La disidencia magisterial, alerta “para evitar que se imponga nuevo cacicazgo”

La disidencia magisterial en el país se declaró ayer en “estado de emergencia” para impedir que el gobierno de Enrique Peña Nieto imponga “la cuarta dictadura” en el Sindicato Nacional de Trabajadores de la Educación (SNTE), tras la caída de la lideresa Elba Esther Gordillo Morales.
Trascendió que ayer distintos líderes magisteriales, que incluso fueron funcionarios en el Instituto de Seguridad y Servicios Sociales de los Trabajadores del Estado (Issste) fueron contactados “de parte de” Miguel Ángel Yunes –antiguo aliado y ahora enemigo de la maestra– para invitarlos a preparar “una acción política conjunta”, para lo cual les pidieron coordinarse con el secretario particular del ex director de dicho instituto, David Beristáin Fernández, y su secretaria, Paola Torres.
La detención en el aeropuerto de Toluca de la profesora que se impuso en el gremio por casi 24 años y que ahora está acusada del delito de operación con recursos de procedencia ilícita causó azoro, alegría y también una situación de alerta entre los maestros.
“Con el fin de Elba Esther al frente del sindicato termina la mafia más grande que ha existido entre el Estado, los sindicatos corporativos y los empresarios”. Finaliza también el “latrocinio, la antidemocracia sindical, los asesinatos de maestros que lucharon por cambiar el estado del gremio. Gordillo ha sido el ser más siniestro y ladrón en todas las épocas del magisterio”, consideró el líder histórico y fundador de la Coordinadora Nacional de Trabajadores de la Educación (CNTE) José González Figueroa.
Entre el festejo y la incredulidad, los docentes que han luchado en torno a esta organización desde 1979 por la democracia sindical, llamaron a realizar un congreso, para que sean los maestros y no el gobierno el que imponga al sucesor o sucesora de Gordillo Morales.
Es urgente una respuesta para que no vuelva a ocurrir lo que pasó cuando el presidente Carlos Salinas de Gortari dio el “golpe” al entonces líder vitalicio, Carlos Jonguitud Barrios, para imponer en su lugar a Elba Esther Gordillo, enfatizó Figueroa.
El secretario del Comité Ejecutivo Nacional Democrático (CEND) del sindicato, Artemio Ortiz Hurtado, alertó que no es la hora de aplaudir, porque el gobierno “viene por todo el SNTE”. En medio de reuniones urgentes que comenzaron después de conocerse la noticia de la detención y se prolongaron por la noche, el dirigente señaló: “Nos proponemos para conducir estos momentos de lucha por el rescate del sindicato y de la educación pública”.
Recordó que “la maestra”, en complicidad con los presidentes Carlos Salinas, Ernesto Zedillo, Vicente Fox y Felipe Calderón gozó de “más de dos décadas de impunidad, de saqueo, de represión económica, administrativa y física de los trabajadores de la educación. Pero también se termina el trabajo sucio que realizó en los pasados tres procesos electorales con el desvío de recursos humanos que destinó para operar los fraudes”.
En nombre del magisterio disidente del valle de México, Pedro Ramírez Vázquez pidió que se castigue a Gordillo, que se le finquen responsabilidades no sólo por enriquecimiento ilícito sino por todos los recursos desviados a partir de los espacios que el gobierno le otorgó en la Lotería Nacional, el Issste, la Secretaría de Educación Pública y el Instituto Federal Electoral.

Karina Avilés, La Jornada, 27 de febrero.