
5,500 toneladas se recolectaron en 2009, la peor cosecha de su historia.
6,700 toneladas del grano es la meta impuesta por el Gobierno para 2010.
Fuente: Ministerio de Agricultura de Cuba
Yolanda Martínez corresponsal, Reforma, 14 de octubre.
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