Larouchistas violan el cerco de seguridad en San Lázaro

Al clausurar los trabajos de la Segunda Cumbre de la Organización Global de Legisladores por un Medio Ambiente Balanceado (GLOBE, por sus siglas en inglés), John Gummer, presidente honorario del organismo, hizo un llamado a los gobiernos de las Naciones Unidas a reconocer que se necesita una nueva generación de acuerdos internacionales sobre el desarrollo sustentable.

Después de tres días de labores en el Palacio Legislativo de San Lázaro, sede de la Cámara de Diputados, el directivo planteó de igual forma reforzar las legislaciones nacionales existentes y exigir que los países incluyan en sus leyes los compromisos de las contribuciones que han realizado las negociaciones internacionales.

Pese a ello, John Gummer, presidente honorario de GLOBE, admitió que los siete acuerdos alcanzados constituyen “una resolución vaga’’.

Para el evento, la Cámara de Diputados instaló desde la tarde del pasado jueves arcos metálicos de seguridad y reforzó su estrategia a fin de resguardar de manera eficaz a los más de 300 parlamentarios de 80 países que se dieron cita para el evento.

Sin embargo, momentos antes de la clausura, un grupo de hombres y mujeres se introdujo al recinto por el área de prensa sin que nadie supuestamente lo notara y echó por tierra todo el esfuerzo organizativo del evento al dejar al descubierto la vulnerabilidad del equipo de seguridad en San Lázaro.

Los quejosos ingresaron al palco de prensa y desde ahí lanzaron consignas para mostrar su inconformidad con las acciones impulsadas por GLOBE.

Los manifestantes, integrantes del “Movimiento Ciudadano Larouchista”, terminaron siendo “la nota” del evento, de por sí desangelado.

En los resolutivos, Gummer dijo que el combate a la pobreza y el uso no sustentable de los recursos naturales constituyen los mayores retos que enfrenta la humanidad del siglo XXI.

El legislador británico se refirió finalmente al cambio climático y dijo que una legislación bien informada puede dar buenos beneficios nacionales y locales,  incluyendo el fortalecimiento de la seguridad energética, y reducir los riesgos a los desastres a través de la inversión en fuentes de energías limpias y renovables, la creación de empleos de alta calidad y mejor calidad del aire.

Luciano Franco, La Crónica, 9 de junio.